Tres años después… la intervención militar rusa en Ucrania es reivindicada

por redacción de Fundación para la Cultura Estratégica. Editorial publicado originalmente el 28 de febrero de 2025. En sitio web de Fundación para la Cultura Estratégica. Traducción de Comunidad Saker Latinoamérica

Esta semana se cumple el tercer aniversario de la intervención militar de Rusia en Ucrania, iniciada el 24 de febrero de 2022.

Moscú ha explicado consistentemente que el conflicto en Ucrania es una manifestación de una confrontación geopolítica más amplia provocada por la agresión de Estados Unidos y la OTAN utilizando a Ucrania como agente. Esa agresión estuvo latente durante décadas desde el final de la Segunda Guerra Mundial.

La inminente victoria militar de Rusia contra un régimen neonazi armado hasta los dientes por una serie de enemigos occidentales no sólo ha derrotado una nefasta guerra por poderes: está demoliendo la farsa de la supuesta autoridad moral occidental. Se trata de un hito histórico. Es significativo que este acontecimiento se produzca en un momento en que el poder global de Estados Unidos y Occidente está fracasando y tambaleándose, y está evolucionando un nuevo orden multipolar, en el que la estima y la influencia internacionales de Rusia están aumentando.

Estados Unidos, sus aliados europeos y los medios de comunicación controlados por las corporaciones occidentales han tratado de presentar a Ucrania como una víctima inocente de una “agresión rusa no provocada”.

Tres años después, la narrativa occidental se ha derrumbado en un montón de mentiras propagandísticas. Estados Unidos, bajo la nueva administración del presidente Donald Trump, ha abandonado las antiguas acusaciones contra Rusia. Esta semana, Estados Unidos presentó una resolución en el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas en la que pide la paz en Ucrania y se abstuvo de acusar a Rusia de agresión.

Aproximadamente te un millón de soldados ucranianos han muerto en los últimos tres años en el campo de batalla. Rusia no ha revelado cuántos de sus soldados han muerto. Algunas estimaciones sitúan el número de muertos en alrededor de 100.000.

El conflicto en Ucrania es el más grande del continente europeo desde el fin de la Segunda Guerra Mundial. Es una tragedia de proporciones épicas, sobre todo teniendo en cuenta que el conflicto podría haberse evitado mediante la diplomacia.

“El conflicto en Ucrania es el más grande del continente europeo desde el fin de la Segunda Guerra Mundial. Es una tragedia de proporciones épicas, sobre todo teniendo en cuenta que el conflicto podría haberse evitado mediante la diplomacia”
FCE

La administración Trump está presionando para que se entablen negociaciones de paz con Rusia. El presidente estadounidense también ha reconocido algunas de las “causas fundamentales” del conflicto, a saber, la idea provocadora e inaceptable de que Ucrania se una a la OTAN, defendida por su predecesor, y la amenaza a largo plazo que plantea la expansión de la OTAN hacia las fronteras de Rusia desde el fin de la Guerra Fría a principios de los años 1990.

En otras palabras, la administración estadounidense ahora se ha movido hacia un punto de diplomacia que la anterior Casa Blanca de Biden rechazó.

Es importante recordar que, en las semanas previas al estallido de las hostilidades a finales de febrero de 2022, Moscú había presentado una propuesta detallada y completa de un tratado de seguridad mutua entre Rusia y la alianza militar de la OTAN liderada por Estados Unidos. Esa iniciativa diplomática fue rechazada por Washington y sus aliados europeos. El rechazo a las negociaciones hizo inevitable el conflicto y la muerte y destrucción que le siguieron. Eso es una vergüenza diabólica para las élites de las potencias occidentales.

En nuestro editorial semanal del 25 de febrero de 2022 se afirmaba: “Moscú había advertido de que si sus razonables propuestas de seguridad no eran correspondidas, se aplicarían ‘medidas técnico-militares’. Tras agotar la iniciativa del diálogo y el respeto mutuo, la siguiente fase es el uso de un ‘lenguaje más físico’ para transmitir significados a personas que parecen no responder al diálogo normal. Son las potencias occidentales y su arrogante presunción de superioridad las responsables del impasse y ahora de las repercusiones”.

“Moscú había advertido de que si sus razonables propuestas de seguridad no eran correspondidas, se aplicarían ‘medidas técnico-militares’. Tras agotar la iniciativa del diálogo y el respeto mutuo, la siguiente fase es el uso de un ‘lenguaje más físico’ para transmitir significados a personas que parecen no responder al diálogo normal. Son las potencias occidentales y su arrogante presunción de superioridad las responsables del impasse y ahora de las repercusiones”
FCE, 25 de febrero de 2022

Rusia tenía plena justificación para emprender acciones militares contra las incesantes amenazas de la OTAN. El conflicto nunca tuvo que ver únicamente con Ucrania, sino con el enfrentamiento con todo el bloque occidental liderado por Estados Unidos y su incorregible agresión contra Rusia.

