Michael Hudson: “él murió por nuestras deudas, no por nuestros pecados”

por Claire Connelly, en Renegade Inc. Traducción de Leonardo Del Grosso

Mientras nos volvemos hacia nuestra fe en esta Navidad y en Janucá en un intento de darle sentido al año que fue, el economista profesor Michael Hudson dice que hemos estado interpretando la Biblia incorrectamente. Y él ha escrito un libro completo al respecto. En lugar de sexo y pecado, tanto el cristianismo como el judaísmo están preocupados por la deuda. Resultó que Jesús era un activista socialista que pagó el máximo precio por la reinstalación de los jubileos regulares de las deudas. De hecho, los gobernantes de la antigüedad clásica que cancelaron las deudas de sus súbditos fueron derrocados con frecuencia inquietante y tendieron a no vivir tanto tiempo…

A medida que muchas personas se vuelven hacia su fe cristiana y judía en esta Navidad y Janucá en un intento de dar sentido al año que fue, al menos un economista dice que hemos estado leyendo la Biblia de una manera anacrónica.

De hecho, él ha escrito un libro completo sobre el tema. En “… Y perdonen sus deudas: crédito y redención” (disponible esta primavera boreal en Amazon), el profesor Michael Hudson argumenta que, lejos de ser sobre el sexo, la biblia se trata de economía, y deuda en particular.

“El cristianismo que conocemos hoy no es el cristianismo de Jesús”, dice el profesor Hudson.

De hecho, el judaísmo que conocemos hoy tampoco es el judaísmo de Jesús.

El economista manifestó a Renegade Inc que el Padrenuestro, “perdónanos nuestros pecados así como nosotros perdonamos a todos los que nos deben”, se refiere específicamente a la deuda.

“La mayoría de los líderes religiosos dice que el cristianismo tiene que ver con el pecado, no con la deuda”, expresa Hudson. “Pero en realidad, la palabra para pecado y deuda es la misma en casi todos los idiomas”.

“‘Schuld’, en alemán, significa ‘deuda’ así como ‘ofensa’, o ‘pecado’. En francés es ‘devoir’. Tenía la misma dualidad de significado en el idioma babilonio de los acadios”.

El profesor Michael Hudson ha llegado a un consenso casi completo con los asiriologistas y los eruditos bíblicos sobre que la Biblia está preocupada por las deudas, no por el pecado

La idea se remonta al concepto de “wergeld”, que existía en partes de Europa y Babilonia, y establece el valor de una vida humana basada en su rango, pagado como compensación a la familia de alguien que ha sido herido o asesinado.

“El pago -el Schuld u obligación-, lo expía de la injuria causada por la ofensa”, dijo el Dr. Hudson.

Los Diez Mandamientos fueron sobre deudas

La gente tiende a pensar en el Mandamiento “no codiciarás la mujer de tu prójimo” en términos puramente sexuales pero, en realidad, el economista dice que se refiere específicamente a los acreedores que forzarían a las esposas e hijas de los deudores a la esclavitud sexual como garantía por deudas impagas.

Los Diez Mandamientos son en gran parte acerca de cómo lidiar con las deudas en las economías antiguas del Cercano Oriente

“Esto se remonta a Sumer en el tercer milenio”, dijo Hudson.

Del mismo modo, el Mandamiento “no robarás” se refiere a la usura y la explotación por amenaza de deudas impagas.

El economista dice que Jesús fue crucificado por sus puntos de vista sobre la deuda. La crucifixión es un castigo reservado especialmente para los disidentes políticos.

“Comprender la crucifixión de Jesús es entender que ése fue su castigo por sus opiniones económicas”, dice el profesor Hudson. “Él era una amenaza para los acreedores”.

Jesucristo fue un activista socialista por la continuidad de los jubileos regulares de deuda que se consideraban esenciales para el bienestar de las economías antiguas.

Un “borrón y cuenta nueva” no se refería al perdón de los pecados, sino a la deuda

Los gobiernos pueden perdonar la deuda. La Biblia dice eso

En Sumer y Babilonia, cada vez que un nuevo gobernante llegaba al poder, lo primero que hacía era proclamar un “borrón y cuenta nueva”, perdonando la deuda personal de la población en lo que se conocía como un “jubileo de la deuda”.

La alternativa habría sido que aquellos que no podían pagar cayeran en la esclavitud de sus acreedores. Los gobiernos habrían perdido la disponibilidad de tales deudores para luchar en sus ejércitos.

