Queridos amigos,
Hoy estoy publicando un primer artículo con el cual espero hacer una serie acerca de “repensar la política”. Con esto quiero decir lo siguiente: se nos ha dicho que el comunismo es la muerte. No estoy tan seguro, pero tal vez. Afirmaría que lo que conocemos como la “social democracia Europea” ha muerto este año después de una larga y dolorosa agonía. EE.UU. tiene solo de república o de democracia el nombre, en realidad es una oligarquía fascista. Chavez en Venezuela habló del “Socialismo Bolivariano”. Arundhati Roy en India parece creer que la democracia esta muerta y que las guerrillas Maoistas podrían tener la respuesta a muchas preguntas. Una cosa es segura, Fukuyama estaba equivocado y la historia no ha llegado a su fin (a menos que algún idiota y loco en la Casa Blanca lance un ataque sobre Rusia entonces si, la historia llegará a su fin).
Nunca olvidaré aquel día en el año 1992 o 1993 en el que durante una sesión de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Desarme un Embajador Pakistaní dijo algo que recordaré por siempre. Miró a las delegaciones occidentales y dijo: “¿creen que su capitalismo ha derrotado al comunismo? Están equivocados! Lo que sucedió en realidad es que las contradicciones internas del comunismo han derrotado al comunismo antes que las contradicciones internas del capitalismo derrotaran al capitalismo”. Veinte años después es verdaderamente innegable que estaba en lo correcto. Y no es de extrañar que el primero de quien venga esa afirmación sea de un Musulmán ya que el Islam de hoy en día ofrece al menos dos alternativas a todas las ideologías occidentales: una Arabia Saudita medieval y profundamente reaccionaria y una Irán moderna y progresista.
Creo que ya es tiempo de repensar nuestra política, nuestras categorías políticas, nuestras certezas acerca de que es peor y que es mejor y todas nuestras presunciones sobre la historia reciente. La mayoría de nosotros vive en el llamado Occidente y lo que es innegable: nuestro orden social esta muriendo, totalmente desacreditado y despreciado por el resto del planeta, nuestros políticos parecen simplemente incapaces de articular nada remotamente conectado con la verdad, y el mundo con urgencia, con urgencia, necesita nuevas ideas.
Con estas series “Repensando la Política” quiero comenzar con una tabula rasa en la cual podemos reexaminar todo y tratar de ver si podemos al menos identificar algunos hechos o ideas que nos ayuden a pensar desde afuera de la “caja” de hierro que nos han impuesto nuestras sociedades estupidizantes. La clave no será encontrar las respuestas correctas, sino hacer las preguntas correctas.
Estas series comienzan hoy con Andreja Vrazalic haciendo unas preguntas muy básicas e importantes acerca de lo que es el socialismo (las cuales, por supuesto dependen de a quien le pregunten). Estoy muy feliz con esta primera contribución y mi gratitud va para Vrazalic por lanzar lo que espero será una discusión larga y productiva que involucre muchas más contribuciones de diferentes autores con diferentes visiones.
The Saker
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La Atracción Irresistible del Socialismo
por Andreja Vrazalic
Ha pasado un cuarto de siglo desde que el socialismo fue declarado muerto. Llorado solo por unos pocos, tales como los nostálgicos Yugoslavos, los cuales podían viajar al extranjero y eran jóvenes, así que recuerdan al régimen socialista de Tito como algo grande. Representan una pequeña minoría – tanto así, de hecho, que un partido comunista transformó su país al capitalismo, con excelentes resultados – recientemente llegaron a ser la primera economía del mundo.
