Queridos amigos, ¡Cristo ha Ascendido!
He disfrutado un descanso que me era muy necesario, pero no pude olvidarme completamente del blog y algunos eventos actuales. Muchos me han pedido mi reacción al encuentro entre al Patriarca Kirill y el Papa Francisco, lo que en su tiempo decidí no comentar. El momento simplemente no me pareció el apropiado y tampoco yo estaba listo. Sin embargo, durante esta pausa, mi mente de forma natural volvió a los temas espirituales y así fue como decidí hacerlo, ahora o nunca, si no encaro los aspectos religiosos que rodean el asunto, nunca tendré el tiempo ni la energía para hacerlo después. Así es que escribí el artículo abajo. Se darán cuenta de que no se enfoca en este encuentro, ya que éste es solo la punta de un iceberg mucho más grande. Decidí encarar, no el iceberg entero, pero sí un buen pedazo de éste. Espero que al menos algunos de Uds. encuentren algún mérito en esto. A los demás sólo les digo que no se preocupen. Este será probablemente un ejercicio único y el blog volverá a sus temas normales.
Abrazos y saludos,
The Saker
Una visión negativa del cristianismo y de la religión en general
Vivimos en una sociedad post-cristiana, no sólo porque los verdaderos cristianos son ahora una pequeña minoría, sino también porque cultural y espiritualmente nuestra sociedad casi completamente ha diezmado los lazos que una vez tuvo con el cristianismo original de la Iglesia temprana. Una de mis citas favoritas “Dios creó al hombre a su imagen y semejanza y el hombre le devolvió el favor”. Este aforismo es tan bueno que se le ha atribuido a Mark Twain, Jea-Jaques Russeau, George Bernard Shaw, Bertrand Russel, Frank Wedekind and Voltaire. Creo que esta frase contiene el mejor resumen de lo que es la Cristiandad del siglo 21. Lo que quiero hacer hoy es, expresar unas pocas vistas negativas de la Cristiandad y religión en general. Cuando digo “negativo”, no quiero decir cosas malas acerca de ella, sino más bien decir lo que *no* es. Créanlo o no, esta es una forma de discurso teológico ancestral llamado “apofático” o “teología negativa” (opuesta a la “catafática” o “teología positiva”) – una teología que en lugar de describir lo que Dios es, intenta describirle diciendo lo que Él no es. Lo que quiero hacer es aplicar la misma metodología al concepto de religión y de Cristiandad en particular, y describir lo que no es. No entraré en cavilaciones teológicas elevadas y abstractas, sino que me mantendré tan simple y directo como me sea posible.
Por supuesto, al establecer lo que no es, implicaré que lo que la Cristiandad era/es, es algo objetivo y no sólo el producto de un consenso social o la opinión de la mayoría de la gente, sino algo que puede ser descrito, pero no redefinido o formado por una opinión. En otras palabras, hubo/hay una “Verdadera Cristiandad” la cual es verdadera en el entendimiento eslavo de la palabra Istina o del hebreo Emet (ver aquí para la explicación de “verdad de acuerdo al contenido”). Sin embargo, no es mi propósito hoy describirla de manera positiva, aunque sólo sea porque esto sería algo infinitamente más complejo y sutil que describir lo que *no* es.
Los tres “niveles de satisfacción religiosa”
Uno de los grandes teólogos ortodoxos del siglo 20, el Padre Lev Lebedev, solía decir que la gente encuentra tres tipos de “satisfacciones” cuando van a la Iglesia: a nivel espiritual, a nivel psicológico y a nivel emocional. Lo que quiso decir, fue que la gente diferente atiende los servicios religiosos por motivos diferentes – algunos buscan una interacción con Dios en la oración, otros encuentran consuelo a sus sufrimientos mientras que otros se sienten elevados por la belleza estética de la ceremonia religiosa en sí misma. El Padre Lev correctamente estableció que idealmente uno debería experimentar todos ellos en diferentes niveles simultáneamente ya que éstos son complementarios y no excluyentes entre sí.
El Padre Lev describió lo que él observó, como clérigo de la Iglesia Ortodoxa Rusa en los años 1980’s y 1990’s z creo que esto de alguna forma limitó su visión del asunto. Lo que yo quisiera es intentar ahora es describir otras razones que hacen a las personas identificarse como cristianos/ortodoxos y que es lo que no tiene absolutamente nada que ver con la verdadera religión, Cristiandad u Ortodoxia.
Las religiones como base de los valores éticos
Mucha gente hoy en día generalmente aprueba los llamados “valores cristianos” los cuales son básicamente los Diez Mandamientos y varios lineamientos éticos que se derivan de ellos: no robar, no mentir, ser amable con los demás, ser honesto, vivir con modestia, ser creyente, etc. Estas son las personas que dirán que la religión juega un papel moral positivo y un rol educacional en la sociedad, que una sociedad no religiosa inevitablemente pierde el sentido del bien y el mal, que los altos ideales son necesarios para vivir una vida provechosa. La “necesidad” de éste tipo de religión es simple: Dostoievski dijo “si no hay Dios, todo está permitido” – simplemente no hay manera de definir “bueno” y “malo” a menos que se pueda sujetar estos conceptos a un absoluto, fuente/origen trascendental de su definición. Robar no es lógicamente inherentemente malo – es malo porque “Dios lo dice”. Pienso en este como un Dios “utilitario”: nosotros nos inventamos un “Dios” quien no recomienda vivir de acuerdo a los principios que nos gustan. ¿Creen que estoy exagerando? Bien, voy a darles un ejemplo simple: imaginen a todas las personas que condenan el Islam por aceptar la pena de muerte para ciertos crímenes y los que dicen “¿cómo puede una religión practicar la pena capital? Esto es inhumano – yo no acepto esto”. Hay que hacer notar que esta gente nunca se hace una pregunta simple y básica: ¿Qué pasa si Dios aprueba la pena de muerte? Esto, no les importa. Esta gente no rechaza el Islam porque no creen que exista Dios o porque no creen que Mahoma era Su profeta – ellos rechazan el Islam porque no les gusta lo que enseña el Islam, indiferentemente de la existencia de Dios o quién haya sido Mahoma, o si acaso fue o no Su profeta. Esta es la misma posición de la gente que rechaza la Cristiandad Latina por no aceptar el divorcio o el control de la natalidad: ellos simplemente rechazan cualquier religión cuyas enseñanzas no coinciden con las suyas propias – y al infierno (valga el juego de palabras) con cualquier realidad objeti
objetiva. Esta es exactamente la gente que se “crea” un “Dios” de acuerdo a su propia imagen.
