Semana Uno De La Intervención Rusa En Siria

Esta columna fue escrita originalmente para Unz Review.

La velocidad con la que la operación militar rusa en Siria fue conducida ha sido una gran sorpresa para la comunidad de inteligencia norteamericana (a quienes difícilmente podría culpar puesto que a mí también me dejó igual de sorprendido). No nos equivoquemos, la fuerza rusa apostada en Siria es pequeña, al menos por los momentos, y ni remotamente se parece a lo que han predicho los rumores, pero es en especial la forma en que está siendo empleada lo que es muy original: como un tipo de “multiplicador de fuerzas” para los militares sirios y una cobertura probable para los iraníes. Esta es una solución muy elegante en la que una fuerza pequeña alcanza resultados desporporcionadamente grandes. Esta también es una estrategia peligrosa, porque deja a la fuerza muy vulnerable, pero que, al menos hasta ahora, Putin ha podido explicárselo exitosamente al pueblo ruso.

De acuerdo a la encuesta más reciente, 66% de los rusos apoyan los ataques aéreos en siria mientras que un 18% se opone. Considerando los riesgos involucrados, estos son números extremadamente buenos. La popularidad personal de Putin, por cierto, todavía se mantiene en un fenomenal 85% (todas estas cifras tienen un margen de error de 3.4%). Aún así, estas cifras me indican una preocupación potencial, y, posiblemente, que la decepción esté presente. La gran ventaja que Putin tiene sobre cualquier presidente norteamericano es que los rusos entienden que las guerras, todas las guerras, tienen un costo, y por lo tanto no sufren de la misma aversión a las bajas que la población de Estados Unidos o Europa. Aún así, mientras que transmitan archivo del combate tomado desde aviones no tripulados es un buen comienzo, Putin tendrá que ser capaz de entregar algo más tangible pronto. Probablemente, una contraofensiva del ejército sirio. Con todo y eso, me pone nervioso la ola triunfalista en rusia.

La reacción de Occidente, sin embargo, ha sido muy negativa, especialmente luego de los ataques rusos con misiles crucero (que marcan la primera vez que los rusos usan sus elementos no-nucleares pero estratégicas en una demostración de fuerza menos dirigida a Daesh que a los Estados Unidos).

El 8 de octubre, el Secretario de Defensa de los Estados Unidos, Ashton Carter, declaró:

“No lo hemos hecho y no llegaremos a un acuerdo para cooperar con Rusia mientras continúe llevando la estrategia equivocada. Hemos visto, por parte de las fuerzas rusas, el incremento de un comportamiento no profesional. Violaron el espacio aéreo turco, que como todos hemos dejado claro aquí esta semana, y lo afirmamos con firmeza hoy aquí en Bruselas, es espacio aéreo de la Otan. Dispararon misiles cruceros desde una embarcación en el Mar Caspio sin avisar. Se han acercado a pocas millas de uno de nuestros vehículos aéreos no tripulados. Han inicado una ofensiva en conjunto con el régimen sirio, destrozando la fachada de estar luchando contra Isis”.

“Esto tendrá consecuencias para la misma Rusia, que está en todo su derecho a temer un ataque sobre Rusia. Y también espero que en los próximos días, los rusos comenzarán a sufrir bajas en Siria”.

Al día siguiente, el portavoz del Ministerio de Defensa ruso, Mayor General Igor Konashenkov respondió diciendo que:

“Representantes del Ministerio de defensa, en su evaluación de las acciones del ejército norteamericano en varias de las operaciones en las que están comprometidos a nivel mundial, nunca se han rebajado al nivel de expresar públicamente la esperanza por la muerte de efectivos norteamericanos, o incluso menos, de ciudadanos. Los anuncios del jefe del Pentágono, Ashton Carter, desafortunadamente ilustran con claridad los actuales niveles de cultura política que algunos de los representantes del gobierno norteamericano o, debería decir, su nivel de cinismo hacia el resto del mundo. Estoy seguro de que ningun general se hubiera permitido a sí mismo expresar tales sentimientos”.

¿No les recuerda a algo? ¿No suena como una repetición de la amenaza hecha por el jefe de inteligencia de arabia saudita, el principe Bandar bin Sultan, de desatar el “terror checheno” contra Rusia? Mínimamente, esto es, una vez más, una señal de que los Estados Unidos creen que controlan a los dementes wahabíes y que los pueden emplear contra sus oponentes.

