Mensaje íntegro de Kim Jong Un para recibir el Año Nuevo 2018

por Kim Jong Un, líder supremo de la República Democrática Popular de Corea (RPDC). En Naenara

El texto que sigue es el mensaje completo de Kim Jong Un para la bienvenida del Año Nuevo 2018.

Querido pueblo de todo el país y valerosos oficiales y soldados del Ejército Popular,

Hermanos compatriotas:

Con nuevas esperanzas y expectativas acogemos todos el Año Nuevo de 2018, evocando con gran alegría, orgullo y emoción nuestros laudables logros del año pasado, frutos del diligente y digno trabajo, sinceros sudores y esfuerzos.

Con motivo del nuevo año de esperanzas, formulo votos por la salud, dicha, éxitos y prosperidad de las familias de todo el país, así como por el logro de los deseos del año nuevo de nuestros niños y del hermoso sueño que abriga nuestro pueblo entero.

Compañeros:

Al rememorar un año en que he avanzado con ímpetu por la prosperidad nacional, hallando inagotable fuerza e inteligencia en la sinceridad de un pueblo de férrea voluntad que en medio de múltiples dificultades y pruebas confía y sigue invariablemente al Partido, siento con ardor lo grandioso que es el pueblo con quien hago la revolución.

Mis sinceros agradecimientos y saludos cordiales por el año nuevo, en nombre del Partido del Trabajo de Corea y del gobierno de la República, a todos los civiles y militares quienes, al apoyar las decisiones del Partido con el mismo propósito y pensamiento en los arduos y gloriosos días de combate, han cosechado victorias portentosas que se registrarán con letras mayúsculas en los anales de la historia nacional de cinco milenios.

Saludo por la efeméride a los compatriotas en el Sur y en el extranjero que luchan por la reunificación de la patria, y a los pueblos progresistas y amigos de distintas latitudes del mundo que se oponen a la agresión y guerra y que se han solidarizado con nuestra justa causa.

Compañeros:

El 2017 fue un año de heroica lucha y gran triunfo en que con la capacidad de fortalecernos con nuestros propios medios como fuerza motriz, marcamos rememorables hitos para la historia de la edificación de la potencia socialista.

El año pasado llegaron al extremo las maniobras de Estados Unidos y sus seguidores para aislar y asfixiar a nuestra República y nuestra revolución tropezó con desafíos sin precedentes. En medio de la situación creada y las durísimas pruebas que impedían nuestro avance, el Partido confió en el pueblo y este defendió resueltamente a aquel, trocando la adversidad en circunstancia favorable y la desgracia en suerte y logrando éxitos deslumbrantes en todos los dominios de la construcción de la potencia socialista.

La magna lucha del año pasado puso de manifiesto ante el mundo nuestra inquebrantable voluntad y fe de seguir hasta el fin por el camino del socialismo jucheano establecido por el gran Líder Kim Il Sung y el gran General Kim Jong Il, y la unidad monolítica de la Corea socialista en que todo el pueblo se ha aglomerado en torno al Partido.

El éxito más relevante de nuestro Partido, Estado y pueblo en el año pasado es el logro de la gran causa histórica del perfeccionamiento de las fuerzas armadas nucleares del Estado.

Exactamente un año antes, aquí anuncié en nombre del Partido y gobierno que los preparativos del ensayo del cohete balístico intercontinental se impulsaban en su fase final. Varias pruebas llevadas a cabo con seguridad y transparencia a lo largo de un año comprobaron ante el mundo la certeza de su éxito.

El año pasado también ensayamos armas termonucleares superpotentes, además de gran variedad de medios de transporte de artefactos nucleares, con lo cual alcanzamos con todo éxito nuestras metas estratégicas de acuerdo a nuestra orientación general y nuestra República llegó a poseer finalmente un potente y fiable disuasivo de guerra, irreversible con ninguna fuerza o medio.