La religión es una forma de auto-definición nacional
¿Conoce Ud. la diferencia entre un serbio, un croata y un bosnio (a saber, un musulmán de Bosnia)? Su religión. Con esto no quiero decir que no haya otras diferencias entre estos eslavos del sur o que no se puede ser un serbio, un croata o un bosnio y ateo, o budista. Pero la causa de raíz, el centro del desarrollo histórico de las diferencias entre estos grupos definitivamente se origina del hecho que los croatas son Latinos (a saber, católicos romanos), los serbios son cristianos ortodoxos y los bosnios son musulmanes.
Debemos recordar que el nacionalismo realmente es una invención europea occidental del siglo 19 y en la mayor parte de la historia de la humanidad la gente se definía a sí misma de acuerdo a su lugar de nacimiento (en sentido local, pueblo o villa) de acuerdo a su pertenencia a un líder (emperador, señor feudal, líder tribal, etc.) y a veces de acuerdo a su religión. Por ejemplo, el Imperio Otomano reconocía al Patriarca Ortodoxo de Constantinopla como “el guía de la nación romana” (rum millet) o “millet bashi” como un etnarca cuya autoridad se extendía sobre los ortodoxos cristianos del Imperio Otomano sin importar su etnia ni su afiliación lingüística. Ud. podía ser armenio o persa, árabe o serbio – si Ud. era ortodoxo el “millet bashi” hablaba por Ud. y era su líder.
En cuanto a la muy sufrida gente de Gagauz (cristianos turcos ortodoxos) ellos originalmente fueron considerados “griegos” por los turcos, mientras muchos griegos pensaban que eran “turcos” en el siglo 19.
Otro ejemplo: en el Imperio Ruso, los caraítas no eran considerados judíos. De hecho, el Imperio Ruso nunca discriminó a la gente en base a lo que hoy llamaríamos su origen étnico, sino que definía su “nacionalidad” de acuerdo a su religión. De hecho, muchos Zares rusos fueron de raíz étnica alemana.
Hoy los imperios se han ido, pero de Ulster a Bosnia e incluso a Rusia, la religión se ha convertido en una especie de identidad nacional: “soy ortodoxo porque soy ruso, o soy musulmán porque soy kazajo”. Mi reacción personal a este tipo de “patriotismo religioso” es que esta gente simplemente se adora a sí misma. Piénselo: cualquier religión real, en teoría, es universalista: si todos somos criaturas del mismo Creador e hijos del mismo Padre, entonces todos somos hermanos y hermanas y nuestra etnia, cultural, lingüística o idiosincrasia regional debería ser completamente irrelevante al profundo lazo espiritual uniéndonos a todos unos con otros.
Esto es exactamente lo que Malcolm X dijo cuando volvió de su peregrinaje a la Meca donde el Islam tradicional le hizo abandonar todas sus visiones racistas acerca de los “demonios blancos de ojos azules” y todo el resto de insensateces predicadas por las sectas pseudo-musulmanas de la “Nación del Islam” de Mahoma Elijah.
Esta es también la razón por la cual los nazis no pudieron aceptar las enseñanzas sin ambigüedades del Nuevo Testamento acerca de los judíos: No hay judío ni griegos, no hay esclavos ni libertos, no hay hombre ni mujer: porque todos sois uno en Cristo Jesús (Gal 3:28); Porque en Cristo Jesús ni la circuncisión ni la incircuncisión significan nada, sino la fe que obra por amor (Gal 5:6); La circuncisión nada es, y nada es la incircuncisión, sino el guardar los mandamientos de Dios.(1Cor 7:19 ); ya que por un Espíritu fuimos bautizados en un cuerpo, seamos judíos o gentiles, seamos esclavos o libres y todos hemos tenido que beber en un Espíritu (1Cor 12:13).
La triste e inevitable verdad es que en cada caso de “nacionalismo religioso”, la religión siempre está al servicio del nacionalismo y la religión se convierte en un medio complementario para la conquista de un objetivo nacionalista aún mayor: proclamar algún tipo de “aprobación de Dios” a una rabiosa forma de nacionalismo y realmente, auto-adoración. Como si Dios se preocupara por, o siquiera se interesara en nuestra mezquina agenda nacionalista!
Un maravilloso sacerdote ortodoxo ucraniano me dijo una vez, “¡cómo pueden los nacionalistas siquiera pensar en sus asuntos nacionalistas cuando los ángeles están parados junto a mí en el altar!”. Por supuesto, tenía toda la razón. Los religiosos nacionalistas también son la clase de gente que crea a Dios de acuerdo a su propia imagen.
La Religión es un poderoso instrumento del aparato estatal
Las dos formas de “religión utilitaria” descritas arriba son frecuentemente usadas como un instrumento para fomentar patriotismo y responsabilidad social.
