Yalta 80 años después… la fundación del orden mundial fracasó debido a la hipocresía y los crímenes del imperialismo occidental

por Redacción de la Fundación para la Cultura Estratégica. Editorial publicado originalmente el 7 de febrero de 2025. Traducción de Comunidad Saker Latinoamérica

La verdad histórica sobre la Conferencia de Yalta y la esencia traidora del “mundo basado en reglas”.

Hace ochenta años, esta semana, los líderes de los tres grandes aliados de la guerra celebraron la conferencia de Yalta en Crimea. Josef Stalin, Franklin D. Roosevelt y Winston Churchill se reunieron, junto con sus delegados, en el balneario del Mar Negro para acordar el orden internacional de posguerra. (¡En aquel momento nadie ponía en duda que Crimea era territorio ruso!)

La conferencia se celebró del 4 al 11 de febrero. La Alemania nazi y el Japón imperialista todavía no habían sido derrotados formalmente. No obstante, los líderes aliados sabían que las potencias del Eje estaban acabadas y que el objetivo era establecer la paz de posguerra.

Esta semana, el ministro de Asuntos Exteriores de Rusia, Sergei Lavrov, publicó un elocuente artículo en el que reflexiona sobre el legado de la cumbre de Yalta. Como señaló Lavrov, la histórica reunión sentó las bases y los principios de las Naciones Unidas y de la Carta de las Naciones Unidas, que se establecieron ese mismo año.

Sin embargo, incluso al mismo tiempo que los líderes estadounidenses y británicos firmaban con Rusia los acuerdos de posguerra, estaban utilizando “tinta que desaparece”, como lo expresó irónicamente Lavrov.

“Al mismo tiempo que los líderes estadounidenses y británicos firmaban con Rusia los acuerdos de posguerra, estaban utilizando ‘tinta que desaparece'”
Fundación para la Cultura Estratégica

Las potencias occidentales tenían un objetivo oculto en Yalta. La guerra contra la Alemania nazi ya era en gran medida un asunto de victoria soviética sobre el Tercer Reich. El Ejército Rojo estaba a sólo 65 kilómetros de Berlín, mientras que los estadounidenses y los británicos sólo acababan de llegar a las lejanas fronteras occidentales de Alemania. Las tropas soviéticas ya habían liberado Bulgaria, Rumania, los países bálticos y Polonia, y los campos de exterminio nazis de Auschwitz, Treblinka, Belzec, Chelmo, Sobibor y Treblinka.

Roosevelt quería obtener el compromiso de Stalin de entrar en la guerra del Pacífico para presionar hacia la derrota de Japón. Apenas la Unión Soviética hubo lanzado una ofensiva contra las fuerzas japonesas en Manchuria en agosto cuando el presidente Harry Truman (el sucesor de Roosevelt, que había muerto en abril de 1945) ordenó el lanzamiento de dos bombas atómicas sobre Japón. Fue un uso calculado de las nuevas y temibles armas para intimidar a Moscú, y un adelanto temprano sobre la Guerra Fría que vendría después.

Por un lado Yalta representó un momento culminante en el establecimiento de las bases jurídicas y políticas para un nuevo orden de posguerra que favoreciera la coexistencia pacífica. Consagró el principio de la soberanía y la igualdad de las naciones -una revolucionaria crítica a las potencias colonialistas occidentales. Yalta prohibió la agresión contra cualquier nación y el uso unilateral de la fuerza militar. Estos principios quedarían expresados ​​explícitamente en la Carta de las Naciones Unidas, que sigue siendo la principal fuente del derecho internacional.

Por otro lado, con demasiada frecuencia esos principios sólo existirían como aspiraciones elevadas que los países signatarios no implementarían ni respetarían y como resultado las Naciones Unidas acabarían siendo vistas como un foro de debates impotente.

El problema fundamental es que, como señaló Lavrov, la visión de la ONU para la paz mundial ha sido comprometida, socavada y violada en innumerables ocasiones por Estados Unidos y sus aliados occidentales. Prueba de ello son las innumerables guerras, subversiones, intervenciones ilegales e intrigas en las que han participado las potencias imperialistas occidentales a lo largo de las ocho décadas transcurridas desde el fin de la Segunda Guerra Mundial. Se suponía que la victoria en esa guerra pondría fin al imperialismo y la barbarie. No fue así.

La traición de las potencias occidentales estaba presente –si bien de manera encubierta en ese momento– incluso cuando supuestamente estaban conferenciando con el aliado soviético en Yalta.

“La traición de las potencias occidentales estaba presente –si bien de manera encubierta en ese momento– incluso cuando supuestamente estaban conferenciando con el aliado soviético en Yalta”
Fundación para la Cultura Estratégica

Como relata Ron Ridenour en este artículo, el líder británico Winston Churchill había ideado un plan abominable para atacar a la Unión Soviética con bombas atómicas incluso antes de que la Alemania nazi fuera derrotada en mayo de 1945. El complot de puñalada por la espalda de Churchill se llamó “Operación Impensable”.