Las fuerzas armadas nucleares de nuestro Estado pueden neutralizar y responder a cualquier amenaza nuclear de EE.UU. y son poderosos disuasivos que lo controlan para que desista del aventurado juego con el fuego.

Ese país jamás puede provocar la guerra ni a mí ni a nuestro Estado.

Todo el territorio norteamericano está al alcance de nuestro ataque nuclear y en todo momento está a mi disposición el botón nuclear en el escritorio de mi despacho. Esta es una realidad, y jamás una mera amenaza, que deben tener bien claro.

Hemos hecho realidad el deseo del gran Líder y del gran General quienes consagraron la vida a preparar la mayor capacidad de defensa estatal que permitiera salvaguardar con firmeza la soberanía nacional y disponemos de un remedio omnipotente para la paz que anhelábamos durante muchos años en que teníamos que apretarnos el cinturón. Esta gran victoria es una prueba tangible de la justeza y vitalidad de la línea de desarrollo paralelo y el aprecio de las ciencias del Partido, así como un acontecimiento de trascendencia histórica que deparó la brillante perspectiva de la construcción de la patria poderosa y que inspiró a nuestros militares y otros sectores del pueblo firme fe en el triunfo.

Rindo mi más sincero tributo al heroico pueblo coreano que si bien llevan una vida dura debido a las sanciones y el bloqueo que amenazan su subsistencia, han confiado plenamente, apoyado incondicionalmente y respaldado enérgicamente la línea de nuestro Partido sobre el desarrollo paralelo.

Asimismo, exitiendo mis fervorosos saludos de compañero a nuestros científicos y obreros del sector de defensa nacional quienes durante todo un año se consagraron para demostrar ante el mundo que el pensamiento y la decisión del Comité Central del Partido son la ciencia, la verdad y la práctica.

El año pasado conoció un notable avance también en el cumplimiento de la Estrategia Quinquenal para el desarrollo de la economía nacional.

Gracias al tesonero esfuerzo por adecuar la industria metalúrgica a las condiciones del país, se levantó en el Complejo Siderúrgico Kim Chaek un alto horno basado en nuestro propio método de calentamiento por el oxígeno que permite normalizar la producción de arrabio con la antracita, se consolidó la base independiente de la industria química y se abrió una buena perspectiva para alcanzar la meta de ese sector trazada por la Estrategia Quinquenal.

Al modernizar con nuestra tecnología y equipos los procesos de producción enarbolando la bandera de la autoctonía, numerosas fábricas de industria ligera como las de textil, calzados, tricotas y alimentos lograron incrementar los géneros y la variedad de los productos de consumo masivo y asegurar su calidad.

Apoyándose en sus propias fuerzas, las ciencias y la tecnología, el sector de la industria mecánica alcanzó exitosamente la meta trazada por el Partido de la producción de tractores y camiones de nuevo tipo y sentó una sólida base para acelerar la autoctonía, la modernización de la economía nacional y la mecanización integral de la economía rural. En el sector agrícola introdujeron métodos científicos de cultivo, aumentaron el número de granjas y brigadas de alto rendimiento pese a las adversas condiciones climáticas y lograron una cosecha de frutas sin parangón.

Al levantar el magnífico reparto Ryomyong y la gran base ganadera en la zona de Sepho y cumplir las tareas de la reforestación en su primera fase, pusieron de manifiesto el poderío de la gran unidad ejército-pueblo y las potencialidades de la economía socialista independiente.

En virtud de las enérgicas actividades para crear la Velocidad de Mallima (caballo legendario que cubre al día una distancia de 4 000 kilómetros –N.T.), nuevas unidades ejemplares nacieron una tras otra e innumerables fábricas y empresas se honraron en cumplir con antelación el plan anual de la economía nacional y batir el récord de producción.

El año pasado logramos éxitos también en los sectores de las ciencias y la cultura.