Tristemente, hay mucho de esto en Rusia. El comunismo, al menos en su versión soviética, ha sido bastante rechazado, al menos por la mayoría de la gente, y la reputación del capitalismo es un cadáver en Rusia actualmente. Ciertamente, algunas ideas comunistas/socialistas aún son muy respetadas y proclamadas y la mayoría de los rusos quiere tener la oportunidad de tener su propio negocio y ganar buen dinero. Pero ni el capitalismo ni el comunismo pueden jugar el papel que la Ortodoxia ha jugado en Rusia desde el siglo 17 o la ideología marxista durante la era soviética. Ésta es la razón por la cual frecuentemente se ven políticos rusos diciendo que “Rusia necesita una idea nacional”. Éste no es un vacío espiritual, sino uno ideológico y, tristemente la Iglesia Ortodoxa Rusa oficial (el llamado “Patriarcado de Moscú”) ha estado muy dispuesto a llenar este vacío ideológico. Como resultado de esto, los oficiales de policía han sido reemplazados por sacerdotes, las ceremonias oficiales ahora casi siempre involucran un clérigo y el “Patriarca” juega un papel político muy importante en esta época. De muchas formas, este ha sido un desarrollo muy positivo ya que ha dado a los rusos una posibilidad de explorar individualmente sus propios sentimientos y su interés por la religión en general y por la Ortodoxia en particular, pero esto también tiene un aspecto extremadamente nocivo en millones de potenciales cristianos ortodoxos quienes se han alejado de éste tipo de Ortodoxia, porque su obvio servilismo al Estado, su agenda y sus políticas. Se puede creer que no hay razones para que el Patriarcado de Moscú no apoye a Putin, y yo estoy de acuerdo, pero, ¡ay!, eso es lo que el Patriarcado de Moscú hizo con Yeltsin e incluso durante los líderes soviéticos.
Como resultado, la situación de la Cristiandad Ortodoxa en Rusia es bastante parecida a la Cristiandad Latina en Suramérica: la verdadera piedad está confinada a las parroquias mientras que todo lo que se sitúa por encima de éste nivel está impregnado de política y cinismo. Tal y como lo describí en un artículo anterior, en los últimos años de los 1920’s la Ortodoxia rusa estaba dividida al menos en 4 ramas principales (a las cuales se podrían añadir varias denominaciones de antiguos ritos) y la única razón por la cual la rama actualmente conocida como “oficial” fue elegida (¡por el Estado durante la era soviética!) como la más apropiada, es porque era absolutamente 100% leal al Estado Soviético, así como ahora es leal al Estado Ruso. ¡Sí!, sumisión total a un poder estatal secular es tristemente el “criterio de Ortodoxia”, la única razón por la que el Patriarcado de Moscú ha sido elegido la Iglesia “oficial” ortodoxa de este tiempo.
Quiero hacer notar que éste no es un problema exclusivo de Rusia, sino que exactamente lo mismo ocurre en muchos otros países “oficialmente” ortodoxos, especialmente en Europa Oriental (Rumania, Bulgaria). Por cierto, se puede observar el mismo fenómeno en mucho del mundo musulmán, donde los regímenes políticos deciden qué rama del Islam es la considerada “correcta” y cuál será encerrada en las cárceles. E igualmente como en la Iglesia Ortodoxa, vemos instituciones “oficiales” islámicas extender exactamente el mismo tipo de fatuas que el estado necesita para obtener apoyo a sus políticas.
Por supuesto, nada de lo anterior tiene nada que ver con Jesucristo o Mahoma, aún más nada de lo anterior tiene nada que ver con religión como tal. Esta es una manifestación típica de la religión como instrumento de estatismo, el cual Marx y Lenin identificaron hace bastante tiempo. Pero donde Marx y Lenin estaban equivocados, por supuesto, fue cuando dijeron que todas las religiones deberían ser de esta forma, que las religiones son inherentemente un instrumento de poder. La historia de la Ortodoxia y el Islam todas están llenas de ejemplos de Obispos y Sheikhs e incluso jerarquías eclesiásticas completas “entregándole al Cesar lo que pertenece a Dios” y “sirviendo a dos amos”. Pero también se encuentran ejemplos increíbles en la Ortodoxia e Islam, donde valientes líderes han desafiado abiertamente los poderes terrenales (creo que el Patriarca Hermógenes de Moscú o Husayin ibn Ali).
Esto no es nada nuevo, y no tiene nada que ver con la religión: es un fenómeno profundamente humano que se encuentra presente a través de toda la historia de la humanidad y en cada lugar donde hay poder. El poder ciertamente corrompe, y también corrompe a los líderes religiosos.