El socialismo, o el comunismo, esta completamente desacreditado como una idea. Hay algunos partidos social demócratas, que hablan un poco más acerca del trabajador, y eso es todo. Incluso hoy, cuando nos encontramos en toda regla en una crisis del libre mercado (eso es otra historia), difícilmente a alguien le llame la atención la idea de ir al socialismo. Eso no es extraño – el socialismo se uso para prometer el cielo en la tierra y de alguna manera tendió a convertirse en el infierno. Incluso el núcleo duro de los admiradores de Tito que pasan por alto las ejecuciones en masa y el despojo del cual él fue culpable no aprueban el genocidio Camboyano o el terror de Stalin. Adicionalmente, el socialismo no estableció la igualdad. Lejos de eso: había un profundo abismo entre un “camarada miembro del Partido” y un ciudadano ordinario. Y no seas tan tonto como para meterte con tu empleador – hay solo uno, el Estado. Con respecto al rápido crecimiento económico, bien, por alguna razón faltaron resultados incluso en este departamento; la Unión Soviética colapsó después de una crisis económica. Hay buenas razones para esa falla, y tiene que ver con la incapacidad del Estado para reemplazar a la “Mano invisible”, es decir la incapacidad de una autoridad para tomar las decisiones que millones de personas toman todos los días. Un solo participante en el mercado implica la no competición, etc, etc … Resumiendo, el socialismo, como sistema, ha traicionado todas las expectativas.
¿Todas?
No estoy seguro, que, por ejemplo, los Vietnamitas estén de acuerdo con esto. Ellos vencieron a la primera superpotencia del mundo bajo la bandera roja. Los Rusos derrotaron a una de las mejores maquinarias de guerra que el mundo haya visto jamás, y se convirtió en la segunda superpotencia mundial, todo bajo la misma bandera. Tenemos que recordar que cuando miramos al socialismo, lo miramos desde una perspectiva de la rica Europa o Norteamérica. Cuando nosotros los Serbios miramos al socialismo, vemos a Tito, y todas las minas que él ha puesto para nosotros, y que continuamente explotan en nuestros rostros por los últimos 25 años. Lo mismo iría para todas las naciones de Europa del Este, incluyendo las Rusas (fronteras comunistas, ¿cualquiera?). Necesitamos ser objetivos, o tan objetivos como sea posible. Un observador objetivo definirá claramente los términos y analizará un poco las alternativas. El resultado puede ser interesante.
¿Qué es el socialismo?
Cuando hablo de socialismo, me estoy refiriendo al sistema económico y político que la mayoría de las personas conoce como comunismo. Sin embargo, Yugoslavia y la URSS eran socialistas solo en el nombre. Las cosas que conocemos hoy como socialismo es la social-democracia, una ideología que pertenece al sistema capitalista democrático, y que tiene solo unos pocos elementos de socialismo.
El socialismo en la práctica conlleva dictadura y economía regida por el estado. En este sentido, es comparado muy frecuentemente con su principal rival, el Sistema Occidental el cual es descrito como democrático y capitalista, o de libre mercado. Sin embargo, el hecho de que se haga tal comparación representa en primer lugar un golpe de propaganda magistral que solo podemos recostarnos y admirar.
Comparando manzanas y naranjas
Comparar el socialismo con la democracia y el libre mercado es tan sensato como comparar una cosa real con una imaginaria – esto no tiene sentido. El bloque Occidental ha, a través de la imposición de esta comparación, anotado (uno de los muchos) un ingenioso golpe propagandístico: ha fabricado una brillante, pulcra e imaginaria imagen de si mismo: propaganda de Photoshop por así decirlo. Ha impuesto una historia sobre una lucha por la libertad y la democracia como si en realidad respetara la libertad y la democracia.
¿¿¿Cómo podemos hablar sobre democracia cuando sabemos que en el primer país de esta democracia un presidente puede ser electo incluso si perdió el voto popular, donde los referéndum son inexistentes, y donde dos partidos iguales se alternan en el mando por los últimos 150 años??? Esto es incluso peor en sus democracias clientes: hay un viejo adagio que dice que la democracias solo es posible en EE.UU., porque este no tiene embajada de los EE.UU. Y eso sin mencionar siquiera el espionaje que todo lo invade – Stalin se pondría verde de envidia.
