Tomado de: http://katehon.com/es/news/venezuela-como-se-reconfigura-el-plan-condor-en-iberoamerica
Arremetidas sistemáticas de estilo político, mediático y diplomático emprendidas por el eje Bogotá-Madrid-Miami, se han recrudecido en los últimos meses contra la Revolución Bolivariana para intentar derrocar al presidente de la República, Nicolás Maduro, acabar con las conquistas sociales del pueblo y darle un zarpazo al centro de estabilidad democrática de la región, que es Venezuela.
Así lo expresó el jefe de Estado durante una rueda de prensa que ofreció que este martes desde el Salón Ayacucho del Palacio de Miraflores, ubicado en Caracas, donde denunció ante representantes de medios de comunicación nacionales e internacionales, el empecinamiento de factores derechistas por socavar la democracia venezolana.
“Venezuela en este momento está siendo el centro de una agresión sistemática, política, mediática, de carácter diplomático, que rompe los parámetros regulares de lo que hemos conocido en 17 años de Revolución Bolivariana”, afirmó Maduro en transmisión conjunta de radio y televisión.
En este sentido, el Jefe de Estado exhortó a jefes de Estado, líderes y demás personas de bien en el mundo, a solidarizarse con Venezuela ante los ataques.
“Hacemos un llamado a la solidaridad mundial de líderes, de lideresas, de movimientos sociales, de presidentes, presidentas, primeros ministros, de gobiernos del mundo entero. En Venezuela se está jugando la paz de esta América y se está jugando el futuro de nuestra propia independencia en este siglo XXI”, indicó.
El Mandatario presentó una investigación que evidencia una campaña de ataques que han recrudecido durante los últimos cuatro meses empresas de comunicación de Colombia, España y Estados Unidos. En dichos periódicos se han difundido 1.315 informaciones, a página entera y esquina de página, acerca de Venezuela, de las que el 97% son negativas.
“No hay un país, un tema, de ese propio país o de esa propia ciudad que haya ameritado más atención que Venezuela”, sostuvo el Presidente, quien añadió que de esas notas, 25 informan sobre de la Agenda Económica Bolivariana y sólo dos son positivas.
Además hizo un repaso de las diversas estrategias que sectores de derecha han implementado en su intento por derrocar al gobierno, desde la postura complaciente del presidente Barack Obama ante el plan golpista La Salida –impulsado por Leopoldo López y que dejó un saldo de 43 asesinados–, hasta la más reciente injerencia del expresidente de Colombia Álvaro Uribe Vélez, quien pidió la irrupción de un ejército internacional contra Venezuela.
También mencionó el asedio financiero contra el país perpetrado por las agencias calificadoras de riesgo, que emprenden un boicot internacional, aún cuando el Estado venezolano cumple regularmente con sus obligaciones de deuda, sumado a la guerra geopolítica promovida por el gobierno estadounidense, que inunda el mercado con petróleo de lutitas, a través del uso del fracking o fracturación hidraúlica.
Maduro, quien fue ministro de Relaciones Exteriores por casi siete años durante el mandato de Hugo Chávez, resaltó: “Puedo decir hoy que estamos siendo víctimas de la agresión mediática, política, diplomática y de las amenazas más graves que ha vivido nuestro país en los últimos 10 años”.
Intervención extranjera
El Primer Mandatario alertó sobre el plan ejecutado por algunos sectores de la derecha local, en su intento por generar caos y violencia bajo la excusa del referéndum, para permitir una intervención del Departamento de Estado de EEUU.
“El rol de los principales jefes y líderes de la derecha es garantizar los disturbios y la violencia para generar la credibilidad y la fuerza para el plan de intervención”, advirtió el Dignatario en compañía de algunos miembros de su Gabinete.
Pidió atención y precaución ante los próximos meses —los últimos del gobierno de Obama—, porque Washigton se ha propuesto restituir en el mundo su geopolítica de dominación y su sistema neocolonial, por lo que se evidencia un ataque frontal y desmedido contra los pueblos soberanos de América Latina.
“La geopolítica imperial opera sobre la recomposición de sus capacidades de influencias perdida en los últimos 10 años. Esa geopolítica imperial se ha plateado retomar nuestra América como su patio trasero y retomando su influencia geopolítica sobre nuestra América, sobre nuestro recursos naturales”, alertó.