En occidente, la tendencia de reemplazar una cristiandad mística con una forma de “dominación sacralizada secular” comenzó inmediatamente después de la caída del imperio romano occidental (en 476 DC) y la subsecuente separación de la Roma dominada por los francos del resto de la cristiandad romana cristiana (en 1504 DC) la cual sobrevivió al imperio por un milenio completo (exactamente hasta 1453 DC). En 1075 ya el papado adoptó un documento asombroso que se dio a conocer como el Dictatus Papae (o Dictado Papal) que contenía los 27 principios, los cuales nunca antes habían sido parte de las enseñanzas de la Iglesia temprana y la Iglesia de los Padres. Aquí está la lista completa: (fuente)
1.- Que la iglesia romana fue fundada por Dios solo
2.- Que el pontificado romano solamente tiene el derecho de ser llamado universal
3.- Que sólo él puede elegir y deponer obispos
4.- Que, en un concilio su legado, aun siendo de menor rango, está por encima de todos los obispos y puede pasar sentencia o disposición aún en contra de ellos
5.- Que el Papa puede deponer al ausente
6.- Que, entre otras cosas, no debemos permanecer en la misma casa que los excomulgados por él
7.- Que soólo a él le es permitido, de acuerdo a las necesidades del tiempo, promulgar leyes, convocar nuevas congregaciones, convertir en abate de un canónigo; y por otra parte dividir los obispados ricos y unir los pobres
8.- Que sólo él puede usar la insignia imperial
9.- Que los prícipes sólo besarán los pies del Papa
10.- Que sólo su nombre sea dicho en las iglesias
11.- Que su título (Papa) es único en el mundo
12.- Que se le permite a él, deponer emperadores
13.- Que él tiene la potestad de transferir obispos si es necesario
14.- Que él tiene el poder de ordenar un clérigo de cualquier iglesia que desee
15.- Que el que sea ordenado por él puede presidir sobre otra iglesia, pero no puede asumir una posición subordinada, y que tal persona no pueda recibir un grado superior de ningún obispo
16.- Que ningún Sínodo podrá llamarse general sin su mandato
17.- Que ningún libro ni capítulo podrá llamarse canónico sin su autorización
18.- Que un veredicto aprobado por él no puede ser retractado por nadie, y que él solamente y sólo él puede retractarlo
19.- Que él mismo no puede ser juzgado por nadie
20.- Que nadie osará a condenar al que apele a la silla papal
21.- Que a este último deberán referirse los casos más importantes de cada iglesia
22.- Que la iglesia romana nunca ha errado, nunca errará por toda la eternidad, con testimonio de la Escritura
23.- Que pontífice romano, si acaso fue ordenado canónicamente, será indudablemente hecho santo por méritos de San Pedro, San Enodio de Pavia dando testimonio y muchos padres santos de acuerdo con él. Como está escrito en el decreto de San Símaco el Papa.
24.- Que, de su mandato y consentimiento, puede ser legal para sus subordinados, traer acusaciones
25.- Que él puede deponer y reinstalar obispos sin necesidad de establecer un sínodo
26.- Que todo aquel que no esté en paz con la iglesia católica no puede ser considerado católico
27.- Que él puede absolver sujetos de su vasallaje a hombres malvados.
Cada una de éstas nuevas reglas está en total contradicción con los anteriores 1000 años de historia de la iglesia, que solía llamarse católica no solamente debido a su naturaleza universal, sino también porque estaba basada en reuniones conciliares (incluido todo) donde todos los obispos eran considerados iguales y ninguna autoridad era reconocida como superior dentro de tal concilio de obispos.
Sólo dos décadas después de haberse separado él mismo del mundo cristiano, en 1504, el Papa se declaró a sí mismo una especie de “obispo-súper-absoluto”, en 1075, algo nunca antes oído, y luego seguidamente, en 1096, el Papado declaró la primera “cruzada”. ¿En serio alguien cree que esto pueda ser una coincidencia?
A menos que alguien crea que esto es una casualidad y que el Papa Gregorio VII era simplemente una persona insensata, yo añadiría que el Papa Gregorio VII fue beatificado por el Papa Gregorio XIII en 1584 y canonizado en 1728 por el Papa Benedicto XII, así es que esto es un asunto muy, muy oficial, no los lunáticos desvaríos de un megalómano aislado. Por esto es que el Gran Inquisidor de Fedor Dostoievski tiene la audacia de hacer callar a Cristo mismo, y decirle “Ud. no tiene ningún derecho a cambiar una sola sílaba a aquello que ya fue expresado por Ud. anteriormente”: porque el Papado siempre se ha considerado a si mismo por encima de Dios (y de su Iglesia).
Esto no es diferente de la no menos megalomaníaca aclamación de los fariseos talmudistas (también conocidos como judíos ortodoxos, en denominación oficial moderna) que un rabí puede “discutir con Dios”, ganar el debate o aun gobernarlo y “corregir su creación”. Realmente no es una sorpresa que el fariseísmo talmúdico eventualmente degeneró en la cruda religión del “Holocaustismo” del dominio público auto-adoración del concepto cabalístico del “mesías colectivo”.
Creo poder escuchar ya a los militantes secularistas proclamar que esto es típico del “delirio de Dios”, que la religión es una psicopatología, la cual inevitablemente produce el tipo de horrores que he descrito anteriormente. A ellos sólo les diría, que las religiones aún se comparan favorablemente a las modernas ideologías seculares y putativamente “iluminadas” (desde la masona Revolución Francesa a la lucha de clases marxista y hasta el capitalismo moderno) cuya “colección de atrocidades” ya se cuentan en cientos de millones. Aquellos que creen que las religiones producen atrocidades fallan al entender que las religiones siempre acercan a las personas y que las personas se comportan de forma violenta, también las personas religiosas. Lo que hace diferente a las religiones es que al menos ofrecen una base lógica para renunciar a la violencia (nuestra hermandad en Dios) y una explicación a nuestra tendencia a utilizar la violencia (nuestra naturaleza deshonesta). Sí, la religión ha sido utilizada por los estados para justificar atrocidades, pero este mal uso de la religión es un abuso, claramente condenado por Cristo (dad al Cesar…). Sin embargo, lo que ha hecho a las religiones tan susceptibles de ser abusadas de esta forma ha sido su separación gradual de lo que la religión debería ser y convertirse en un producto fabricado por el hombre lleno de los errores y pecados inherentes a la humanidad.
El ecumenismo moderno de la pseudo-religiones
Al comenzar este artículo dije que no discutiría lo que el cristianismo (y las religiones en general) realmente es y que sólo describiría lo que no es. Aun así, tengo que mencionar al menos algunas características de la cristiandad temprana que aún se puede encontrar en varias partes del mundo ortodoxo moderno y que lo apartan del llamado “mundo cristiano”. Lo próximo que me gustaría hacer es mostrar qué es lo que hace a las religiones modernas tan profundamente similares unas a otras y qué hace a la cristiandad temprana tan diferente de las religiones modernas.
