Esta columna fue escrita para The Unz Review: http://www.unz.com/tsaker/week-fifteen-of-the-russian-intervention-in-syria-when-no-news-is-good-news/
Podríamos decir que la intervención rusa en Siria ha caído en una rutina: los rusos están bombardeando, mucho, y los sirios están avanzando en casi todos los frentes, pero lentamente. Aunque aquellos que esperaban un rápido colapso de Daesh seguido de una serie de importantes victorias del gobierno podrían estar decepcionados, personalmente me siento alentado por estos eventos. He aquí el por qué:
Si los sirios no han ganado con un rápido Blitzkrieg (palabra alemana que se puede traducir como “guerra relámpago”, nota del traductor) es, primero y principal, porque tal Blitzkrieg nunca fue una posibilidad real. Los sirios no tenían los números como para concentrar suficientes fuerzas sobre un eje de ataque y aprovechar posteriormente un gran avance. Los sirios también carecen de la capacidad de fuego necesaria para preparar las defensas de Daesh antes de intentar tal ofensiva. De hecho, un papel secundario para las fuerzas aeroespaciales rusas ha sido proporcionar desde el aire el poder de fuego del que los sirios carecían en sus fuerzas de tierra. Sin embargo, aunque un Blitzkrieg es siempre muy impresionante, si bien riesgoso, hay otra forma de guerra ya probada, la guerra de desgaste, que también puede dar resultados. No estoy hablando de una guerra de desgaste al estilo de la Primera Guerra Mundial, por supuesto, sino de una específica para el conflicto sirio.
Los rusos están degradando progresivamente a Daesh en muchos niveles: están golpeando sus puestos de mando, sus depósitos de munición, sus rutas logísticas y de suministros, sus bases de entrenamiento, etc. Dado que muchos de esos objetivos ya han sido destruidos, los rusos también están proveyendo más y más apoyo aéreo cercano, es decir que ahora están volando misiones en apoyo directo de las operaciones del ejército sirio. También hay evidencia de que oficiales rusos están trabajando en estrecha colaboración con las unidades sirias en el frente de batalla. Esta más estrecha cooperación y coordinación entre los rusos y los sirios ha producido muchas pequeñas victorias y al menos una importante: la estratégica ciudad de Salma, en el noreste de la provincia de Latakia, ahora ha sido totalmente liberada. Echen un vistazo a este vídeo, en ruso, aunque la traducción no es realmente necesaria, que muestra la liberación de esta ciudad:
miren aquí los progresos recientes en un reporte, con subtítulos en Inglés, del Estado Mayor Ruso:
En el lado negativo, los sirios y los rusos aún no han encontrado la manera de quitarle a Daesh su principal ventaja: la capacidad de inyectar más y más combatientes a Siria a través de Turquía y otros países. En este momento, no está claro quién tiene la ventaja en esta competición: pueden los sirios matar Takfiris más rápido de lo que puede Daesh importarlos o no. En cualquier caso, lo cierto es que los sirios están avanzando y eso me dice que si bien la entrada de nuevos combatientes es definitivamente un problema para los sirios, no ha hecho posible que Daesh detenga el avance de los sirios.
Ya he mencionado en el pasado que los rusos también están suministrando a los sirios sistemas de artillería avanzados, los cuales restaurarán gradualmente la habilidad de los sirios para tener capacidad de fuego orgánica y potente en sus unidades de tierra.
Una noticia muy interesante apareció recientemente: hay reportes de que Rusia está proporcionando armas directamente a Hezbolá. Si se confirman estos reportes (más o menos, nadie va a reconocerlos oficialmente, por supuesto), entonces esto sería una muy elegante respuesta a los bombardeos israelíes a los depósitos de armas de Hezbolá. En cuanto a Irán, podemos estar bastante seguros de que en cualquier caso pueden conseguir casi cualquier cosa que necesiten del mercado ruso. En otras palabras, Rusia reconstruirá de forma lenta pero segura las capacidades sirias.
Aún así, el gran evento de las últimas dos semana es que no hay evento, de verdad. Es el hecho de que la “coalición alternativa” liderada por Estados Unidos (EU) no está logrando exactamente nada. No sólo fue un fracaso total la gran conferencia en Arabia Saudita después de que Ahrar al-Sham se fuera, sino que el reciente intento de Arabia de crear una crisis con Irán también se agotó sin generar ningún resultado tangible. Lo mismo ocurre con la intervención francesa en respuesta a las masacres en París: el Charles de Gaulle navegó a Siria y luego nada. Literalmente nada de importancia sucedió. En cuanto a la Potencia Hegemónica Mundial, pareciera que el Tío Sam simplemente no sabe qué hacer: todo lo que hemos visto salir de Washington son una serie de declaraciones insulsas seguidas de nada. En cuanto a los turcos, ahora están lidiando con una situación interna que está empeorando día a día y también parecen no tener ni idea de qué hacer con Siria.