Parecería como si al Sistema Occidental le fuese mejor con la cuestión del libre mercado. El Estado no interfiere demasiado en el funcionamiento del mercado, y la gente generalmente hace sus transacciones libremente. Pero solo en el nivel micro. A nivel macro la historia del libre mercado hace agua. Es verdad que el Estado no interfiere demasiado. Pero el Estado no es el único gran jugador – hay corporaciones de todos los tipos, aquellas que conocemos y aquellas de las que podemos tener una impresión. El Sistema de Reserva Federal es manejado por banqueros privados; entonces y nuevamente un Billonario Americano hace algo de algún modo en línea con los intereses nacionales de EE.UU.; y ni siquiera entraremos a discutir sobre los medios Americanos – son viejos amigos de nosotros los Serbios. Sus mentiras harían sonrojar a los propagandistas de Milosevic. ¿Cómo es que los magnates Estadounidenses, los medios Estadounidenses y el gobierno Estadounidense hablan el mismo lenguaje y piensan con la misma cabeza?¿Como es que tenemos esta suave transferencia desde el Gran Negocio al Gran Gobierno y al revés?¿Cuál era este Complejo Militar Industrial del cual Eisenhower habló?
Si miráramos al Sistema Occidental objetivamente no necesitaríamos hacer tales preguntas, por que no nos sorprendería. El Sistema Occidental surgió mucho tiempo atrás, en Roma. En Roma había elecciones, una asamblea, el comercio era libre, la propiedad privada era respetada (personas siendo propiedad privada es un detalle menor). También una democracia capitalista. Pero ahora, dos mil años después, podemos mirar al la República Romana objetivamente y decir que era una república oligárquica, donde todos los hilos del poder y la riqueza eran manejados por unas pocas familias en el Senado. Además, ellas tenían una receta interesante: ya que los senadores no podían oficialmente estar involucrados en el comercio, lo hicieron a través de otros hombres, con su dinero volviéndose invisible. Roma tenía otra cosa en común con los Estados Unidos de hoy: era un imperio.
Imperialismo
Riqueza, verdadera riqueza, piénsenlo, es simplemente una cosa maravillosa: tienes la parte material cubierta, y la gente empieza a pensar grandes cosas sobre ti – que eres más inteligente, más capaz, etc… Tal vez te envidien, pero como alguien dijo, la envidia es la forma más sincera de adulación.
En resumen, te son concedidos atributos y poderes que puedes no tener, y por que no, los usas. Si te preguntan acerca de tu primer millón, te extiendes explicando como trabajaste día y noche, escogiste tus socios y empleados cuidadosamente, y tratas de no mencionar ese pequeño acuerdo con el político local a cargo de la construcción. Lo mismo ocurre con las grandes naciones: escribirán acerca del trabajo del libre mercado, la mano invisible y la división del trabajo, y de algún modo dejarán de mencionar el saqueo a India, o el robo de tierras a los nativos. Es de humanos olvidar algunas cosas. Especialmente aquellas que te hacen ver mal.
Simplemente, cuando hablamos de riqueza, tenemos en mente que (al nivel de naciones) puede obtenerse de dos maneras: por trabajo o por saqueo. Además, tenemos que tener en mente que aquellas categorías no están tan alejadas: incluso individuos pueden obtener dinero a través del trabajo y el crimen, los países aún más. Esto está incluso conectado en algo: el prerrequisito para ambas es la fuerza.
Riqueza: prerrequisitos
No vamos a entrar en discusiones maratónicas de si es mejor vivir en Noruega o en EE.UU.; es relativamente similar, y vamos a ignorar los casos extremos o de pequeñas o micro naciones como Suiza o Singapur. Vamos a concentrarnos en los esenciales. ¿Deberíamos mirar a los países grandes o a los continentes, y pregúntense: donde está concentrada la riqueza?