Protesta internacional
La irrupción en el espacio aéreo venezolano de un avión Boeing procedente de Estados Unidos –equipado para labores de espionaje electrónico– también fue denunciado este martes por el presidente Maduro.
La aeronave es utilizada “para apoyar comunicaciones de grupos armados, en zonas de guerra o para preparar condiciones para inutilizar equipos electrónicos de funcionamiento del gobierno, la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (Fanb) o de la economía”.
Ante esta acción, la Cancillería de la República elevará una protesta al gobierno estadounidense, para así hacer prevalecer la soberanía nacional y el derecho internacional.
El avión, con capacidad técnica letal, incursionó ilegalmente en el país los días 11 y 13 de mayo y fue sacado del espacio aéreo nacional, por la acción de la Aviación Militar Venezolana.
Esta rueda de prensa con periodistas nacionales e internacionales se realizó con una modalidad especial de transmisión simultánea con embajadas y consulados de Venezuela a lo largo del mundo, que contó con la participación de periodistas, líderes de opinión y dirigentes progresistas.
Entre ellos destaca el periodista español Ignacio Ramonet, quien participó desde la embajada de Venezuela en Francia, y el sociólogo argentino Atilio Borón, quien estuvo en la embajada venezolana en Argentina. Asimismo participó desde Moscú, Viera Ganzlia, diputada de la Federación de Rusia, entre otros.
¿Cómo se reconfigura el Plan Cóndor en América Latina?
El reciente golpe parlamentario contra la presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, no es un hecho aislado, pertenece a la reedición del Plan Cóndor, la estrategia injerencista de EE.UU. en América Latina.
Plan Cóndor
La reedición del Plan Cóndor busca la coordinación de los dirigentes de derecha en América Latina para aislar del contexto regional a las naciones con gobiernos progresistas.
El nuevo Plan Cóndor busca el revanchismo político de la derecha al destruir y desprestigiar los avances sociales alcanzados por los gobiernos de corte socialista. Esto se evidencia con la llegada en diciembre de 2015 del Gobierno neoliberal de Mauricio Macri en Argentina, cuyas primeras medidas fueron despidos masivos, censura de medios de comunicación, privatizaciones y ataques contra países que no comulgan con sus políticas, como Venezuela.
La estrategia injerencista e intervencionista de EE.UU. en Latinoamérica, en las décadas de 1970 y 1980, se basaba en los golpes militares para derrocar gobiernos y conformar regímenes y dictaduras pro estadounidenses; un ejemplo de estas acciones fueron los derrocamientos de los gobiernos de Salvador Allende en Chile (1973); Isabel Perón en Argentina (1973); el golpe de Juan María Bordaberry en Uruguay (1973).
Elementos de Intervención de orden interno
La serie de juicios contra importantes liderazgos progresistas, la creciente amenaza de grupos paramilitares, la criminalización de los movimientos de avanzada y los golpes a la economía de los países de conciencia popular, son parte de la reconfiguración del Plan Cóndor en América Latina, a juicio del analista y periodista, Miguel Jaimes.
Entre los elementos del Plan Cóndor que intervienen el orden interno de los países, Jaimes citó en entrevista exclusiva para el sitio web de teleSUR:
-El constante ataque a la economía y los aparatos productivos de los países suramericanos y progresistas: Las maniobras para la baja de los precios del petróleo, el desabastecimiento en Venezuela, así como el sabotaje en el precio del dólar paralelo y otros relacionados con los indicadores económicos, forman parte del Plan Cóndor. Estos persiguen crear desesperación en la población y, además, afectar el financiamiento de los programas sociales.
-Muerte de líderes de base media y baja de los partidos socialistas y populares: Refiere como ejemplos de persecución de liderazgos populares el asesinato de la líder indígena Berta Cáceres (Honduras) y del joven diputado Robert Serra (Venezuela). Estas acciones tienen como objetivo, principalmente, restarle los liderazgos influyentes a los partidos sólidos y desmoralizar a sus militantes.