Típicamente, occidente tiene dos formas básicas con la que maneja cualquier operación militar rusa: o bien son presentadas como asesinato masivo y una carnicería o como feas, primitivas e inefectivas. CNN escogió la segunda opcióny reportó que “Un número de misiles crucero lanzados desde un buque ruso que apuntaba a objetivos en Siria cayeron en Irán, dos oficiales de Estados Unidos le dijeron a CNN el jueves“. Tanto Rusia como Irán lo negaron inmediatamente, y en lo que respecta al Departamento de Estado y el Pentágono, se han negado a confirmar o negar tales reportes.

Maria Zakarova, la portavoz de la Cancillería rusa reacción con disgusto a estos reportes en su cuenta Facebook y escribió: “He leído los reportes de CNN alegando que ‘Misiles rusos cayeron en Irán’. Me pregunto, ¿lo escribirán con rabia e impotencia, o qué? Lo mismo con las constantes referencias a ‘fuentes’ que recuerdan la canalización del agua de las cloacas“.

Claramente, los rusos están algo asqueados de estas patéticas reacciones de los Estados Unidos. En relación a los oficiales norteamericanos, parecen estar bastante despistados con el qué hacer después.

No obstante, las apariencias engañan: este “juego” está lejos de terminar.

Como escribí en una columna reciente, la idea de que Rusia ha establecido una zona de exclusión aérea sobre Siria es sencillamente falsa: cuatro SU-30MS, incluso recibiendo el apoyo de seis SU-34 no son suficientes para establecer una zona de exclusión aérea de ningún tipo. La verdadera misión de estos SU-30MS es la de proteger a la fuerza aérea rusa de cazas turcos o israelíes con exceso de entusiasmo, no para establecer una zona de exclusión aérea. De hecho, de acuerdo con el comandante de de la fuerza aérea norteamericana encargado de las operaciones en Siria, los Estados Unidos han realizado muchas más incursiones que los rusos. Lo que no agregó es que la mayoría de estas incursiones no incluyen el lanzamiento de misiles mientras que las rusas sí. Pero, en realidad, esto es comparar manzanas con naranjas. Los norteamericanos podrán realizar tantas incursiones como quieran, pero sólo las aeronaves rusas están operando en coordinación cerrada con tropas terrestes sirias e iraníes.

Lo que más me preocupa es que a personas de ambos lados suelen gustarles las bravuconerías baratas y decir cosas del tipo “Los norteamericanos/los rusos nunca se atraverán a atacar una aeronave rusa/norteamericana”. Esta es una forma de pensar muy peligrosa sobre lo que está ocurriendo, porque ignora la evidencia histórica de los encargados en tomar decisiones tomando unas muy estúpidas para evitar verse humillados por el otro lado (me viene de inmediato a la mente Ehud Olmert en 2006). El hecho de que Obama y los Estados Unidos se vean completamente superados es agradable, por supuesto, pero potencialmente muy peligroso.

Las buenas noticias son que, por lo menos en el momento actual, ni Rusia ni los Estados Unidos están amenazándose el uno al otro, al menos no en un nivel militar. La fuerza aérea norteamericana aparentemente ha decidido asumir un “radio de evasión” de 20 millas y mientras que los rusos no han hecho ninguna declaracion sobre el, estoy bastante seguro de que ellos también habrán resuelto la forma de no interferir con los norteamericanos, mucho menos amenazarlos directamente. Igual, esta situación es inherentemente peligrosa.

Como esta es una zona de combate y no cualquier area de patrullaje en tiempos de paz, los aviones rusos y norteamericanos tienen que emplear modalidades del radar que normalmente se asocian con intenciones hostiles: no sólo escanear los cielos de cualquier enemigo potencial, sino rastrear efectivamente cualquier aeronave detectada. Esta es una situación muy delicada porque una vez que un radar ha detectado una aeronave y la está siguiendo activamente, todo lo que tiene que hacer el piloto para atacar es apretar un botón. Para el piloto del avión que está siendo rastreado, esto es similar a tener una pistola apuntándote: te pone muy nervioso. Y para empeorar las cosas, los modelos modernos pueden entrar en combate sin usar estas modalidades de radar y pueden tratar de ocultar las señales de las mismas, pero esto sólo le agrega a la tensión. Es precisamente porque Rusia y los Estados Unidos son dos poderes nucleares que es crucial que ninguno de ambos lados espere del otro a que “pestañee primero” o juegue el juego de la gallina. Los políticos pueden darse el lujo de caer en esta clase de sinsentidos, pero espero que los generales de ambos bandos harán todo lo posible para evitar tal situación. Ahora mismo, todo parece estar bajo control, pero podría empeorar rápidamente. Se puede tener la esperanza de que el Pentágono y el Estado Mayor ruso lleguen pronto a un acuerdo de “disminución” del conflicto.