Pero los gobernantes de la antigüedad clásica que cancelaban las deudas de sus súbditos solían ser derrocados con inquietante frecuencia -desde los “tiranos” griegos del siglo VII antes de Cristo que las aristocracias de Esparta y Corinto derrocaron, hasta los reyes Agis y Cleomenes de Esparta en el siglo III antes de Cristo, que intentaron cancelar las deudas espartanas, a los políticos romanos que abogaban por el alivio de la deuda y la redistribución de la tierra, entre ellos Julio César.

El primer sermón registrado de Jesús, en Lucas 4, documenta su anuncio de que había venido a revivir el cumplimiento del año jubilar. El término “evangelio” (o “buenas nuevas”) se usó específicamente para referirse a la cancelación de la deuda, que se convirtió en la principal batalla política de la época imperial romana, enfrentando a Jesús contra los pro-acreedores fariseos (un partido político y movimiento social que devino en la base del judaísmo rabínico alrededor del año 167 antes de Cristo).

 

Jesús murió por nuestra deuda

El profesor Hudson dice que Jesucristo pagó el máximo precio por su activismo.

Los fariseos, Hillel (el fundador del judaísmo rabínico) y los acreedores que los respaldaron decidieron que la creciente popularidad de Jesús era una amenaza para su autoridad y riqueza.

“Dijeron ‘tenemos que deshacernos de este tipo y reescribir el judaísmo y hacerlo sobre el sexo en lugar de una guerra de clases’, que es realmente de lo que se trata todo el Antiguo Testamento”, dijo el profesor Hudson.

“Ahí fue donde el cristianismo se pervirtió. El cristianismo se volvió tan anti-Jesús que fue el equivalente del Tea Party estadounidense, aplaudiendo la riqueza e incluso la codicia, estilo Ayn-Rand”.

El economista dice que el cristianismo fue reformado por San Pablo, seguido de la escuela “africana” de Cirilo de Alejandría y San Agustín.

“Durante los últimos 1.000 años, la Iglesia Católica ha estado diciendo que es noble ser pobre. Pero Jesús nunca dijo que era bueno ser pobre. Lo que dijo fue que los ricos son codiciosos y corruptos. Eso es lo que Sócrates estaba diciendo, así como Aristóteles y los filósofos estoicos romanos, los profetas bíblicos en Isaías “.

Tampoco dijo Jesús que era bueno ser pobre porque eso te hace noble.

Lo que dijo Jesús es que si tienes dinero, debes compartirlo con otras personas.

“Pero eso no es de lo que se trata el cristianismo evangélico hoy”, dice el profesor Hudson. “Los cristianos fundamentalistas estadounidenses dicen que no se comparta ni un centavo. El Rey Jesús te hará rico. No graves impuestos a los millonarios. Jesús puede ayudarme a ganar la lotería. Impone tributos a los pobres, a quienes el Señor ha dejado atrás -sin duda por sus pecados. No hay nada sobre el Año Jubilar aquí”.

Entonces, Jesús fue un activista socialista que luchó por la reinstauración del jubileo de la deuda

¿Qué haría Jesús?

Para entender cómo arreglar la economía actual, Hudson dice que las respuestas de la Biblia fueron prácticas para su tiempo.

“Cuando tienes una acumulación masiva de deudas que no se pueden pagar, o bien borras la deuda y comienzas de nuevo como lo hizo Alemania durante ‘el Milagro de 1947‘, cuando los Aliados perdonaron todas sus deudas excepto por saldos mínimos, o dejas que los acreedores ejecuten, como lo hizo Obama en Estados Unidos después de la crisis de 2008 y 10 millones de familias estadounidenses perdieron sus hogares por ejecución hipotecaria“, dijo.

“Si dejas esta riqueza sin tocarla, entonces va a sofocar a la sociedad con la deflación de la deuda”.

“El mundo de hoy cree en la santidad de la deuda. Pero desde Sumer y Babilonia, a través de la Biblia, hubo cancelaciones de deudas que fueron sagradas”.

El economista recomienda reemplazar el impuesto a los ingresos por los impuestos a la tierra, el monopolio y los recursos naturales, prohibir la propiedad de ausentes y facultar al gobierno para distribuir la tierra a la población.

“Si quieres ser como Jesús, entonces te vuelves político y te das cuenta de que ésta es la misma lucha que ha tenido lugar durante miles de años, a través de la civilización -el intento de la sociedad de hacer frente al hecho de que las deudas crecen más rápido que la capacidad para pagar”, dice Hudson.

“… Y perdónales sus deudas: Crédito y redención” estará disponible para su compra justo a tiempo, para Semana Santa, en Amazon.

 

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