por The Saker
Traducción: Leo DG
Esta columna fue escrita originalmente para The Unz Review.
En mi artículo de la semana pasada sobre la intervención militar rusa en Siria escribí que Kerry había perdido cada negociación que había tenido con los rusos y que tenía un récord sobre realizar acuerdos en A sólo para volver a los EEUU y luego declarar no-A. Esta vez, de nuevo, los estadounidenses no cambiaron su modus operandi, a excepción de que fue el propio Obama quien declaró, una vez más, que Assad se debe ir, lo que resulta en lo que algunos comentaristas llaman la “esquizofrenia de la Casa Blanca“. Otros, sin embargo, señalaron que esto podría ser simplemente un caso de negación para salvar la cara. Personalmente, creo que ambas explicaciones son correctas.
No hay duda de que Obama es un presidente excepcionalmente débil, e incluso ignorante. El hombre ha demostrado no tener ninguna visión, ningún entendimiento de las relaciones internacionales, su cultura es mínima, mientras que su arrogancia parece ser infinita -tiene que ver con la forma por sobre la sustancia. Esta es la combinación ideal para ganar una elección presidencial en los EE.UU., pero una vez en la Casa Blanca también es una receta para el desastre. Cuando una no-entidad se coloca en la parte superior de la rama ejecutiva del gobierno, las diferentes partes del gobierno no reciben un mensaje claro de cuál es la política y, en consecuencia, cada uno de ellos comienza haciendo lo suyo sin preocuparse mucho de lo que el POTUS (acrónimo de Presidente Of The United States; nota del traductor) tiene para decir. El reciente artículo de Sy Hersh “militar a militar” es ilustrativo de ese fenómeno. Siendo débil y carente de visión (o incluso de comprensión) la principal preocupación de Obama es ocultar sus limitaciones y por lo tanto cae en el más antiguo de los trucos políticos: le dice a su público lo que quiere oír. Exactamente lo mismo vale también para Kerry. Ambos hombres dirán una cosa a los gobernantes rusos o durante una entrevista con un periodista ruso, y exactamente lo contrario a un periodista estadounidense. Ese tipo de “esquizofrenia” es perfectamente normal, sobre todo en los EEUU.
Para utilizar la expresión acuñada por Chris Hedges, los EEUU son un “Imperio de la Ilusión“. La sociedad estadounidense tiene una tolerancia aparentemente infinita para la falsedad mientras lo falso parece vagamente similar a la cosa real. Esto es cierto en todos los niveles, que van desde los alimentos que los estadounidenses comen, a la forma en que se entretienen, a los políticos que eligen y a la putativo invencibilidad de las fuerzas armadas que sus impuestos pagan. Es todo una gigantesca mentira, pero a quién le importa, siempre y cuando se trata de una diversión, de una mentira emocionalmente tranquilizadora. En el contexto de Siria, esta capacidad de ignorar los resultados reales en el soporte del terrorismo en nombre de la democracia conduce a la realización de una campaña “anti-Daesh” que se traduce en un aumento espectacular del territorio de Daesh, a la acusación de que Assad utilizó armas químicas y ahora a la política de “Assad puede quedarse, pero se tiene que ir”. Esta capacidad de completo desacoplamiento entre la retórica y la realidad a veces puede tener un efecto secundario positivo. Por ejemplo, incluso si esta semana se vio una Zag! (un hito, aclaración del traductor) desde la Administración de Estados Unidos en términos de retórica, esto no significa necesariamente que los EEUU no continuarán intentando derrocar a Assad. Lo contrario también es cierto, sin embargo. El hecho de que los EE.UU. han dicho que Assad se puede quedar de ninguna manera implica que los EEUU dejarán de intentar derrocarlo.
La conclusión es la siguiente: sí, definitivamente hubo una Zag! esta semana, pero sólo el tiempo dirá cuánto de hito se trata.
En este contexto yo recomiendo encarecidamente el reciente artículo de Alexander Mercouris titulado “La diplomacia rusa logró durante el último mes un trío de Resoluciones del Consejo de Seguridad que dan a Rusia una ventaja decisiva” en el que explica cómo Rusia ha logrado una victoria tras otra en el Consejo de Seguridad de la ONU . Lo importante aquí es que con cada una de estas Resoluciones patrocinadas por Rusia se está reduciendo gradualmente el número de opciones disponibles para los EEUU. Otro factor que reduce las opciones de los Estados Unidos es todos los éxitos tácticos del ejército sirio cuyo progreso es lento, pero constante. El ritmo intensivo de ataques aéreos rusos está teniendo un efecto sobre Daesh y los sirios están avanzando lentamente en todos los frentes. No ha habido ningún colapso de Daesh todavía, pero si los sirios continúan avanzando como lo han hecho hasta ahora su ofensiva con el tiempo llegará a un punto crítico cuando la cantidad de sus pequeñas victorias (tácticas) acabará desencadenando una reacción cualitativa (operacional) y Daesh comenzará a derrumbarse. Por supuesto, los combatientes de Daesh tendrán la opción de encontrar seguridad en Turquía, Jordania, Irak y otros lugares, pero el impacto psicológico de la derrota de Daesh en Siria será enorme.
Hasta el momento no hay indicios de una posible invasión turca del norte de Siria, no hay señales de que alguien está todavía pensando en la imposición de una zona de exclusión aérea, y además del asesinato de Samir Kuntar en un ataque aéreo israelí (sobre el que hablé aquí), parece que los S-400 están logrando el efecto disuasorio deseado.
En otras palabras, mientras que los líderes de Estados Unidos tienen la cabeza profundamente extraviada en sus propios delirios, los acontecimientos sobre el terreno están lenta pero constantemente reforzando la posición de Rusia y reivindicando la postura de Rusia.
Mientras tanto, los cristianos sirios que siguen el calendario gregoriano están celebrando la Navidad en las calles de Latakia en una clara señal de que una Siria multiconfesional todavía existe y tiene un futuro.
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