Una vez más citamos nuestro editorial de hace tres años, en el que afirmamos: “Rusia lleva años advirtiendo de que la agresión de Estados Unidos y la OTAN planteaba un peligro crítico para la seguridad internacional y que debía detenerse. La revocación de los tratados de control de armamentos por parte de Estados Unidos (ABM -Tratado sobre Misiles Antibalísticos; nota del traductor-, INF -Tratado sobre Fuerzas Nucleares de Alcance Intermedio; nota del traductor, Tratado de Cielos Abiertos) y la expansión de las amenazas de misiles cerca de las fronteras de Rusia no podían seguir siendo toleradas. Ucrania es en realidad sólo un elemento de un panorama más amplio. Pero esta semana Rusia ha actuado finalmente para detener la agresión. Es un hito histórico”.

Esta semana, el presidente ruso, Vladimir Putin, expresó su esperanza de que la cordura y la diplomacia puedan prevalecer bajo la administración Trump para negociar un acuerdo de paz en Ucrania. Putin también advirtió sobre el peligro de que la diplomacia pueda ser saboteada por las potencias occidentales que prefieren que su guerra por poderes contra Rusia continúe, sin importar cuántas muertes inflija ni los riesgos de una guerra nuclear total.

“Putin también advirtió sobre el peligro de que la diplomacia pueda ser saboteada por las potencias occidentales que prefieren que su guerra por poderes contra Rusia continúe, sin importar cuántas muertes inflija ni los riesgos de una guerra nuclear total”
FCE

No está claro si la administración Trump puede ser una parte confiable. Esta semana, Trump extendió las sanciones económicas a Rusia por un año más, lo que no es una buena señal. Sí, ha expresado su reconocimiento de las profundas preocupaciones de Rusia, pero este presidente estadounidense es voluble y volátil. Parece propenso a cambiar de postura. La semana pasada, llamó al expirado como presidente de Ucrania, Vladimir Zelensky, un “dictador” (lo cual podría decirse que es correcto). Pero esta semana, Trump desmiente el menosprecio mientras firma un importante acuerdo minero con Zelensky en Washington.

No podemos olvidar, además, que Trump, durante su primera administración, fue cómplice en la instigación de la guerra cuando en 2019 aprobó la entrega de los misiles Javelin al régimen ucraniano, la primera vez que se rompió el tabú de suministrar armas letales. Trump también hizo trizas el Tratado sobre Fuerzas Nucleares de Alcance Intermedio y el Tratado de Cielos Abiertos, provocando graves tensiones con Rusia.

Es justo decir que, esta vez, Trump ha trastocado positivamente las relaciones con sus aliados europeos al desdeñar su participación en las conversaciones de paz con Rusia. La ruptura de la alianza transatlántica ha arrojado una enorme sombra de duda sobre la capacidad del bloque de la OTAN para mantenerse unido después de 76 años de existencia.

Como mínimo, Trump ha creado un espacio para el diálogo y una posible paz. Sin embargo, todavía está por verse si su administración logra resolver las causas sistemáticas del conflicto.

“Como mínimo, Trump ha creado un espacio para el diálogo y una posible paz. Sin embargo, todavía está por verse si su administración logra resolver las causas sistemáticas del conflicto”
FCE

Podría resultar que Washington simplemente está actuando para “salvar la cara” de una vergonzosa derrota en Ucrania, con el objetivo de descargar los costos sobre sus lacayos europeos, en lugar de forjar un auténtico tratado de seguridad como lo exige Moscú.

El tardío abandono por parte de Washington del relato sobre la “agresión rusa” demuestra que no tenía fundamento. La guerra en Ucrania, apoyada por Occidente con cientos de miles de millones de dólares y euros, se ha alimentado de mentiras y engaños, lo cual es monstruosamente criminal.

“El tardío abandono por parte de Washington del relato sobre la “agresión rusa” demuestra que no tenía fundamento. La guerra en Ucrania, apoyada por Occidente con cientos de miles de millones de dólares y euros, se ha alimentado de mentiras y engaños, lo cual es monstruosamente criminal”
FCE

Rusia lanzó su operación militar especial para proteger a la población étnica rusa que había sido objeto de incesantes y asesinos ataques por parte del régimen de Kiev respaldado por la OTAN que la CIA había instalado en el golpe de estado de 2014.

Rusia ha recuperado territorios históricos a través de referendos en las regiones de Donetsk, Lugansk, Zaporoyie y Jersón. También están en vías de recuperación otros territorios históricos, entre ellos Járkov y Odessa, la ciudad portuaria fundada por la emperatriz rusa Catalina la Grande en el siglo XVIII.

Rusia continuará su campaña militar para erradicar el régimen neonazi en Kiev.

Rusia se asegurará de que el bloque de la OTAN (si sigue existiendo, lo que es dudoso en este momento) nunca consiga afianzarse en el territorio restante de Ucrania, lo que incluye rechazar cualquier idea espuria de Gran Bretaña y Francia de desplegar “tropas de paz”.

La debacle entre Estados Unidos y sus aliados europeos es una prueba de la reivindicación de Rusia y de por qué estaba totalmente justificado emprender acciones militares contra la OTAN en Ucrania.

Los enemigos de Rusia no están en condiciones de negociar. No tienen nada con qué negociar.

La reivindicación de Rusia significa que no puede haber ningún acuerdo chapucero, ni concesiones, como imagina fantasiosamente Trump. Rusia tiene razón al insistir en todas sus demandas de seguridad y respeto.

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