De alguna manera resulta que las riquezas más grandes están en las más grandes potencias. La URSS era mucho más pobre que EE.UU., pero era mucho más rica que la China, India o Africa de su tiempo. Podemos seguir esto en la historia también: solo miremos la riqueza del Imperio Británico o Roma: a medida que empezaron a adquirir colonias, su riqueza creció. Hubo saqueo, por supuesto, pero su industria floreció – de hecho, Gran Bretaña es el lugar de nacimiento de la Revolución Industrial, la causa del estándar de vida sin paralelo de hoy.
Como Adam Smith ingeniosamente los planteó: el prerrequisito de la riqueza es la paz, bajos (fáciles) impuestos y una administración de justicia tolerable.
Y ahora específicamente: ¿quien puede garantizar la paz, si no está en el poder? No estamos hablando de paz como la ausencia de guerras: Dios, no. La Gran Bretaña de Victoria o el EE.UU moderno están permanentemente involucrados en guerras, campañas, intervenciones, preparativos para un golpe, etc., etc… Cuando decimos paz, nos referimos a paz en casa. Ellos tenían esto. Y este es el prerrequisito para que la gente se relaje, para trabajar y producir, y no preocuparse todo el tiempo de si tienen que empacar y estar listos para irse.
Destruir a la competencia
La riqueza es algo relativo: la gente discute todo el tiempo que es mejor vivir en Noruega o Suecia que en los Estados Unidos. Para ser honesto, no tengo idea. No es importante para esta historia: ni Noruega ni Suecia están en alguna competencia con EE.UU. Toda Africa o América Latina podrían estar. La riqueza de EE.UU. es relativa: EE.UU. simplemente tiene más que X país del continente, y por lo tanto los EE.UU. es rico, mientras X es pobre. No hay una medida específica de bienes o dinero que los EE.UU. tiene que tener para ser considerado “rico” – simplemente con tener mas que otros será suficiente. Si EE.UU. no tiene más que otros no es “rico”. Y si no es rico, bien, entonces tal vez no sea la Fuente de Todo el Conocimiento, la Tierra Prometida y el Gobernante del Planeta indiscutido. Y eso no sería agradable.
Este estatus puede mantenerse de dos formas: por progreso económico o por socavamiento/destrucción de la competencia. Estas dos formas de algún modo van de la mano: cuando destruyes la competencia, tu economía puede expandir sus alas. Puedes destruir la competencia mediante proteccionismo – expulsándolos de tu mercado – pero solo las potencias más grandes pueden intentarlo, como en el siglo XIX EE.UU. o Alemania. De acuerdo a la teoría del libre mercado, el proteccionismo no tiene sentido, en efecto los impuestos sobre los consumidores nacionales lleva a la ineficiencia económica. Sin embargo, tenemos que recordar que el mercado no es “realmente” libre, y que estados extranjeros y corporaciones ocasionalmente se entretejen, y que algunas veces son una y la misma cosa. Ellos no vienen a tu país a mejorarlo; vienen a obtener ganancias – de esta forma o de otra. Con mayor frecuencia de la otra. Botarlos de tu mercado no es necesariamente un pecado hacia los consumidores. Finalmente, si te están haciendo un servicio, ¿por qué están tratando con tanta insistencia de venir a ti? ¿Por qué Austria-Hungría tratan tan insistentemente de prohibir las tarifas de importación de Serbia para los bienes de la industria, si las exportaciones de tales bienes fuesen un gran servicio para Serbia? ¿Por qué existe el termino “conquista el mercado”?
Si no abres tus mercados, siembre hay la vieja y buena opción de la ocupación.
Las colonias
El colonialismo es una cosa simplemente maravillosa: te vas al país de otras personas con una explicación confusa de que son salvajes o algo, y que debes simplemente civilizarlos, les presentas a Dios y al jabón, y evitas que se maten unos a otros. Y listo. Olvida que estaba bien decirlo en el siglo XIX, cuando los medios de comunicación no estaban allí en el mismísimo corazón de Africa para capturarte mintiendo, es correcto hoy cuando los Americanos están haciendo un desastre el Merio Oriente, todo bajo la excusa de traer la democracia.