En un artículo reciente para la UNZ Review Israel Shamir escribió lo siguiente:
En mi opinión, la Iglesia Católica es la iglesia del Oeste, mientras que la Iglesia Ortodoxa es la iglesia del oriente. Cada iglesia tiene su propio jardín que atender, sus propias tradiciones y formas. El oriente prefiere sus sacerdotes con barba, el occidente los prefiere afeitados. El oriente los prefiere casados, el occidente los prefiere casados con la iglesia. El oriente no tiene un solo líder espiritual: cada iglesia nacional es igual a su hermana-iglesia. El occidente tiene al Papa. El oriente toma en la Eucaristía su pan con levadura mezclado con vino, el occidente prefiere pan sin levadura para todos, y pan con vino sólo para el clero. Estas diferencias son normales y no impide a las iglesias la reconciliación. La mayor diferencia teológica es filioque, la cual es tan oscura, que pocos devotos la entienden o toman en cuenta.
Shamir, quien escribía mientras seguía los pasos del encuentro entre el Papa Francisco y el Patriarca Kirill está absolutamente en lo correcto: esta corta lista de diferencias relativamente superficiales es lo que separa a las cristiandades moderna y oficial ortodoxa y latina personificadas por éstos dos clérigos. Pero si en encuentro no hubiera sido entre el Papa Francisco y el Patriarca Kirill sino supongamos el abate del monasterio de Esfigmenou en el Monte Athos o el rector del seminario de San Pio X en Econe, Suiza, la lista de diferencias entre las dos religiones hubiera sido mucho más larga y sustanciosa. Hubiera incluido una larga lista de diferencias dogmáticas irreconciliables sobre las cuales los cristianos latinos y ortodoxos viven su fe diariamente (la praxis).
En el pasado reciente algunos clérigos ortodoxos y latinos han desarrollado lo que podría llamarse la “teología de los dos pulmones”, la cual pregona que la iglesia Ortodoxa y el Papado son los dos pulmones de la Iglesia (que es el cuerpo teándrico de Cristo – relativo al estado existencia que incluye ambos: humano y divino, nota del traductor), la realidad es que las eclesiologías (enseñanzas acerca de la naturaleza de la iglesia) has sido mutuamente excluyentes, al menos desde el siglo 11 y hasta el siglo 20. Créanlo o no, pro incluso latinos “tradicionalistas” (pre concilio Vaticano II), son desde el punto de vista tradicional (compatible con la iglesia temprana) son heréticos ortodoxos quienes se han involucrado durante más de mil años en innovaciones y separación de la Fe, la cual fue entregada por el Señor, predicada por los Apóstoles y fue preservada por los Padres. Sobre esto fue fundada la iglesia: “y si alguien se aparta de esto, no puede seguir llamándose cristiano” (San Atanasio).
[Aclaratoria: cuando se discuten tópicos teológicos, “hereje” no es un insulto, sino simplemente se refiere a una persona que ha tomado una “decisión diferente” a las enseñanzas de la iglesia. Una “herejía” es, por lo tanto, una “elección” de algo diferente. Esto puede ser comparado con, por ejemplo, “cismático” que denota a una persona creando una grieta/división en una organización religiosa, pero sin proclamar ninguna enseñanza diferente o dogma. Por cierto, “dogma” solamente significa “creencia” en el sentido de “principio aceptado teológicamente”. Finalmente, la palabra canónico simplemente significa una regla, una medida, una norma. Actualmente, éstas palabras provocan imágenes de piras, caza de brujas, autodafés (quema de libros, nota del traductor), etc. pero en realidad son conceptos necesarios para entender aún los conceptos más básicos del pensamiento cristiano].
Si de acuerdo al punto de vista de la ortodoxia tradicional los latinos son herejes, entonces desde el punto de vista de la iglesia latina tradicional los ortodoxos son cismáticos, quienes se rebelaron contra la autoridad del Papa y en consecuencia se separaron de la Verdadera Iglesia enteramente. Obviamente, en los tiempos actuales es altamente políticamente incorrecto y por eso se las suplanta con varios ritos y ceremonias y encuentros donde los cabezas de las iglesias ortodoxa y latina “oficiales” se abrazan y besan, se dan regalos y hablan de unidad. Desde el punto de vista tradicional, (en el sentido histórico) las muestras de afecto entre la Ortodoxia y el Papado no sólo son ridículas, sino también altamente inmorales ya que ofuscan completamente las razones reales y sustanciales por las que las dos denominaciones se separaron durante 1000 años (¡¿Qué diría San Nicolás de Mira acerca de esta abrazadera en público?!).
Sólo para dar una idea del tipo de lenguaje que la iglesia Original usaba para describir la interacciones con herejes, citaré aquí un canon del concilio ecuménico sexcentésimo nonagésimo primero (691), al cual ambas iglesias, latina y ortodoxa, reconocen plenamente como autoritativo, acerca del matrimonio entre cristianos y herejes.
“Un hombre ortodoxo, (en el sentido de verdadero creyente – The Saker) no tiene permitido contraer matrimonio con una mujer hereje, como tampoco una mujer ortodoxa unirse a un hombre hereje. Pero en caso que algo así parezca haber sido cometido por alguno, nosotros requerimos que el matrimonio sea considerado nulo, y que sea disuelto. Ya que no es adecuado mezclar lo que no debe ser mezclado, así como tampoco es correcto que la oveja se una al lobo, ¡ni los montones de pecadores con la porción de Cristo!” (Canon LXXII).