-Empleo de campañas mediáticas para criminalizar a los mandatarios y hundirlos políticamente: Además de buscar que sean procesados y desterrados del ámbito político, se cree que los medios de comunicación buscan influir en la población atemorizándola, manipulándola y deslegitimando los poderes. Ejemplo de ello, es que un expresidente como Álvaro Uribe (Colombia) “aparezca constantemente en los medios con sus opiniones sobre intervención militar sobre una nación soberana, llamando a las fuerzas armadas a hacerlo, ¿Quién es él para hacerlo? y ¿Por qué los medios han dado tanto despliegue a eso?”.
-Violencia y narcotráfico: Un mal que crece a lo largo de todo el continente y que se adueña de las poblaciones incluso más humildes con el objetivo de crear puertos libres para el tráfico de drogas entre el Sur y el Norte. Es una forma de terrorismo que incluso en Venezuela se ha desarrollado con la injerencia de bandas criminales que operan desde Colombia y que, según el analista, no solo busca generar temor e instaurar un mercado, sino además alcanzar el poder.
-Criminalización de los movimientos de izquierda, corrupción y ataques al ambiente: Se busca con apoyo de los medios de comunicación culpar únicamente de la corrupción a los movimientos y partidos de izquierda, pese a que muchos de ellos son los que han iniciado la lucha por el esclarecimiento de estos casos. Se busca establecer una asociación entre los delitos y los líderes de izquierda. Asimismo, refirió que los ataques al ambiente para la explotación de recursos son en parte realizados por el brazo ejecutor y capitalista de los EE.UU.
-ONG y la manipulación de jóvenes: Organizaciones como Súmate, liderada por la exdiputada de derecha María Corina Machado y directamente vinculada con el golpe de 2002, son las encargadas de generar movimientos en las calles con jóvenes utilizados para propiciar acciones violentas. Según documentos filtrados, la USAID y la NED invirtieron más de 100 millones de dólares entre 2002 y 2012 en auspiciar a grupos de oposición y crear al menos 300 nuevas ONG en Venezuela.
Golpe Parlamentario
El nuevo Plan Cóndor se basa en los golpes suaves y parlamentarios, según han denunciado públicamente presidentes como el venezolano, Nicolás Maduro, y Rafael Correa de Ecuador.
El parlamentario consiste en que las bases para su ejecución se encuentran dentro del mismo ordenamiento jurídico del país: moción de censura, investigaciones de tipo judicial (juicio político), declaración de “incapacidad para gobernar” para forzar una renuncia, entre otros.
Los medios de comunicación privados y las élites político-económicas cumplen un rol importante en la ejecución de estas nuevas acciones, al manipular la información y las leyes para desestabilizar al país.
La estrategia golpista parlamentaria disminuye el costo político de los actores involucrados y permite cambiar el rumbo de un país y su política exterior sin necesidad de “derramar sangre”, apelando y excusándose en el “respeto de la ley” y a la “democracia”.El golpe parlamentario se ha convertido en la operación política de intervención extranjera más rentable para alterar la correlación de fuerzas, eliminar los liderazgos políticos importantes y cambiar radicalmente los esquemas de poder internacional y bloques de influencia regional.
El ejemplo más reciente del golpe parlamentario es Brasil, cuya presidenta Dilma Rousseff fue apartada del cargo por 180 días para enfrentar un juicio político supuestamente por maquillar las cuentas fiscales de 2014 y retrasar los pagos al Banco Central, pese a que la derecha no presentó pruebas de esos crímenes.
Honduras 2009
El golpe contra el presidente Manuel Zelaya contó con la participación de las fuerzas armadas, sin embargo el Parlamento hondureño participó en el derrocamiento del mandatario, la cabeza del Congreso, Roberto Micheletti, inició una investigación contra Zelaya por supuestas “violaciones al Estado de Derecho”.
Los parlamentarios hondureños recurrieron al levantamiento de expediente político express donde supuestamente Zelaya estaba “violentando” el Estado de Derecho. El Parlamento se basó en la Ley Especial que Regula el Referéndum y el Plebiscito para llevar a la destitución del mandatario legalmente electo. Al consumarse el golpe parlamentario y militar, Manuel Zelaya fue sacado del país.
Posteriormente, se instauró en Honduras un gobierno transitorio sostenido por una Junta Militar hasta que expirara el término constitucional del presidente depuesto, para dar paso a unas nuevas elecciones. Sin la participación del expresidente Zelaya.