Es realmente maravilloso que esos países Occidentales pongan tanto esfuerzo en civilizar a los nativos de manera tan desinteresada. Claro, habían unas pequeñas ventajas y beneficios, como el oro y otros minerales, madera, tierras, esclavos, petróleo, etc. pero ese no era el punto. Lo importante era civilizar a los salvajes. Esa fue la “Carga del Hombre Blanco” como decía Rudyard Kipling. El Hombre Blanco se dedicó de todo corazón a la tarea de civilizar, como por ejemplo en el Congo, donde al momento de obtener la independencia después de alrededor de cien años de ocupación Belga, habían 15 graduados de la universidad.
¿Liberación, o por qué el socialismo no es para el rico?
Los ingratos nativos en algún momento decidieron que tenían suficiente de esos cuidados, y decidieron botar a los colonizadores. Es interesante notar que tales movimientos anticolonialistas tenían usualmente algún tipo de ideología de izquierda, y que de alguna manera gravitaron hacia la Unión Soviética.
Esto no estaba muy en línea con la teoría socialista original, en la cual el comunismo supuestamente triunfaría en sociedades como Inglaterra o Alemania, donde la burguesía y lo trabajadores industriales dominaban, y donde los trabajadores triunfarían al final. Contrario a esto, el comunismo ganó en países en relativa pobreza. Si el comunismo era un disparate, no sería aplicado en cualquier lugar, excepto tal vez en la Camboya de Pol Pot. Si el comunismo fuese una idea genial, todo el mundo lo adoptaría. Es un hecho que algunos elementos del socialismo están presentes en toda la sociedad moderna, en la forma de algunos derechos para los trabajadores. Pero aquellos son elementos, y no la esencia. Los socialdemócratas apoyan en esencia el capitalismo – de otra manera pedirían la nacionalización de fábricas y no la privatización. Por el otro lado tenemos a Cuba, Venezuela, Bolivia donde incluso hoy las ideas socialistas persisten, e incluso avanzan, y aún el Partido Comunista Chino, que ha adoptado el capitalismo, no ha adoptado la democracia.
Así que, parece casi un defecto que las sociedades ricas no quieran el socialismo, mientras que las sociedades pobres tienden a implementarlo. ¿Qué ven los pobres en él, y qué es lo que los ricos no ven? La sabiduría económica no es un sistema especialmente eficiente. En el socialismo real el Estado dirige la economía, y tiene fama de ser ineficiente (ni siquiera vamos a entrar en la teoría comunista, donde no habría dinero, que en realidad no funciona). Las sociedades del socialismo real no pueden ser denominadas por cualquier criterio: a la burguesía se le roba cuando los comunistas llegan al poder, después de eso se adopta un sistema de casta, dividiendo a la gente en “camaradas miembros” y simples mortales.
El socialismo establece la centralización del control de la economía. Tal control centralizado es ineficiente e injusto, y no establecerá una sociedad superior a la “capitalista”. Sin embargo, la sociedad socialista puede dirigir sus energías con mayor facilidad hacia un objetivo, y será mas resistente a influencias desde el extranjero. Si eres pobre, el socialismo puede ser simplemente la solución para ti. No vivirás mejor, de todos modos eres más pobre que los ricos, sin importar si eres capitalista o socialista. Pero serás capaz de pelear contra los ricos, porque tus energías estarán enfocadas, y su poder sobre ti disminuido.
¿De qué otra manera puedes explicar que los rivales de la Guerra Fría fuesen los Estados Unidos, sin duda el país más rico del mundo desde 1919, y Rusia/URSS, solo una de las potencias extranjeras Europeas, devastada por dos guerras mundiales y una revolución, y la cual a pesar de esto logró enviar al primer hombre al espacio? ¿Como puedes explicar la victoria del pequeño Vietnam sobre el gran EE.UU.? Si Vietnam no fuese socialista, no podría hacer todo para ganar. El capitalismo es reconocido por sus magnates/oligarcas – los EE.UU. sobornarían a algunos, y Vietnam caería como una fruta madura.