¿Todavía con ganas de abrazarse y besarse? Permítaseme repetir aquí que oficialmente ambos, tanto el Patriarca Kirill como el Papa Francisco nunca han repudiado el concilio ecuménico sexcentésimo (¡al menos por ahora!). En lugar de ello, simplemente ya no hablan más acerca de estos cánones “menores y oscuros”.
¿Se siente Ud. choqueado por este tipo de lenguaje?
Aun puedo darle un ejemplo más chocante.
Todos los cristianos tienen prohibido, por no menos que los mismos Apóstoles, rezar con cualquiera que no comparta completa y totalmente la fe de ellos. Sep, ambos, latinos y ortodoxos tienen categóricamente prohibido rezar juntos, ¡aún en sus hogares privados!
Aquí está la cita exacta:
Canon 10 de los Santos Apóstoles: “si uno quien no está en comunión, reza junto, aún en casa, se le debe excomulgar”
Y que tal estos cánones:
Canon 45 de los Santos Apóstoles: “Un obispo, o un presbítero, o un diácono, que sólo reza con herejes, debe ser excomulgado; si él les ha permitido alguna ejecución como clérigo, debe ser expulsado del sacerdocio”.
Canon 64 de los Santos Apóstoles: “Si un clérigo o un laico entran a una sinagoga judía, o rezan con herejes, debe ser excomulgado y expulsado del sacerdocio”
Sí, los cristianos tienen prohibido entrar a una sinagoga, lo cual, obviamente ambos, tanto el Papa Francisco como el Patriarca Kirill han hecho – ellos incluso han saludado a los judíos como “hermanos”, y el Papa ha llegado tan lejos como para afirmar que ¡ambos esperan al mismo Mesías!
Nuevamente repito, que entiendo perfectamente si alguien rechaza la religión cristiana ya que tales cánones hieren sus sentimientos, pero lo que no puedo entender es cómo aquellos que se creen cristianos pueden ignorarlos o rechazarlos. Después de todo, éstos cánones fueron entregados por los Apóstoles mismos, y han sido reconocidos por la iglesia cristiana durante más de 2000 años y nunca han sido denunciados ni por la iglesia ortodoxa ni latina (para una lista completa de los cánones apostólicos y su interpretación, ver aquí)
[Aclaratoria: no hay nada tan peligroso como cuando un novato, en los sutiles y muchas veces paradójicos temas teológicos, toma un libro de los cánones y comienza a leer sobre todas suertes de prescripciones sobre cómo deberían hacerse las cosas. Los cánones no son dogmas, y lo que es importante en ellos no es la letra sino el espíritu. Finalmente, algunos cánones han sido deliberadamente guardados y esto es exactamente como debería ser en una iglesia viva que no es solamente una colección de viejas reglas. Yo cito estos cánones sólo para ilustrar el lenguaje y el espíritu en el que fueron escritos y contrastarlo con la empalagosa zalamería utilizada en las declaraciones pseudo-teológicas modernas].
Aquellos impactados por lo que parecería (equivocadamente) ser intolerancia contenida en los ejemplos que di arriba, deberían considerar un hecho simple: a diferencia del fariseísmo talmúdico (la religión de Maimónides, Karo y Luria, conocidos como el “judaísmo moderno”) las raíces espirituales del cristianismo están realmente en la religión de Abraham, Isaac y Jacobo: la antigua fe del pueblo judío antes de Cristo y cuyo Mandamiento principal es “no tendrás otros dioses antes que yo”. Reemplazando la palabra “Dios” con “Verdad” (dos aspectos de la misma realidad, ciertamente) e inmediatamente se obtiene una explicación de dónde viene la evidente intolerancia de la Cristiandad. Por ejemplo, la prohibición de contraer matrimonio con un hereje, incluso un cristiano hereje, es una continuación directa de la prohibición judía de contraer matrimonio con personas de otras etnias. Aunque el fariseísmo talmúdico agregó una connotación racista a esta prohibición, el judaísmo tradicional y el cristianismo emitieron esta prohibición basándose en razones puramente espirituales: el celo de mantener la pureza de la fe. Esto es precisamente porqué el canon LXXII citado arriba continúa diciendo:
Pero si alguno quienes en éste momento son infieles y aún no han sido contados en el rebaño de los ortodoxos han contraído matrimonio legal entre ellos, y si entonces uno de ellos escoge el derecho y viene a la luz de la verdad y el otro se mantiene estancado en el lazo del error y no desea reconocer con ojos constantes los rayos divinos, la mujer no creyente se complace de cohabitar con el hombre creyente, o el hombre no creyente se complace en cohabitar con la mujer no creyente, no se les debe separar, de acuerdo al Apóstol Divino, “ ya que el esposo no creyente es santificado por la esposa, y la esposa no creyente por el esposo”. En este caso la iglesia no habla de una “oveja unida con un lobo” sino de un esposo “santificando” al otro. Para resumir todo lo anterior, diré que el judaísmo y la cristiandad ortodoxa (el último como continuación del primero) confieren un énfasis enorme en la Verdad, en nunca colocar lo Verdadero y lo falso al mismo nivel, en nunca confundir las diferencias entre las diferentes enseñanzas.
En contraste, la mayoría de las denominaciones modernas del cristianismo no demuestran ningún interés por ninguna verdad, sea histórica, dogmática o, de hecho.
[Aclaratoria: por “Verdad” me refiero a algo muy específico. Mi padre espiritual la definió recientemente así: “La Verdad no es una abstracción relativa, sino un monumento cognitivo formado por revelados absolutos”, y ésta es la mejor definición que he visto hasta ahora].
Incluso creo que las denominaciones de la cristiandad moderna simplemente han renunciado a todo el concepto de “verdad” en sí. Su única preocupación es la propia conveniencia, realmente, alguna idea vaga “práctica” en oposición a lo teórico, tal como cualquier discusión acerca de lo que la verdad pueda ser.