Hay numerosos reportes de que Irán está preparando una intervención a gran escala en Siria. Estos reportes provienen de varias fuentes y los considero creíbles simplemente porque no hay forma de que una intervención rusa muy limitada pueda cambiar el tiempo de la guerra, al menos por sí sola. Sí, insisto en que la intervención rusa es una muy limitada. Doce SU-24M, doce SU-25SM, seis SU-34 y cuatro SU-30SM no son una gran fuerza, ni siquiera apoyados por helicópteros y misiles cruceros. Sí, la fuerza rusa ha sido muy efectiva en aliviar el frente noroccidental permitiendo una contraofensiva del ejército sirio, pero esto, por sí mismo, tampoco terminará la guerra. Los dementes de Daesh simplemente pueden repetir lo que ya han hecho en el pasado: cruzar la frontera hacia Turquía, Jordania o Irak. Más aún, no puedes mantener un territorio desde el aire. Para eso, hacen falta “botas sobre el terreno” y las botas rusas no vienen: Putin lo ha manifestado sin ambigüedad alguna (aunque sí dejó una pequeña puerta abierta por si es necesario un cambio de estrategia en el futuro al decir que una intervención terrestre no está presente en “los planes actualmente”). De cualquier forma, algo que vaya más allá de una intervención menor o muy corta sería difícil de vender en Rusia y por lo tanto sigo creyendo que no sucederá. Mi apuesta va por los iraníes. Bueno, cuando digo “iraníes” quiero decir los iraníes y sus aliados, incluyendo a Hezbolá, pero no necesariamente en uniformes iraníes.

Es probable que los sirios y los iraníes quieran mantener la magnitud del involucramiento persa lo más escondido posible. Pero, por supuesto, no serán capaces de engañar a los Estados Unidos, Turquía o Israel por mucho tiempo, al menos si una fuerza iraní de tamaño cosiderable está involucrada.

Así que la gran pregunta para mí es la siguiente: ¿qué harán (¿y cuándo?) los Estados Unidos si Irán interviene en Siria?

Es también probable que los iraquíes pidan ayuda a los rusos para ayudar a derrotar a Daesh en el momento exacto en el que los iraníes hagan su movimento. Si los rusos están de acuerdo, y parece que sí, la fuerza aérea rusa estará proveyendo de hecho cobertura aérea a las fuerzas iraníes que se desplacen de Irak a Siria. Mi suposición es que los rusos tratarán de conseguir alguna clase de resolución del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas que permita una intervención internacional en Siria o, de fracasar eso, intentarán alguna clase de arreglo con los Estados Unidos. Pero esto va a ser increíblemente difícil, ya que los neocons se volverían locos si los iraníes efectivamente realizan un movimiento grande hacia Siria.

En este momento la fuerza aérea rusa no cuenta con los recursos necesarios para apoyar una acción de movimiento iraní a Siria, y esa podría ser la razón por la reaparición del rumor de que seis MiG-31 serán apostados Siria. Personalmente no he encontrado evidencia de eso, al menos no de fuentes medianamente decentes, pero si eso realmente ocurriera entonces se convertiría en un punto de inflexión: los MiG-31 nunca serían usados contra Daesh o ni siquiera contra algunos cazas turcos o israelíes aislados; si los MiG-31 llegaran a aparecer sobre los cielos sirios, su objetivo sería mantener el control del espacio aéreo y eso implica una amenaza directa y creíble contra los Estados Unidos y sus aliados. Lo mismo puede decirse sobre el despliegue de los S-300. Gracias a dios, todavía no estamos ahí. Pero a menos que el ejército sirio logre una ofensiva contra Daesh extremadamente exitosa, una intervención iraní a gran escala se vuelve algo muy probable. Después de eso, las cosas se pondrían verdaderamente difíciles.

Mientras tanto, la OTAN se mantiene ocupada buscando la gran declaración donde dirán que están “listos para defender a Turquía” mientras que McCain declara que Estados Unidos y Rusia están enfrentados en una guerra por delegación. Debemos estar agradecidos de que tales emisiones de aire caliente ocurran, con suerte, mientras que los líderes occidentales sientan que su habladera vacía les haga parecer creíbles, no estarán tentados de hacer algo verdaderamente estúpido y peligroso.

Definitivamente, estos son tiempos peligrosos.

The Saker

Tomado del blog de The Saker, la traducción para Misión Verdad y The Saker Latinoamérica la realizó Diego Sequera

 

 

 

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