Paraguay 2012
Desde la llegada al poder de Fernando Lugo en el 2008, la oligarquía paraguaya intentó torpedear las iniciativas sociales incluidas en el programa de gobierno que le llevó a la presidencia. En Paraguay se empleó como recurso central para llevar a la destitución de Lugo la “Masacre de Curuguaty”.
El objeto de la acusación no era otro que justificar las acciones coordinadas de asedio y presión mediática por parte de la “comunidad internacional” ligada a los intereses de Estados Unidos. Antes del juicio político en el Parlamento el Partido Colorado lo había tratado de destituir unas 23 veces.
Los acusadores de Fernando Lugo aplicaron el artículo 225 de la Constitución que permite a la Cámara de Diputados establecer la base legal para enjuiciar a un presidente u otro funcionario de Gobierno si se comprueba que no estén desempeñando las funciones de su cargo. Dado este paso, le corresponde entonces al Senado llevar a cabo el juicio y dictar la sentencia.
Fernando Lugo fue destituido en tan solo dos horas, los legisladores paraguayos lo acusaron por “mal desempeño de funciones” con respecto a los hechos de Curuguaty. Todas las “pruebas” para estimular la destitución fueron forjadas por los jueces paraguayos. El Senado lo destituyó y fue designando en su lugar al vicepresidente del país, Federico Franco.
Brasil 2016
El reciente golpe parlamentario contra la presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, fue una coordinación entre la clase política, sectores empresariales y los medios de comunicación, a pesar de la movilización popular a favor de la mandataria y la denuncia de injerencia externa, la presidenta fue separada de su cargo y asumió el gobierno el vicepresidente Michel Temer.
El juicio político contra Dilma fue impulsado por el anterior presidente de la Cámara de Diputados. Eduardo Cuhna, quien acusó a la Jefa de Estado de manipular los balances económicos y de redistribuir el dinero del presupuesto hacia otros planes sociales. Señaló que Dilma Rousseff era responsable del “delito de responsabilidad” causa suficiente para iniciar el pedido de juicio político.El 17 de abril en la Cámara de Diputados se llevó a cabo la votación sobre el proceso de juicio a Rousseff. Pese a la carencia de pruebas contra la presidenta, 367 de los 513 diputados aceptaron las denuncias contra la mandataria y dieron lugar al trámite, que fue trasladado al Senado.
Tras analizar el documento sobre el procedimiento jurídico contra la presidenta, el pasado 12 de mayo el Senado Federal de Brasil finalmente concretó su intención de someter a Dilma a un juicio político, lo que conlleva a su destitución sin haber una causa real en su contra, debido a supuestas faltas administrativas con argumentaciones políticas y no legales.
Durante el proceso en su contra, Dilma Rousseff denunció la injerencia externa y calificó el juicio político de golpe a la democracia.
Venezuela, el ataque continuado
Desde 2002 se registran los primeros ataques contundentes contra la Revolución Bolivariana. Sólo en 2002 un golpe de Estado contra el presidente Hugo Chávez, que dejó 19 muertos, y un paro petrolero desestabilizaron política, social y económicamente al país.
Venezuela presentó una denuncia ante la Organización de Estados Americanos (OEA) con documentos que muestran la intervención de Estados Unidos en el golpe de 2002. Entre otras pruebas, el Gobierno nacional señaló que funcionarios del Departamento de Estado de EE.UU. hicieron un intenso lobby político para justificar el golpe en Caracas.
Además, mediante la denuncia Venezuela destacó la reunión entre el embajador estadounidense Charles Chapiro al golpista Pedro Carmona Estanga, en días cercanos a la deposición del presidente Chávez.
En 2014 otros 43 venezolanos murieron producto de la violencia opositora. Las imágenes de las “guarimbas” le dieron la vuelta al mundo en el marco de una guerra mediática que sugería la violación de los derechos humanos por parte del Gobierno venezolano.
Fotos de la llamada “primavera árabe”, también promovida por Occidente, fueron difundidas y atribuidas a supuestas agresiones de funcionarios policiales venezolanos contra el pueblo.