Los científicos y técnicos resolvieron los problemas científicos y técnicos que enfrentaban en la construcción de la potencia socialista y cumplieron las tareas de investigación de la tecnología de punta, fomentando el desarrollo económico y el bienestar del pueblo. El sistema de la enseñanza socialista conoció un mayor perfeccionamiento, la atmósfera educacional una mayor renovación y los servicios médicos una nueva mejoría. Se dieron ejemplos de las actividades artísticas que animaron a todo el país con el optimismo revolucionario y espíritu combativo, y nuestros deportistas ganaron en varias competencias internacionales.

Todos los éxitos del año que despedimos confirman el triunfo de la original línea revolucionaria del Partido del Trabajo de Corea y son preciosos frutos de la heroica gesta del ejército y pueblo unidos compactamente en torno a esa organización política.

Cuando recrudecían como nunca antes las sanciones y el bloqueo de Estados Unidos y sus seguidores para privar a nuestra República de la soberanía y los derechos a la existencia y desarrollo, con nuestras propias fuerzas alcanzamos victorias que otros no se atrevían. He aquí precisamente la dignidad y el gran honor y orgullo de nuestro Partido y pueblo.

Una vez más agradezco sinceramente a todos los civiles y militares que en los momentos trascendentales del año pasado compartieron siempre el mismo destino con el Partido y superaron contratiempos y vicisitudes que encaraban, impulsando victoriosamente la causa de la construcción de una potencia socialista.

Compañeros:

Este año celebramos el 70° aniversario de la fundación de la gloriosa República Popular Democrática de Corea. Resulta realmente significativo que un gran pueblo que haya situado en la digna posición del Estado estratégico a su país socialista, máximo legado de los patriotas Kim Il Sung y Kim Jong Il, conmemore con solemnidad los setenta años de su Estado.

Llevando adelante las tradiciones de la gesta heroica y la innovación colectiva registradas en la historia de la construcción y el desarrollo de la Corea del Juche, debemos seguir innovando y avanzando hasta alcanzar la victoria final de la revolución. Tomaremos la victoria histórica que logramos en la preparación de las fuerzas armadas nucleares de la República como un trampolín para el nuevo desarrollo y lanzaremos una ofensiva general revolucionaria para alcanzar nuevas victorias en todos los dominios de la construcción de un poderoso Estado socialista.

“¡Alcancemos nuevos triunfos en todos los dominios de la construcción de la potencia socialista con una ofensiva general revolucionaria!”, esta es la consigna revolucionaria que debemos enarbolar. A todos los cuadros, militantes partidistas y demás trabajadores les compete lanzar una ofensiva de todo el pueblo, como en la posguerra cuando superaron dificultades con el gran auge de Chollima y dieron grandes saltos en la construcción socialista, para frustrar los retos de las fuerzas hostiles que hacen desesperados esfuerzos y llevar el conjunto del poderío de la República a una nueva fase de desarrollo.

Este año, el tercero del cumplimiento de la Estrategia Quinquenal para el desarrollo de la economía nacional, debemos comenzar a activar todos los dominios de la economía.

La tarea fundamental de la construcción de la economía socialista de este año es destacar el carácter independiente y autóctono de la economía nacional de acuerdo con la exigencia de la estrategia de la respuesta revolucionaria presentada en el II Pleno del VII Período del CC del Partido y elevar el nivel de vida de la población.

Todas las fuerzas se concentrarán en resaltar el carácter independiente y autóctono de la economía nacional.

En el sector de la industria eléctrica arreglarán y reforzarán los centros generadores independientes y pondrán un gran empeño en la explotación de nuevos recursos energéticos. Aumentarán decisivamente la generación termoeléctrica, repararán y reforzarán los defectuosos equipos generadores para disminuir la pérdida de la electricidad y optimizar su generación. En las provincias construirán bases de generación eléctrica apropiadas a sus peculiaridades y normalizarán la producción en las centrales hidroeléctricas de mediano y pequeño tamaños para así asegurar la demanda de las industrias locales. Organizarán con escrupulosidad la producción alternativa a escala nacional, combatirán enérgicamente el despilfarro de electricidad y promoverán su eficaz aprovechamiento.

