¿Valores occidentales? El régimen neonazi de Kiev se une a los terroristas de Al Qaeda en Siria

Editorial de Fundación para la Cultura Estratégica. En Fundación para la Cultura Estratégica. Traducción de Comunidad Saker Latinoamérica

Aunque esta editorial no nombra al ente terrorista “Israel”, lo que es una omisión llamativa (es sabido que los heridos de Al Qaeda han sido curados en hospitales en “Israel” y da la casualidad que justo luego del alto el fuego en la guerra contra El Líbano se desata esta ofensiva en Siria), los informes de que las fuerzas especiales militares ucranianas están ayudando de manera crucial a los terroristas yihadistas en Siria no deberían sorprender a nadie, excepto quizás a los consumidores de los medios de comunicación occidentales. La guerra, paso a paso, escalada por Occcidente, se va generalizando hacia una dimensión mundial…

No hay duda de que la participación del ejército ucraniano en Siria ha sido orquestada por los patrocinadores de la OTAN del régimen de Kiev.

Los informes de que las fuerzas especiales militares ucranianas están ayudando de manera crucial a los terroristas yihadistas en Siria no deberían sorprender a nadie, excepto quizás a los consumidores de los medios de comunicación occidentales.

El hecho de que el régimen neonazi de Kiev esté ahora abiertamente alineado con redes terroristas en Siria es totalmente coherente con los nefastos objetivos imperialistas occidentales.

Las aparentes contradicciones o sorpresas surgen sólo si uno cree: a) que el régimen de Kiev es un gobierno democrático en lugar de una junta neonazi que glorifica a los colaboradores del Tercer Reich; b) que los militantes en Siria son “rebeldes” de buena fe que luchan una “guerra civil” para liberar a Siria de una dictadura en lugar de ser grupos terroristas yihadistas encargados por patrocinadores occidentales por un cambio de régimen; y c) que los valores occidentales tienen que ver con la democracia y el respeto al derecho internacional en lugar de priorizar los intereses hegemónicos sin importar cuán criminales sean los medios.

Lo que ocurre en Ucrania y Siria está sistemáticamente relacionado, no es un hecho fortuito, porque los dos conflictos tienen una misma raíz: las intrigas imperialistas occidentales.

Hace varias semanas, medios de comunicación turcos y rusos informaron de forma fiable que el régimen de Kiev había negociado un acuerdo con militantes en Siria para suministrar drones. Hasta 250 efectivos ucranianos fueron desplegados en la región norteña de Idlib, en Siria, que es un enclave del grupo terrorista Hayat Tahrir al-Sham (HTS) y otras milicias yihadistas. Todos estos grupos son escisiones de la organización terrorista Al Qaeda que las agencias de inteligencia militar estadounidenses y británicas crearon en Afganistán para luchar contra la Unión Soviética, y luego ayudaron a su aliado afgano (1979-1989).

Cuando el HTS lanzó su ofensiva la semana pasada para capturar Alepo (la segunda ciudad más grande de Siria), la dramática victoria fue posible en gran parte gracias al novedoso despliegue de drones proporcionados por el ejército ucraniano. Se informa que la unidad de comando Lobos Blancos ha desempeñado un papel vital en la ofensiva relámpago del HTS. Se dice que los Lobos Blancos están bajo el control de la inteligencia militar ucraniana (SBU), que, a su vez, está trabajando mano a mano con la CIA, el MI6 y otros servicios de inteligencia militar de la OTAN.

No hay aquí ninguna coincidencia fortuita sino más bien una campaña estratégica.

La guerra por delegación instigada por la OTAN en Ucrania está resultando atroz para Estados Unidos y sus socios europeos. Rusia está ganando decisivamente esa guerra, que estalló en febrero de 2022 cuando Moscú lanzó su Operación Militar Especial para frustrar años de agresión de baja intensidad patrocinada por la OTAN utilizando brigadas terroristas neonazis. El régimen neonazi de Kiev se instaló en 2014 en un golpe de Estado respaldado por la CIA, que Occidente valoriza como un movimiento pro democracia.

Durante los últimos tres años de la guerra híbrida de la OTAN en Ucrania, se han trasladado militantes desde Siria para luchar contra las fuerzas rusas. HTS y el Estado Islámico (ambas organizaciones consideradas terroristas a nivel internacional) suministraron los militantes.