Es por esto por lo que creo que “ninguna noticia son buenas noticias”: porque el que no haya noticias significa que Rusia es la única alternativa: cualquiera sea el ritmo del avance ruso-sirio contra Daesh, son los únicos que están verdaderamente haciendo algo, todos los demás son un total desorden.
Durante un tiempo, el Pentágono estuvo asomando la idea de una ofensiva kurda con respaldo estadounidense contra la ciudad de al-Raqqa, presentada como la “capital de Daesh”, y fueron enviadas algunas fuerzas especiales estadounidenses para ayudar a los kurdos, pero resultó que rápidamente los turcos se opusieron categóricamente a esto. Peor aún, los kurdos también se negaron a ser carne de cañón para una operación dirigida por Estados Unidos contra Daesh. Hasta ahí llegó ese gran plan.
En otras palabras, y para este momento, no parece haber ningún plan viable por parte de los EU, la OTAN, la UE, Turquía, Arabia, etc. Los únicos actores que no sólo tienen un plan, sino que ahora han estado buscando sus objetivos a largo plazo son Rusia e Irán. También vale la pena señalar que el plan ruso-iraní está dándoles flexibilidad: si es posible, los rusos y los iraníes quieren tener la mejor situación en el terreno antes de entrar en cualquier negociación sobre el futuro de Siria. Si eso no es posible y el Imperio insiste en doblar las apuestas una vez más, entonces el plan de repliegue es simple: derrotar militarmente a Daesh.
La mejor prueba de que el lado ruso tiene la voluntad de mantener una larga campaña es el recién firmado AEF (Acuerdo sobre el Estatus de las Fuerzas) entre Rusia y Siria el cual básicamente regula la presencia rusa en siria y que no tiene una fecha límite. De hecho, si alguna de las partes quiere retirarse de este acuerdo tiene que advertir con un año de anticipación a la otra parte. Es probable que los iraníes y los sirios tengan un acuerdo similar pero este no se ha hecho público.
Hay muchas especulaciones sobre una posible operación terrestre rusa en Siria. Yo no compro para nada esa idea. No sólo los funcionarios y expertos militares rusos han desestimado esa opción, sino que el ejército ruso simplemente no está configurado para tal proyección de poder de largo alcance. Sí, Rusia podría, en teoría, enviar fuerzas aerotransportadas y luego apoyarlas mediante una fuerza naval, pero eso iría en contra de la doctrina militar rusa y plantearía riesgos potenciales muy graves. Salvo que ocurra algo verdaderamente extraordinario, no veo al Kremlin yéndose por una táctica tan extremadamente peligrosa.
Así que el plan parece ser la siguiente:
- Estabilizar el gobierno sirio (hecho).
- Guerra de desgaste en contra de Daesh (en curso).
- Reconstruir las fuerzas armadas sirias (en curso).
- Establecer una presencia militar permanente rusa (hecho).
- Prevenir la imposición de una zona de exclusión aérea por parte de EU y la OTAN (hecho).
- Forzar al Imperio a negociar con Assad (en curso).
- Romper el apoyo turco, saudí y catarí (en curso).
- Cooptar tanto como sea posible de la oposición armada a Assad en un frente común anti-Daesh (en curso).
- Proporcionar ayuda militar a Irán y Hezbolá (en curso).
- Mantener a los combatientes de Daesh fuera de Rusia y sus aliados en el Cáucaso y Asia Central (en curso).
- Tratar de convencer a los europeos de que su posición en el Medio Oriente (y en otros lugares) es contraproducente y que deben trabajar con Rusia para restaurar la estabilidad (sin resultados hasta el momento).
- Tratar de abrir una brecha entre los Estados Unidos y Europa (sin resultados hasta el momento).
Creo que este plan combina exitosamente objetivos a corto y largo plazo y que tiene una buena oportunidad de tener éxito, al menos en los primeros 10 objetivos. Por desgracia, no veo ninguna señal de que el control de Estados Unidos sobre Europa (a través de las élites europeas compradoras serviles en el poder) esté debilitándose. En todo caso, el fracaso total del viaje de Hollande a Washington demostró que incluso a Francia verdaderamente no le queda nada de soberanía.
The Saker
Be First to Comment