En el sector de la industria metalúrgica perfeccionarán la autóctona tecnología de fundición de hierro y acero, aumentarán la productividad de hierro, mejorarán decididamente la calidad de materias metálicas y de esta manera satisfarán la demanda de materiales de hierro en la economía nacional. Es indispensable asegurarle sin falta, antes que otros sectores y según el plan la electricidad, los minerales de hierro, la antracita, el lignito, los vagones, las locomotoras y los fondos, para que cumpla incondicionalmente la meta de producción de materiales de hierro y acero para el próximo año y logre sin falta adecuarse a las condiciones del país.

En el sector de la industria química acelerarán la fundación de la industria de carbono uno, impulsarán conforme al plan la construcción de una base productora de catalizadores y una fábrica de abonos fosfóricos y remodelarán el proceso de producción de carbonato de soda a partir de la glauberita como materia prima.

En la industria mecánica modernizarán la Fábrica de Tractores Kum Song, el Complejo Automovilístico “Sungri” y otras plantas e inventarán y producirán a nuestra manera máquinas y equipos de nivel mundial.

Es preciso renovar conjuntamente la extracción de minerales como el carbón y el transporte ferroviario, para que tenga efecto el cimiento de la independiente economía nacional.

En particular, al sector ferroviario le compete aprovechar con la mayor eficiencia la actual capacidad de transporte al organizarlo y dirigirlo de manera científica y racional y establecer una férrea disciplina y orden como en el ejército a favor de la circulación puntual y sin accidentes del tren.

Este año es imprescindible operar cambios en el mejoramiento de la vida del pueblo.

Las fábricas de la industria ligera deben ahorrar la mano de obra y la electricidad mediante la remodelación de equipos y procesos de producción, y producir y suministrar más artículos de consumo de gran variedad y calidad con materias primas y materiales del país. A las provincias, ciudades y distritos les incumbe desarrollar con peculiaridad sus respectivas economías.

Hay que lograr un ascenso en la agricultura y la pesca. Es aconsejable cumplir sin falta el plan de la producción cerealera al introducir en gran escala las excelentes variedades, el cultivo de alto rendimiento, las máquinas eficientes y los últimos logros científicos y tecnológicos, así como aumentar la producción del ganado, frutas y de verduras y hongos en el invernadero. Es preciso elevar la capacidad de construir y reparar barcos, aplicar métodos científicos en pesca y activar la maricultura.

Este año los militares y civiles deben unir la fuerza para terminar cuanto antes la construcción de la zona turística costera Wonsan-Kalma, impulsar las obras importantes como el acondicionamiento del distrito de Samjiyon, la construcción de la central hidroeléctrica de Tanchon y la segunda etapa del canal de riego en la provincia de Hwanghae del Sur y seguir poniendo un gran empeño en la construcción de viviendas.

Es imprescindible ampliar los éxitos en la reforestación, proteger y cuidar bien los bosques ya repoblados, y al mismo tiempo mejorar el estado técnico de las carreteras, rehabilitar periódicamente las riberas y proteger el medio ambiente con métodos científicos y el sentido de responsabilidad.

Todos los sectores y unidades de la economía nacional movilizarán todas sus fuerzas técnicas y potencial económico y se esforzarán por la producción y el ahorro, con miras a incrementar los bienes materiales.

El atajo para el desarrollo independiente de la economía es anteponer las ciencias y la tecnología y renovar la operación y la dirección económicas.