Por ejemplo, los ecuménicos modernos siempre proclamarán que creen en el mismo Dios, la misma Trinidad, la misma Madre de Dios y que por eso “reconocen la validez de los misterios (llamados sacramentos en el occidente) de los otros ecuménicos”. Contrastando esto con la diferencia entre los ortodoxos y los gnósticos y arrianos, que puede resumirse en dos palabras que se diferencian entre sí por un hiato: “homoousios” versus “homioousios” (el anterior significando “de la misma naturaleza” y el último “de una sustancia similar”). ¡cristianos en los tiempos tempranos murieron debido a ésta “pequeña” diferencia! Ya se puede imaginar uno lo que dirían si vieran al Patriarca Kirill y al Papa Francisco abrazándose y llamándose ¡hermanos en la fe cristiana! Nuevamente, el punto no es discutir la diferencia entre sustancia “igual” o “similar”, pero para contrastar la diferencia de entendimiento de los asuntos de fe entre los cristianos de los tiempos tempranos y líderes religiosos “oficiales” modernos.
[Aclaratoria: esta singular forma de “intolerancia” realmente era confusa para los paganos romanos quienes eran mucho más similares a nuestros actuales ecumenistas. Mucha gente no se da cuenta de que los paganos romanos nunca exigieron a los cristianos que abandonaran su fe. Tampoco querrían forzarles a rezar sólo a los dioses romanos. Ellos “solamente” querían era que los cristianos también “honraran” a los dioses romanos llevándoles pequeños sacrificios, a veces tan pequeños como poner unas piezas más de carbón en las brasas del fuego de algún dios romano. Aun así, los primeros cristianos rehusaron tales obviamente “pequeños” gestos los cuales ellos veían como apostasía ya que igualaba a un falso dios con el Dios Uno real. Ellos eligieron las más terribles torturas y muerte en lugar de dar la menor impresión externa de aceptar a los dioses romanos. Aún aquellos cristianos que no aceptaron ofrecer sacrificios a dios romano pero que obtuvieron un certificado afirmando que lo habían hecho y eran llamados “libellatici” (titulares de certificado) y considerados “no practicantes” por la iglesia].
Así es que sí, es cierto, los cristianos modernos no se interesan por “oscuros temas teológicos” y que esto es precisamente lo que los hace tan diferentes de los verdaderos cristianos de la iglesia temprana y aquellos cristianos ortodoxos hoy en día que aún siguen las tradiciones “que les fueron entregadas “por vía escrita u oral” (2 Tes. 2:15) y quienes aún recuerdan, que aun si un “ángel del cielo” viene a predicarles un “Evangelio diferente” deben rechazarle como “maldito” (Gal. 1:8)
Aunque para los cristianos originales estos “temas teológicos oscuros” eran lo suficientemente importantes como para ser torturados hasta la muerte, para los “cristianos post-cristianos” son básicamente irrelevantes. Hace mucho tiempo ya que olvidaron la advertencia de Dios: `Así, puesto que eres tibio, y no frío ni caliente, te vomitaré de mi boca’. (Rev. 3,16) y todo lo que les preocupa es la unidad externa de la denominación cristiana, sin importar si sus visiones teológicas se excluyen mutuamente, o incluso si visiones no teológicas como la sorprendente Universalidad Unitaria (conocida como los ‘youyoohs’) quienes personifican el sincretismo conducido a su lógica conclusión.
El ethos de YOLO y DILLIGAF
Al final y al cabo, todas estas denominaciones modernas “descafeínadas” las cuales ya han eliminado la “intolerancia” y “fanatismo” dan por resultado una sociedad donde a nadie le importa nada, una sociedad donde la anti-espiritualidad del ethos (valores, nota del traductor) de YOLO y DILLIGAF (YOLO=you only live once, sólo se vive una vez; DILLIGAF= do I look like I give a f…? ¿te parece que me importa un pito? nota del traductor) proveen las bases para el consumismo sin final y la estupidez generalizada. Esta es precisamente la forma de anti-religión que el NOM (nuevo orden mundial, nota del traductor) necesita, una religión que una a toda la humanidad en una masa única, insulsa y amorfa sirviendo los intereses del NOM y sus líderes, el 1%, a través del consumo, la obediencia sin hacer cuestionamientos, sobre todo acerca de lo que es verdad y lo que no lo es. Esta es la razón, por la cual los poderes al mando y los medios de comunicación de masas ponen tanto esfuerzo en promover estas religiones ‘oficiales’ y adular a sus líderes.
Si lo pensamos bien, ¿acaso no es paradójico que Cristo dijera: “Si el mundo los odia, sepan que me ha odiado a Mí antes que a ustedes. Si ustedes fueran del mundo, el mundo amaría lo suyo, pero como no son del mundo, sino que Yo los escogí de entre el mundo, por eso el mundo los odia” (Juan 15:18-19) ¿y aún los mismos medios corporativos de comunicación que sirven al imperio AngloZionista y a su planeado Nuevo Orden Mundial también les den a los “líderes” cristianos una cobertura que normalmente sólo darían a estrellas de rock?