Tras ello, una campaña de “solidaridad” de la derecha internacional hacia Venezuela, pese a que ha sido la misma oposición que promueve la impunidad con el impulso de la ley de Amnistía. El estatuto dejaría en libertad a Leopoldo López, exalcalde opositor que hizo llamados irresponsables a la violencia, que además de las 43 muertes dejó cientos de heridos.
El triunfo circunstancial de la oposición venezolana en las elecciones parlamentarias del 6 de diciembre de 2015 apaisó el terreno para acentuar los ataques contra el Gobierno de Nicolás Maduro.
Desde el Parlamento, la derecha ha intentado sabotear la agenda social y económica del Gobierno con un velo de legalidad, mediante impulsan leyes como la de Amnistía y la ley de Propiedad de Misión Vivienda, que pretende privatizar las más de 1.2 millones de nuevas casas construidas por el plan gubernamental para el pueblo venezolano.
Otras de las recientes agresiones de la derecha hacia Venezuela como el desabastecimiento, el acaparamiento y la guerra económica, son parte del Plan Cóndor para dominar al país que instauró la Revolución Bolivariana e impulsó la integración del Sur.
Los anaqueles venezolanos registran una intermitencia en cuanto a los productos de primera necesidad. Aparecen por un tiempo, pero dejan de verse por otro período. Esto ocurre principalmente con la leche, azúcar, harina de maíz y de trigo y los productos de aseo personal. Pero se produce un curioso fenómeno: por un tiempo desaparece la leche, pero se encuentran todos los productos que se fabrican con leche.
El sector privado representa más de 70 por ciento del aparato productivo nacional. Mediante conglomerados como Conindustria, Fedecámaras y Venamcham, históricamente el sector privado ha criticado las políticas sociales del Gobierno de la Revolución Bolivariana.
La violenta campaña de medios corporativos contra Venezuela
Con un total de 1.315 notas negativas escritas en contra de Venezuela en los últimos tres meses, medios corporativos de gran influencia global y regional han desplegado una feroz campaña para movilizar a la opinión pública mundial a favor de una intervención internacional en Venezuela.
Es en momentos álgidos de la política venezolana, desde hace 17 años a la fecha, que los medios de comunicación de alcance global sacan a relucir para qué fueron diseñados.
Basta recordar el golpe de Estado del año 2002 en Venezuela y el paro petrolero siguiente, cuando CNN y Fox News (entre otros) y sus antenas repetidoras en Venezuela (El Nacional, El Universal, etc.) desarrollaron una intensa campaña de deslegitimación internacional del liderazgo de Hugo Chávez y del chavismo como fuerza política naciente. El objetivo: darle soporte y blindaje, siempre en nombre de la “democracia” y la “sociedad civil”, al asalto violento del poder político en el país por parte de la casta empresarial representada por Fedecámaras.
La política exterior de Estados Unidos y del Reino de España, con el binomio Bush-Aznar a la cabeza, encontraron el terreno perceptivo preparado y a disposición para reconocer internacionalmente la asunción golpista de un multimillonario rentista en el poder, Pedro Carmona Estanga, nombrado “empresario perseguido” por la mediocracia global.
En la actualidad al igual que en aquellos días de abril permanece como eje discursivo y de propaganda en contra del país la supuesta “violación de los derechos humanos” y la “represión” a la sociedad civil, así como el ataque directo al liderazgo chavista, pero ahora con el peligroso aditivo del expediente internacional de la “crisis humanitaria” y del “Estado fallido”: dos pilares fundamentales de la propapaganda prointervención aplicados con severidad en Libia y Siria.
El objetivo sigue siendo la destrucción del liderazgo chavista
Pero después de la muerte del Comandante Chávez, la campaña por la destrucción del liderazgo chavista tendría otros medios corporativos en la primera línea de fuego y a otras figuras representantivas como objetivo prioritario.
Fue así como en mayo del año pasado el medio español ABC (que tiene dentro de sus grandes accionistas a los bancos privados BBVA y Santander) y The Wall Street Journal (propiedad de la corporación mediática News Corp) diseñaron un bodrio mediático de amplio alcance para posicionar a Diosdado Cabello como un agente del narcotráfico ante la opinión pública mundial. Fue la primera gran operación de propaganda en contra de figuras importantes del chavismo después de la muerte de Hugo Chávez, la cual constituye el hilo conductor para el resto de los ataques que han surgido durante los últimos meses.
