Otro periodista arrestado en otro país occidental por pensar “erróneamente” sobre “Israel”

por Caitlin Johnstone – en Boletín Informativo de Caitlin – traducción de Comunidad Saker Latinoamérica

Detuvieron a otro periodista propalestino, esta vez en Suiza.

Según se informa, el director ejecutivo de The Electronic Intifada, Ali Abunimah, fue detenido por la policía suiza en Zúrich, tras haber sido interrogado durante una hora y liberado el día anterior al ingresar al país. Abunimah, que es palestino-estadounidense, ha desempeñado un papel destacado en la exposición y crítica de los abusos del apartheid en Israel durante muchos años.

En octubre del año pasado, la policía antiterrorista británica allanó la casa del editor asociado de Electronic Intifada, Asa Winstanley, en respuesta a sus publicaciones en las redes sociales sobre los abusos de Israel, respaldado por Occidente, en Oriente Medio. Le confiscaron varios dispositivos electrónicos y nunca se presentaron cargos.

En agosto del año pasado, la policía antiterrorista británica detuvo al periodista Richard Medhurst y lo mantuvo retenido durante casi 24 horas en virtud del artículo 12 de la Ley Antiterrorista del Reino Unido, del año 2.000. Más tarde ese mes, la policía detuvo a una activista de derechos humanos llamada Sarah Wilkinson y registró su domicilio por delitos relacionados con la libertad de expresión en Internet. Ambos casos parecen haber sido el resultado de expresiones de opinión consideradas demasiado simpáticas con grupos de resistencia como Hamás y Hezbolá, que han sido designados como organizaciones “terroristas” por el gobierno británico. Los activistas Mick Napier, Tony Greenstein y Richard Barnard han sido perseguidos de manera similar en el Reino Unido.

En Estados Unidos, el derecho a la libertad de expresión se ha visto pisoteado de distintas maneras desde octubre de 2023, desde violentas represiones policiales en manifestaciones en campus universitarios contra las atrocidades genocidas de Israel en Gaza hasta la prohibición de TikTok con el objetivo de reprimir el discurso pro palestino. Las plataformas tecnológicas de Silicon Valley, que están íntimamente relacionadas con el gobierno estadounidense, han estado censurando el discurso crítico hacia Israel con una agresividad cada vez mayor, y el presidente Trump acaba de firmar una orden ejecutiva que parece estar orientada a deportar a los visitantes a Estados Unidos que participen en el activismo pro palestino.

Aquí en Australia, los líderes gubernamentales de ambos partidos presionaron con fuerza para que se prohibiera a la gente protestar el pasado 7 de octubre, y la policía investigó a los manifestantes por ondear banderas de Hezbolá en una manifestación en Melbourne en virtud de una nueva ley que prohíbe la exhibición pública de símbolos de grupos designados como “terroristas”. Los sionistas han estado utilizando los tribunales australianos para intimidar a la destacada periodista Mary Kostakidis, acusándola de incitación al odio ilegal por compartir imágenes de vídeo del ahora fallecido líder de Hezbolá, Hassan Nasralá.

La represión de la libertad de expresión se está haciendo cada vez más patente en todo Occidente, a medida que el imperio se vuelve más violento y tiránico en sus esfuerzos por reprimir los sentimientos revolucionarios en el país y el surgimiento de un mundo multipolar en el extranjero. La fachada de una sociedad ilustrada en la que las ideas y la información se intercambian libremente para el enriquecimiento de la democracia liberal ha ido dando paso rápidamente a un autoritarismo de mano dura, a medida que nuestra democratización de la información, históricamente sin precedentes, permite a la gente común echar una mirada crítica sobre sus gobernantes de maneras con que antes no podían hacerlo.

El primer genocidio transmitido en directo por Internet ha hecho que el imperio occidental entre en pánico cuando las imágenes en vídeo sin editar que circulan por las redes sociales abrieron los ojos de la gente de un modo que ningún experto en propaganda podría re-encuadrar. Por eso vemos que cada vez más fuerzas policiales se despliegan contra periodistas y activistas cuyo único delito consiste en expresar ideas de pensamiento criminalizado sobre el imperio y sus acciones.

“El primer genocidio transmitido en directo por Internet ha hecho que el imperio occidental entre en pánico cuando las imágenes en vídeo sin editar que circulan por las redes sociales abrieron los ojos de la gente de un modo que ningún experto en propaganda podría re-encuadrar. Por eso vemos que cada vez más fuerzas policiales se despliegan contra periodistas y activistas cuyo único delito consiste en expresar ideas de pensamiento criminalizado sobre el imperio y sus acciones”
Caitlin Johnstone

Sin embargo, los administradores del imperio deben tener cuidado con la rapidez con la que revelan al público que no vivimos en una sociedad libre. La mejor manera de mantenernos a todos marchando sin pensar al ritmo de esta distopía capitalista es engañarnos para que pensemos que somos libres. Cuanto más expongan sus intenciones, más se arriesgan a despertar una verdadera respuesta revolucionaria a su tiranía al mostrarle a todo el mundo lo bloqueada que está nuestra sociedad en realidad.

Será interesante ver cómo se desarrolla esta maniobra de equilibrio. Parece que, en esencia, estamos presenciando una carrera entre el despertar de la conciencia humana a la realidad, por un lado, y los esfuerzos de nuestros gobernantes por reforzar el control total de esta civilización mediante la inteligencia artificial y los sistemas de seguridad automatizados, por el otro. O bien despertamos de nuestro coma inducido por la propaganda en cantidades suficientes para alzarnos y forzar la creación de un mundo sano, o bien quedamos atrapados en el statu quo por los administradores del imperio armados con enjambres de drones, robots militarizados y un control total de nuestros sistemas de información y financieros hasta que seamos aniquilados por el capitalismo ecocida o la política nuclear omnicida.

“Parece que, en esencia, estamos presenciando una carrera entre el despertar de la conciencia humana a la realidad, por un lado, y los esfuerzos de nuestros gobernantes por reforzar el control total de esta civilización mediante la inteligencia artificial y los sistemas de seguridad automatizados, por el otro. O bien despertamos de nuestro coma inducido por la propaganda en cantidades suficientes para alzarnos y forzar la creación de un mundo sano, o bien quedamos atrapados en el statu quo por los administradores del imperio armados con enjambres de drones, robots militarizados y un control total de nuestros sistemas de información y financieros hasta que seamos aniquilados por el capitalismo ecocida o la política nuclear omnicida”
Caitlin Johnstone

De cualquier manera, el mundo se está volviendo cada vez más peligroso para quienes dicen la verdad en todas partes. Probablemente deberíamos hacer algo al respecto antes de que sea demasiado tarde.

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