por Redacción Red Voltaire, en Red Voltaire
Trabajadores que limpiaban un refugio troglodita abandonado, no lejos de la iglesia de Saint-Florent, a la salida de la localidad francesa de Saumur, vieron 3 hombres huir precipitadamente en una camioneta blanca. Al penetrar en la gruta, los trabajadores descubrieron material de video, un grupo electrógeno, diarios en lengua árabe y banderas del Emirato Islámico (Daesh).
El descubrimiento, que tuvo lugar el 22 de septiembre de 2016, desató de inmediato una ola de alarma entre la población local, la policía y la gendarmería del lugar, e incluso de parte del subprefecto.
Sin embargo, el general Arnaud Nicolazo de Barmon, comandante de las Escuelas Militares de Saumur, trató de tranquilizar a todos aclarando que lo que los trabajadores encontraron no era un escondite de terroristas y sino un lugar utilizado en un ejercicio de formación del Centro Interarmas de la Defensa Nuclear, Radiológica, Biológica y Química (CIA NBCR).
De ser cierta esta declaración del general Arnaud Nicolazo de Barmon, el CIA NBCR estaría violando las reglas que obligan a todas las instituciones militares de Francia a notificar previamente a los diferentes poderes locales y representantes del orden público la realización de cualquier ejercicio o entrenamiento.
Por otro lado, resulta difícil imaginar la utilidad del material descubierto –incluyendo los periódicos en árabe y las banderas de Daesh– en un ejercicio de defensa contra medios nucleares, radiológicos, biológicos o químicos.
La respuesta pudiera ser el hecho que el CIA NBCR de Saumur alberga en sus locales escuelas especializadas en Inteligencia y Combate Interarmas.
Desde el inicio mismo de los desórdenes registrados en Siria en 2011, se comprobó rápidamente la presencia de militares franceses en ese país. En 2012, 19 militares franceses capturados por el Ejército Árabe Sirio fueron entregados –en territorio libanés– al jefe del estado mayor de las fuerzas armadas francesas, el almirante Edouard Guillaud, junto con otros soldados franceses que habían dirigido a los yihadistas en el Emirato Islámico de Baba Amro. También han podido comprobarse las muertes en Siria de militares franceses que dirigían grupos de yihadistas en diferentes lugares del país, como en Sannayeh, en 2013. A pesar de que Francia apoyó a al-Qaeda contra Daesh –en 2014–, varios testigos han reportado, en 2016, la presencia de oficiales franceses junto a los yihadistas del califato.
En noviembre de 2014, el Pentágono anunció haber matado en Samarda a David Drugeon, agente de la inteligencia exterior francesa (DGSE), mientras que el ministerio de Defensa de Francia negaba todo vínculo con el difunto. La prensa estadounidense reportó posteriormente que David Drugeon había entrenado a Mohamed Mera (autor de los atentados de Toulouse y de Montauban) y a los hermanos Kouachi (autores de la matanza perpetrada, en París, en las oficinas de Charlie Hebdo).
Francia nunca ha reconocido oficialmente la presencia de militares franceses en Siria, aunque admitió que tiene… ¡en Siria! un cuartel general común con fuerzas especiales de varios de sus aliados.
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