No hay oligarcas en el socialismo – el poder político y económico está conectado a nivel del partido, y no al nivel individual. El Partido presenta un frente unificado para los extranjeros – y la unidad es uno de los prerrequisitos para una victoria en una guerra.
Una guerra no es solo “caliente”, también es “fría”, donde las potencias extranjeras quieren obtener el dominio económico sobre un país y convertirlo en una (neo)colonia. Ese país tiene dos posibilidades: dejarse conquistar, y convertirse, para todos los deseos y propósitos, en una colonia, o pelear por su libertad. La elección es entre dos males: una colonia es explotada, y castigada cruelmente si intenta recuperar su libertad, mientras que la libertad es cara, y no tan libre, porque jerárquicamente existirá de todas maneras. Será menos rígida – la diferencia entre un comunista Vietnamita y un Vietnamita ordinario no está hecha en piedra. La diferencia entre un Francés y un Vietnamita si lo está.
En resumen, el socialismo es un sistema orientado para la guerra. Solo pregúntenle a los Espartanos.
Dos caras de la misma moneda: crímenes
Al socialismo, o el comunismo, se le reprocha por ser inherentemente criminal, y es incluso equiparado con el fascismo. Los crímenes comunistas son indudables. Desde Tito, cuyas victimas olvidadas van de decenas a cientos de miles, Stalin, Mao, a Pol Pot, que asesino a la mayoría de su pueblo, había una cantidad de regimenes comunistas hasta las rodillas en sangre. Sus víctimas fueron documentadas y numerosas. Tal vez más numerosas que las víctimas de los fascistas.
Las victimas de Occidente de alguna manera son siempre olvidadas. Desde la “Solución Final” al problema Indio, pasando por el Congo Belga, mil y una masacre de nativos de las cuales nunca oímos, Hiroshima y Dresden, hasta las últimas victorias por la democracia, no puede decirse que el Sistema Occidental es lirio blanco. Por el contrario, sería bueno contar las víctimas de este sistema.
Reprocharle al socialismo, o al comunismo, por su naturaleza especialmente criminal es simplemente irreal. Comparar a la Checoslovaquia comunista y a la Camboya comunista, a la Argentina fascista y a la Croacia fascista, a la Dinamarca democrática y a la Bélgica democrática o que EE.UU. nos diga que cada sistema tiene su cuota de criminales y no criminales (ok, menos criminales).
En lugar del fin
Entiendo que alguna gente busque una sociedad más justa, una sociedad donde todos vivirían en paz y prosperidad. Algunos vieron al socialismo como esa sociedad. Ellos estaban equivocados.
Sin embargo, como el ejemplo que Esparta o el Antiguo Egipto nos da, el socialismo no es inherentemente nuevo. Es un sistema de control del estado sobre los recursos. Este sistema ha existido desde el principio de los tiempos, y su derrota reciente no significa que desaparecerá para siempre. Por el contrario, la historia nos dice que las cosas tienden a suceder en ondas, y que esta victoria del sistema llamado capitalismo liberal, el cual no lo es, no será permanente. El socialismo volverá a estar en boga en algún momento, probablemente bajo un nombre diferente, pero con la misma esencia.
Es importante para nosotros saber que es el socialismo, que puede, y que no puede hacer. Por favor no me hablen sobre la más justa distribución de los bienes que brinda el socialismo. No es así. No tiene nada que hacer con esto. La naturaleza humana es así, la gente es atraída por la jerarquía, y aquellos en el tope serán mejores que los de abajo. En cualquier sistema. Pero es un poco diferente si los de arriba son de distinto color de piel, o simplemente extraños. La diferencia es entonces más grande, y la explotación más cruel. Si quieren hablarme acerca del socialismo como herramienta contra el imperialismo, siéntanse libres. Estoy escuchando.
Publicado el 28 de diciembre de 2014 en vineyardsaker.blogspot.com
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