En Misión Verdad escribimos sobre las inconsistencias de esta operación y sobre sus objetivos políticos.
Pero The Wall Street Journal es sólo un medio del gigantesco conglomerado de News Corp (propiedad del empresario Rupert Murdoch). A continuación el resto de aparatos de propaganda de alcance global que maneja semejante corporación, líder en el mundo por cantidad de medios y audiencias: sólida garantía para que el discurso antichavista y su réplica internacional como “Estado fallido” sea homologado mundialmente en un universo de medios que van desde canales de noticias, infantiles, deportivos y de farándula hasta estudios y productoras de cine en Hollywood.
El control mediático y psicológico sobre la audiencia mundial es casi absoluto, tanto así que medios y laboratorios de guerra sucia como La Patilla, El Nacional o El Estímulo, por mencionar los más resaltantes, tienen a estos medios como sus principales proveedores de contenidos y discursos para cartelizar la campaña a lo interno. Poco importa que se llamen “independientes” o defensores de la “libertad de expresión”, cuando su parrilla de informaciones viene dada por lo que expresan los dictadores de la comunicación global.
Detrás de los medios de alcance global siempre hay un banco y/o un empresario
Antes de analizar las últimas publicaciones que componen en la actualidad la agresiva campaña global contra el país, es necesario precisar qué empresarios, bancos y corporaciones están detrás de los medios que más golpes de efecto a la opinión pública mundial y regional ejecutan.
• The New York Times es propiedad del banco Black Rock y de grandes fondos de cobertura como State Street o Vanguard.
• Los más grandes accionistas de El País, que a su vez forma parte del Grupo Prisa, son los bancos BNP Paribas, Bank of America y Deutsche Bank.
• The Washington Post tiene como propietario a Jeff Bezos, dueño también de la corporación de compra/venta de mercancías y productos tecnológicos, Amazon.
Quienes nos atacan insistentemente no son un grupo de periodistas que realmente les preocupa la situación de Venezuela, sino los aparatos de propaganda de grandes empresarios, bancos y corporaciones financieras: los verdaderamente preocupados en que un cambio político en Venezuela, así sea por la vía de la intervención internacional, les registre los beneficios económicos que a lo largo de 17 años el chavismo les ha negado.
Ahora sí: el relato y el eje propagandístico de la campaña mediática mundial que se desarrolla en contra del país
Todos estos medios tocan tres puntos fundamentales del relato contra Venezuela: “Crisis humanitaria”, “Estado fallido”, “Intervención internacional”, como lo demuestran las publicaciones recientes más relevantes:
• The New York Times apela en su editorial del 17 de mayo al discurso oenegero de la represión y la violación sistemática de los derechos humanos por parte de los cuerpos de seguridad del Estado, mientras recomienda seguir apuntando a la campaña de socavamiento chavismo adentro. Nicholas Casey, corresponsal del medio en Caracas y Latinoamérica, realizó un reportaje sobre el sistema hospitalario de Venezuela hace tres días, el cual define la puesta en escena y las trágicas imágenes replicadas por todos los medios nacionales e internacionales sobre la “crisis humanitaria” y la necesidad de una “intervención humanitaria”. Es la postal que tanto necesitaban los lobbys y altos operadores de Estados Unidos y la Unión Europea para arreciar sus pronunciamientos y movimientos en contra del chavismo.
• Dentro de los objetivos, el medio que fue más explícito fue The Washington Post, cuyo editorial del 13 de abril se dedicó a clamar por una intervención de organismos internacionales ante “la crisis” venezolana. Se parece igualito al relato que usaron los grandes consorcios que aparecen en las infografías para meter el dedo en la llaga en el cuadro del Estado forajido sirio, cuando en realidad ocurría una guerra entre grupos mercenarios aupados por vecinos de la petroligarquía wahabista y el Ejército Árabe Sirio.
• ABC no sólo participó junto a The Wall Street Journal en la operación de satanización de Diosdado Cabello, su guerra cotidiana de la información contra Venezuela es una tarea que sus dueños y operadores toman a pecho. En la portada del diario, día 16 de mayo, vuelve a usar la imagen del presidente Maduro y convierte el relato de los derechos humanos ultrajados por el Estado en una novela rosa. No por ello el cuchillo deja de tener filo, puesto que incluyen declaraciones de Joe Biden como sustento esencial de la acusación.