¿Cuándo fue la última vez que escuchamos a uno de éstos “líderes cristianos superstar” tener la osadía de denunciar a los dirigentes del mundo como genocidas asesinos en masa como lo que son? ¿o simplemente como hipócritas? Pero no, se reúnen con ellos y se abrazan, se sonríen y se besan, cada vez una fiesta de amor. Ha pasado mucho tiempo desde que los líderes cristianos tenían el coraje de criticar públicamente a una emperatriz (como lo hizo San Juan Crisóstomo) o atreverse a hablarle a un líder moderno como San Felipe II, Metropolitano de Moscú, quien re rehusó a bendecir al Zar Ivan el Terrible después del servicio de misa z públicamente le castigó con las siguientes palabras:
“Yo no reconozco más al Zar ortodoxo. No lo reconozco en su gobierno, ¡O Señor! Estamos brindando un sacrificio a Dios, mientras detrás del altar la sangre de cristianos inocentes es derramada. ¡Desde que el Sol brilla en el cielo nunca se ha visto u oído que un Zar piadoso pudiera ultrajar a su reino de tal forma! Aun en el reino más pagano e impío existe una ley que rige con la Verdad, y existe piedad con la gente, ¡pero no en Rusia! Ud. se encuentra arriba en su trono, pero existe un Todopoderoso por encima suyo. ¿Cómo va a encarar su juicio? ¡Cubierto con la sangre de los inocentes, ensordecido por el lamento de sus gritos en las torturas?¡ Hasta las piedras debajo de sus pies demandan venganza! ¡o Señor! Se lo digo como pastor de almas – ¡temed la ira de Dios uno!”
¿Podemos imaginarnos a un patriarca ortodoxo o algún Papa latino dirigiéndose así, por decir, a Obama con palabras como éstas? A pesar de que San Felipe II fue eventualmente torturado y asesinado por su osadía y coraje, los Patriarcas y Papas modernos no incurren en tales riesgos. Aun así, se mantienen en silencio: no ven nada, no escuchan nada y, sobre todo no dicen nada. YOLO y GILLAF ciertamente…
Por esta razón el NOM y el Imperio los aman.
Conclusión – lo que no es religión
He tratado de mostrar las varias razones por las cuales considero que lo que hoy en día se llama “religión”, no lo es. Vivimos en un mundo donde todo es pseudo, un “Imperio de Ilusiones” tomando prestada la expresión de Chris Hedges. La cristiandad original era una Fe intensamente mística, centrada en la oración y el ascetismo, lo cual conduce a una intensa experiencia personal de Dios y Sus energías no creadas, nunca desconectada del celo de preservar la pureza de la Fe original “la cual fue dada por el Señor a los Apóstoles y fue preservada por los Padres”. El ascetismo del cristianismo temprano es un ejemplo perfecto de esta “sinfonía” entre las luchas espirituales individuales y acción pública en defensa de la fe: aunque en tiempos normales los ascetas vivían en lugares remotos y desiertos, siempre abandonaron sus recónditas moradas para entrar en las ciudades y públicamente condenar cualquier herejía. En las denominaciones ortodoxas modernistas esta clase de responsabilidad individual ha sido sustituida por la actitud de “sigue rezando, cállate y ocúpate de tus asuntos” (de lo cual he sido testigo en la Iglesia Ortodoxa recientemente en el periodo comprendido entre 2000 y 2007).
En realidad, el estado de las religiones en este momento es tan triste que no verán defenderlo. Cristo advirtió sobre esto cuando dijo: “Ustedes son la sal de la tierra; pero si la sal se ha vuelto insípida, ¿con qué se hará salada otra vez? Ya no sirve para nada, sino para ser echada fuera y pisoteada por los hombres.” (Mat 5:13). Sí, seguro, los modernistas actualmente controlan todos los lugares santos (iglesias y catedrales antiguas), por cortesía de las fuerzas policiales laicas, las cuales con mucho gusto desalojaron a las denominaciones “no oficiales” de sus lugares de oración, pero esto también fue predicho por Cristo cuando habló de “abominaciones de desolación” en el “lugar santo” (Mat 24:15) (“Por tanto, cuando ustedes vean la ABOMINACION DE LA DESOLACION, de que se habló por medio del profeta Daniel, colocada en el lugar santo, y el que lea que entienda, nota del traductor). Probablemente es poco lo que nosotros, la gente simple, puede hacer al respecto. Pero lo que podemos hacer es, recordar lo “real” y nunca permitir al cristianismo verosímil moderno tomar su lugar en nuestras mentes y corazones. Finalmente, siempre deberíamos recordar las palabras de Cristo que nos dijo que su iglesia era el “columna y sostén de la verdad” (1Tim 3:15) y que las “puertas del infierno no prevalecerán contra ella” (Mat 16:18). Esto significa que ni importa que tan fea y aun terrible nuestra situación sea, Dios nunca dejará a su Iglesia desaparecer completamente del mundo. En algún lugar, quizás algún lugar muy escondido del planeta, Su Iglesia siempre sobrevivirá, con Fe en la iglesia de los Apóstoles y los Padres, inalterada por las persecuciones y el descenso paulatino a la apostasía del resto del mundo. Y, si acaso, alguien realmente quiere encontrar la iglesia, él o ella, la encontrará. Esta también es una promesa que nos hizo Cristo, a todos: “Bienaventurados los que tienen hambre y sed de justicia, pues ellos serán saciados.” (Mat 5:6)
The Saker
P.S. Comprendo perfectamente que lo anteriormente expuesto puede contrariar y ofender a algunos lectores. Mis visiones son la expresión de una cultura y una Fe que hace mucho desapareció. Ud. puede pensar en mí como en un “alien”, si le parece. Quiero advertir que la única critica que temo es que alguno de Uds. me diga que en mi exposición arriba he malinterpretado la mentalidad original, o phrenomena, de la iglesia de los Padres de la cristiandad temprana. Si soy culpable de esto, con sinceridad me disculpo y me arrepiento por esto. Pero si he alterado las plumas o agitado las jaulas de los “cristianos post-cristianos” y de la misma pandilla de laicos llenos de odio a la religión, entonces ¡que así sea! Como en una reunión de AA, lleve o deje todo, o una parte 🙂