“El líder británico Winston Churchill había ideado un plan abominable para atacar a la Unión Soviética con bombas atómicas incluso antes de que la Alemania nazi fuera derrotada en mayo de 1945. El complot de puñalada por la espalda de Churchill se llamó ‘Operación Impensable'”
Fundación para la Cultura Estratégica

El plan no se ejecutó sólo porque los estadounidenses no tenían suficientes de las nuevas armas de destrucción masiva. Truman deseaba priorizar su despliegue de terrorismo contra Japón. Sin embargo, más tarde supervisó una serie de planes secretos para atacar preventivamente a la Unión Soviética con bombas atómicas. Uno de esos planes fue la “Operación Dropshot”, que implicaba lanzar 400 bombas atómicas sobre 100 ciudades soviéticas.

“Truman más tarde supervisó una serie de planes secretos para atacar preventivamente a la Unión Soviética con bombas atómicas. Uno de esos planes fue la ‘Operación Dropshot’, que implicaba lanzar 400 bombas atómicas sobre 100 ciudades soviéticas”
Fundación para la Cultura Estratégica

Los estadounidenses abandonaron sus nefastos planes de destruir la Unión Soviética después de que ésta desarrollara su propia bomba en 1949.

Ridenour y otros autores sostienen que los nefastos objetivos de las potencias occidentales de conquistar Rusia se remontan a la Revolución de Octubre de 1917. Temerosos de que triunfara una alternativa socialista internacional al capitalismo, los imperialistas occidentales actuaron inmediatamente para paralizar la recién formada Unión Soviética.

En 1918, antes incluso de que terminara la Primera Guerra Mundial, el presidente estadounidense Woodrow Wilson y otros líderes occidentales lanzaron una guerra contra la Unión Soviética con un millón de tropas de decenas de países. Esa agresión fue derrotada por el Ejército Rojo en 1925.

“Antes incluso de que terminara la Primera Guerra Mundial, el presidente estadounidense Woodrow Wilson y otros líderes occidentales lanzaron una guerra contra la Unión Soviética con un millón de tropas de decenas de países. Esa agresión fue derrotada por el Ejército Rojo en 1925”
Fundación para la Cultura Estratégica

El ascenso del fascismo en Alemania bajo el gobierno de Hitler y los nazis fue patrocinado encubiertamente por las potencias occidentales con el único propósito de librar una guerra de exterminio contra la Unión Soviética. Esa agresión casi tuvo éxito en destruir la URSS, pero fracasó gracias a la fortaleza y el coraje del pueblo ruso y de otros pueblos soviéticos, que perdieron 27 millones de vidas como resultado de la hostilidad nazi.

“El ascenso del fascismo en Alemania bajo el gobierno de Hitler y los nazis fue patrocinado encubiertamente por las potencias occidentales con el único propósito de librar una guerra de exterminio contra la Unión Soviética”
Fundación para la Cultura Estratégica

Cuando llegó Yalta, los estadounidenses y los británicos necesitaban que la Unión Soviética acelerara el fin de la guerra. Los nobles principios acordados para el nuevo mundo de posguerra pueden apreciarse con justeza como una cínica y táctica concesión por parte de Washington y Londres, que no tenían intención de cumplir.

Las Naciones Unidas y la Carta siempre fueron vistas como un impedimento para las ambiciones imperialistas de Estados Unidos y sus aliados occidentales. Cuando la Unión Soviética colapsó en 1991 –en gran parte debido a las décadas de debilitante carrera armamentista durante la Guerra Fría–, los estadounidenses avanzaron con aún más audacia en pos de un dominio unipolar.

En los últimos 30 años el derecho internacional ha sido trastocado de manera flagrante y espectacular por interminables guerras criminales e intervenciones lanzadas por Estados Unidos y sus secuaces occidentales, en particular los británicos.

“En los últimos 30 años el derecho internacional ha sido trastocado de manera flagrante y espectacular por interminables guerras criminales e intervenciones lanzadas por Estados Unidos y sus secuaces occidentales, en particular los británicos”
Fundación para la Cultura Estratégica

La actual guerra en Ucrania es una manifestación de la conducta de Estado canalla de los Estados Unidos y su maquinaria bélica de la OTAN. El objetivo es subyugar y dominar a Rusia para que el capital occidental pueda explotar sus vastos recursos naturales (un plan que se remonta a 1918).

La visión de Yalta y el concepto posterior de la ONU, y el respeto por la soberanía nacional siguen siendo un modelo para un mundo más justo y pacífico. Rusia, China, los países BRICS y la mayoría del Sur Global defienden la Carta de las Naciones Unidas como norma para las relaciones internacionales pacíficas.

Lo que se necesita es que Estados Unidos y sus socios occidentales respeten el derecho internacional en lugar de actuar como las entidades sin ley que son. Es necesario denunciarlos como regímenes criminales que se esconden detrás de una retórica y pretensiones virtuosas.

La reflexión sobre el 80º aniversario de Yalta muestra al mundo lo que todavía es posible para el progreso y el desarrollo pacíficos. También muestra por qué los nobles ideales han fracasado y se ven saboteados: es por la conducta criminal de los Estados Unidos y sus cómplices imperialistas occidentales.

“El 80º aniversario de Yalta muestra al mundo por qué los nobles ideales han fracasado y se ven saboteados: es por la conducta criminal de los Estados Unidos y sus cómplices imperialistas occidentales”
Fundación para la Cultura Estratégica

Be First to Comment

Leave a Reply

This site uses Akismet to reduce spam. Learn how your comment data is processed.