• El País español también hace lo propio, porque es un mantra del Grupo Prisa: el chavismo es malo y Maduro un vástago del diablo -ni hablar de Diosdado-, dicen en columnas, reportajes, notas editoriales y seden portadas, así como el resto del circo mediático español, del cual de Maduradas y La Patilla pabajo se hacen eco.
• The Wall Street Journal lanza mínimo una nota a la semana en donde menciona a Venezuela. Su corresponsal Kejal Vyas hace la labor de desinformar sobre el racionamiento eléctrico y la compleja situación económica que atraviesa el país, colocándolas como una decisión tomada del presidente Nicolás Maduro (y por esa razón debe salir del poder por la vía de la fuerza) y no como el resultado de una situación objetiva ocasionada por la sequía y la baja de los precios del petróleo. Entre sus artículos más tóxicos, se encuentra aquel que escribiera en meses pasados sobre la desesperada “importación de billetes” por parte del Banco Central de Venezuela y el último sobre el Arco Minero, donde se encarga de encubrir la baja de El Topo como parte de la estrategia del Estado venezolano para controlar dicha zona estratégica para el país. Es decir, para Kejal Vyas y The Wall Street Journal el Estado no está luchando contra el paramilitarismo (que ellos mismos niegan y hasta llaman “hampa común”).
Los ejes discursivos de “crisis humanitaria” y “Estado fallido o forajido” son los más importantes a la hora global de hablar sobre Venezuela. La demonización del chavismo desde todos los frentes, mientras se dinamizan los demás escenarios de guerra, con especial énfasis en tirarle directamente a los cabecillas del chavismo como lo son Nicolás Maduro y Diosdado Cabello, ubicándolos como responsables de la compleja situación que atraviesa el país.
Este intensiva campaña mediática en contra del país tiene varios objetivos que esperan ser consumados con celeridad: programar la opinión pública mundial en contra del chavismo en su conjunto como fuerza política, allanar el terreno perceptivo que justifique la generación de caos interno y la violencia declarativa de altos operadores de la política mundial e intentar moldear la política exterior de los gobiernos de la región para que se incluyan en esta ofensiva que busca, sobre todo, restarle capacidad de maniobra geopolítica e internacional al país.
La estrategia de “cerco y asfixia” no tiene sentido si su vanguardia no son los aparatos de propaganda de los poderes financieros más importantes del planeta.
Al final del día, el resultado de esta ofensiva mediática por la intervención en Venezuela tiene como resultado que cada vez que se coloca en un buscador de Google la palabra “chavismo”, “Nicolás Maduro” y “Diosdado Cabello”, o cada vez que alguien compra la prensa y prende la televisión para informarse de lo “que pasa” en el país, sea desde Estados Unidos, España, Europa o el resto de los países de la región, siempre exista una opinión tan negativa y criminal sobre el chavismo que termina convirtiéndose en una necesidad cualquier operación en su contra, por más salvaje y agresiva que sea.
Es ahí donde radica la dictadura de los medios de alcance global, amalgamada con ONGs y tanques de pensamiento (think-tank) financiados por los mismos bancos y corporaciones. Construir un discurso global en contra del chavismo y promover la intervención internacional en Venezuela como única vía para que el país salga de la crisis que generaron la misma casta empresarial del año 2002, ya es en sí mismo un acto de guerra.
Acto de guerra, que contrario al análisis convencional expresado por académicos y estafadores de la palabra, es capitaneada por actores privados que sólo responden a sus intereses económicos y empresariales y no a Estados o gobiernos, específicamente en el país con las mayores reservas de petróleo del mundo y con los más altos niveles de participación política de la población: Venezuela.
Bonus track
En las dos siguientes infografías podemos notar numerosas marcas y empresas de productos audiovisuales, seriales o películas, en pocas manos. Cada conglomerado de medios corporativos tiene acciones en las bolsas, juegan a la propaganda en contra de países soberanos y financian cantidades industriales de periódicos, revistas, radios y canales de televisión, incluso cableras. El control de los medios es total y sólo responde a unas pocas corporaciones. De ahí la gravedad de lo denunciado el día 17 de mayo por el presidente Nicolás Maduro.
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