En el sector de la investigación científica establecerán nuestros autóctonos procesos de producción, utilizarán materias primas, materiales y equipos de nuestro país y concederán prioridad a resolver problemas científicos y técnicos que se plantean para el perfeccionamiento de una estructura económica independiente. En todos los renglones y unidades de la economía nacional deben promover la difusión de conocimientos científicos y técnicos y activar el movimiento por la innovación técnica, para así contribuir a la mayor producción.

El Consejo de Ministros y otros organismos de dirección económica deben elaborar con el sentido de la realidad el proyecto de operaciones para cumplir el plan de la economía nacional del presente año e impulsar su ejecución con responsabilidad y tesón. El Estado tomará medidas decisivas para lograr que el sistema socialista de la responsabilidad de la empresa en la administración surta realmente efecto en fábricas, empresas y cooperativas.

Es recomendable desarrollar en todos los aspectos la cultura socialista.

Engrosarán las filas de profesores, renovarán el contenido y el método docentes en atención a la tendencia actual de la enseñanza, mostrarán plenamente el espíritu de beneficiar al pueblo en los servicios médicos, fabricarán más equipos y aparatos médicos y elaborarán gran variedad de medicamentos.

Es necesario fomentar el deporte entre las masas e introducir nuestras propias técnicas deportivas y métodos de competencia. Hace falta componer obras maestras que reflejan verídicamente la lucha heroica, la vida y las bellas y nobles virtudes de nuestro ejército y pueblo de la época de Mallima, con el objetivo de aplastar la cultura burguesa y reaccionaria con ayuda del arte y la literatura de carácter revolucionario y socialista.

Han de observar estrictamente los principios y las reglas morales en toda la sociedad, implantar el estilo de vida socialista y arreciar la lucha para erradicar todos los fenómenos no socialistas, de modo que todos lleven una vida revolucionaria y culta con nobles rasgos espirituales y morales.

Es indispensable reforzar más nuestra capacidad de autodefensa.

En este año en que se cumplen 70 años de la reorganización del Ejército Revolucionario Popular de Corea en fuerzas armadas regulares por el gran Líder, el Ejército Popular de Corea debe perfeccionarse como tropas revolucionarias del Partido y preparar a todas sus unidades de diferentes tropas, armas y especialidades para combatir cada uno a cien enemigos al intensificar los ejercicios militares creando un ambiente similar al de la batalla real.

Al Ejército de Seguridad Interior del Pueblo de Corea le atañe aguzar el sentido en la lucha clasista, descubrir y aplastar a tiempo las conjuras de los elementos espurios y hostiles. A los miembros de la Guardia Roja Obrero-Campesina y la Guardia Roja Juvenil les corresponde intensificar ejercicios militares y políticos para elevar por todos los medios su combatividad.

Al mantener invariablemente la línea del desarrollo paralelo de acuerdo con la orientación estratégica presentada por el Partido en la VIII Conferencia de la Industria de Defensa Nacional, en la industria de defensa nacional inventarán y producirán a nuestro estilo poderosas armas estratégicas y otros pertrechos, perfeccionarán una autóctona estructura de producción y modernizarán los procesos de producción sobre la base de las ciencias y la tecnología de punta.

Los sectores de la investigación de armas nucleares y de la industria coheteril darán acicate a la producción masiva y emplazamiento de ojivas nucleares y cohetes balísticos, que tienen ya confirmadas su potencia y fiabilidad.

Siempre estarán predispuestos para el inmediato contraataque nuclear frente a las maniobras de la guerra nuclear del enemigo.

El poderío ideológico y político constituye el primer potencial de nuestro Estado y una gran fuerza que impulsa la edificación de la potencia socialista.

Para cumplir exitosamente nuestras tareas, es preciso elevar de continuo la combatividad y capacidad de dirección del Partido sobre el conjunto de la revolución y la labor constructiva mediante la estrecha cohesión ideológica y organizativa de todo el Partido y el estricto establecimiento de un ambiente revolucionario de trabajo en el Partido.