Oficialmente, incluso Estados Unidos y los miembros de la OTAN proscriben a HTS y al EI como grupos terroristas.

Sin embargo, los medios occidentales se entregan a la farsa de sus gobiernos. Lo que los medios occidentales no informan es que los yihadistas en Siria fueron patrocinados y utilizados como armas por la administración Obama a partir de 2011 como parte de un proyecto de la CIA llamado Operación Timber Sycamore, como informó el periodista de investigación Seymour Hersh. El objetivo era derrocar al gobierno del presidente sirio Bashar al-Assad en una operación de cambio de régimen bajo la apariencia de una “guerra civil”. Eso serviría a varios propósitos estratégicos para los EE. UU. y sus aliados de la OTAN, incluyendo romper el Eje de Resistencia apoyado por Irán contra Israel y socavar el dominio de Rusia como proveedor de energía a Europa con la construcción de nuevos oleoductos a través de Siria facilitados por un nuevo régimen pro-occidental en Damasco.

La intervención militar rusa en Siria en 2015 puso fin a la guerra de poder de Estados Unidos y la OTAN para lograr un cambio de régimen. En 2020, el ejército mercenario yihadista restante estaba confinado en Idlib. Los militares estadounidenses y turcos siguieron ocupando ilegalmente zonas del norte de Siria y patrocinando a grupos terroristas (mientras afirmaban estar combatiendo el terrorismo).

Los medios de comunicación occidentales informan de forma engañosa sobre el recrudecimiento de la campaña de cambio de régimen en Siria como una renovación de la “guerra civil” que supuestamente comenzó en 2011. También resulta incongruente que los medios occidentales describan a los militantes con términos blanqueados como “rebeldes”. Se trata de una omisión flagrante y un encubrimiento del hecho de que la última ofensiva para capturar Alepo y la ciudad de Hama, al sur, está dirigida por la organización terrorista Hayat Tahrir al-Sham. Los medios occidentales están encubriendo asiduamente los orígenes de HTS como una escisión de Al Qaeda y el Estado Islámico (EI o ISIS). El encubrimiento también oculta que Estados Unidos y sus aliados de la OTAN patrocinaron activamente a estas organizaciones terroristas en Siria para lograr un cambio de régimen.

No hay duda de que la participación del ejército ucraniano en Siria ha sido orquestada por los patrocinadores de la OTAN del régimen de Kiev.

El eslabón más plausible de esta expansión de la guerra es Turquía, miembro de la OTAN. Ankara está detrás de los grupos terroristas islamistas, proporcionándoles armas e inteligencia, además de proporcionar un puente logístico para que las milicias viajen a Ucrania y Siria y viceversa.

El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, parece haber cometido un acto traicionero contra un supuesto acuerdo de paz – los Acuerdos de Astaná – negociado con Rusia, Irán y Siria sobre el control del enclave yihadista en Idlib.

Erdogan ha sido un firme partidario del régimen de Kiev, al que ha suministrado drones y otras armas. Es lógico que Erdogan se mostrara receptivo a un plan de la OTAN para abrir un segundo frente en Siria con el fin de socavar la operación militar rusa en Ucrania. También existe un factor de venganza tanto para Estados Unidos como para Turquía por la derrota anterior en Siria a manos de Rusia e Irán, aliados de las fuerzas estatales sirias.

Para cualquiera que siga de cerca los conflictos en Ucrania y Siria, prestando atención a la historia del terrorismo de Estado patrocinado por Occidente en ambos casos, no es extraño ni sorprendente que el régimen de Kiev esté involucrado en Siria. Estamos viendo a un agente terrorista ayudando a otro agente terrorista. La confusión o la duda solo surgen debido a las falsas narrativas que los medios occidentales están difundiendo sobre Ucrania y Siria y los supuestos “valores occidentales” benignos.

Si los “valores occidentales” se entienden correctamente como maquinaciones imperialistas nefastas en pos del control hegemónico, entonces la relación del régimen de Kiev con los terroristas en Siria es una conclusión sin fisuras, porque ambos tienen los mismos amos occidentales.

One Comment

  1. Libros XLibre said:

    Hay un refrán que dice “El que con niños se acuesta, meado amanece”; los que se asocian con fanáticos religiosos o terroristas suelen terminar traicionados. Mi pésame para Siria, Líbano y Palestina, lo tienen verdaderamente incierto y complicado.

    7 December, 2024
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