Artículo original publicado el 22 de octubre de 2014 en
http://vineyardsaker.blogspot.com
Este breve post es sólo para informarles de los últimos acontecimientos en la guerra en Ucrania.
Tras la utilización de un misil balístico táctico contra la ciudad de Donetsk por las fuerzas de Kiev, Zakharchenko ha declarado que el alto el fuego estaba prácticamente roto.
Strelkov ha advertido, a través de un comunicado oficial, que de acuerdo con su información las fuerzas de Kiev han estado concentrando tropas en preparación para un ataque. Según Strelkov, el plan Ucraniano consistiría en una operación muy corta y muy rápida de “empuje” hacia Donetsk y la frontera con Rusia para hacer que el Estado Novorruso sea inviable, y por tanto poder negociar desde una posición de fuerza. Bien es cierto que Strelkov ha usado la táctica de exagerar las amenazas con el fin de minimizarlas en el pasado, pero esta vez hay algunos indicios importantes de que su análisis es compartido por el ejército ruso, y estos indicios son los más ominosos de todos.
Fuentes rusas – incluyendo el excelente blog Coronel Cassad – informan que el Voentorg, el suministro de ayuda encubierta, se ha vuelto a activar completamente, incluso para algunas entregas mayores. A pesar de que, por supuesto, me complace que la resistencia Novorrusa esté consiguiendo equipamiento militar muy necesario (y especialistas también), la reactivación completa del Voentorg también me indica que los servicios de inteligencia rusos han llegado a la conclusión de que un ataque es muy probable, y posiblemente muy pronto.
He estado siguiendo la situación muy de cerca en Banderastán, y sólo puedo decir que las grietas en el régimen son visibles a todos los niveles. Bien sea porque Poroshenko y sus amos estadounidenses creen realmente que un ataque puede tener éxito (lo dudo) o que realmente quieren forzar una intervención abierta por parte de Rusia (que veo como casi inevitable), lo cierto es que una guerra a una escala importante podría ser la única oportunidad de salvar el régimen de Poroshenko, que actualmente está en caída libre.
Es muy posible que la advertencia contundente de Strelkov y, más aún, la reapertura del Voentorg convenzan a Kiev de que Rusia está dispuesta a intervenir y de que no le permitirá tener éxito en su ataque a Novorrusia. Lo que me preocupa es que el régimen de Poroshenko (y sus patrones de la CIA) podrían considerar que incluso una derrota ante el Ejército Ruso es preferible a la actual espiral de muerte: no sólo una guerra puede salvar al régimen, sino que una intervención rusa sería hacer realidad el sueño AngloSionista. Putin intentará hacer todo lo posible para evitar caer en esta trampa, y eso significa que Rusia tendrá que proporcionar apoyo encubierto masivo para ayudar a Novorrusia. En cuanto a los Novorrusos, tienen que ser lo suficientemente fuertes como para detener el ataque inicial. Si tienen éxito, entonces la ofensiva estará muerta. Pero Strelkov tiene razón, si las fuerzas de Kiev rompen las líneas Novorrusas, entonces a Rusia no le quedará más remedio que intervenir.
Es una situación extremadamente peligrosa.
El Saker
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