Todas las organizaciones del Partido no tolerarán jamás las ideas nocivas de toda clase ni la dualidad en la disciplina, contrarias a la idea del Partido, y consolidarán por todos los medios la unidad monolítica de todo el Partido en torno a su Comité Central.

Es necesario intensificar la lucha por establecer un ambiente revolucionario de trabajo en el Partido concentrándose en erradicar los viejos métodos y estilos de trabajo como el abuso de autoridad y el burocratismo, con vistas a estrechar más los lazos consanguíneos entre el Partido y las masas populares.

A las organizaciones del Partido les compete intensificar la dirección sobre las labores de sectores y unidades correspondientes, de manera que ellas se realicen conforme a la idea y el propósito del Partido y la demanda de su política, así como resolver exitosamente los problemas que se plantean en la construcción de la potencia socialista al anteponer la labor política y movilizar la idea.

Hace falta unir con una misma idea y voluntad a todo el ejército y pueblo en torno al Partido, para que corran el mismo destino con el Partido en cualquier adversidad y luchen a costa de vida para la victoria de la causa socialista.

Las organizaciones del Partido, las de trabajadores y los órganos del poder deben encauzar y subordinar todas las labores a consolidar la unidad monolítica. Tienen que planificar y desarrollar el trabajo teniendo como pautas la exigencia y los intereses del pueblo, adentrarse en las masas y compartir con ellas las penas y las alegrías atenuando sus sufrimientos y resolviendo las dificultades en su vida. Urge poner de manifiesto el bello rasgo de la ayuda y el sincero afecto entre compañeros y vecinos, mucho más ahora en que todo escasea.

Hay que movilizar plenamente la indoblegable fuerza espiritual del heroico pueblo coreano en el actual gran avance de Mallima.

Las organizaciones del Partido y de trabajadores inducirán a todos sus miembros a lograr de continuo las innovaciones colectivas en la gran obra para la creación de la velocidad de Mallima, al grabar en sus corazones el patriotismo y tomar como fuerza motriz el espíritu revolucionario de apoyo en sus propias fuerzas, las ciencias y la tecnología. Todos los funcionarios, militantes y trabajadores deben ser vanguardias de la época de Mallima, heredando el espíritu de lucha de generaciones antecedentes que produjeron cambios del siglo en su gran avance de Chollima.

Compañeros:

El año pasado, como en otros, nuestro pueblo batalló con dinamismo por defender la paz y lograr la reunificación del país cuanto antes posible en correspondencia con la aspiración e imperativo de la nación. Sin embargo, Estados Unidos y sus seguidores recurrieron a las draconianas medidas de sanción y presión y demenciales maniobras de provocación de la guerra para impedir el crecimiento de las fuerzas de disuasión nuclear de nuestra República llevando la situación de la Península Coreana a una tensión sin precedentes y poniendo mayores obstáculos y dificultades para la reunificación del país.

Las relaciones Norte-Sur siguen en su estado de antes aun después de la caída del “gobierno” conservador que persistía en la política fascista y de enfrentamiento fratricida y la presencia de otro nuevo poder en el Sur debido a la enérgica resistencia de los diferentes sectores de la población. Las nuevas autoridades surcoreanas, en contra del anhelo de la nación por la reunificación, se alinean con Estados Unidos que se aferra a la política de hostilidad contra la RPDC empeorando la situación, y agravando la tensión y llevando la desconfianza y el enfrentamiento a tal punto que es difícil resolver el problema Norte-Sur. Si no acabamos con el actual estado anormal, no podremos alcanzar la reunificación ni mucho menos evitar la catastrófica guerra nuclear que las fuerzas extrañas nos impongan.

La situación exige que el Norte y el Sur, libres de la vieja posición, adopten decisivas medidas para mejorar sus relaciones y abrir el camino para la reunificación independiente del país. Si no prestamos oídos a esta encarecida voz de la época no podremos, sea quien sea, presentarnos con la frente levantada ante la nación.

Este año será el de júbilo para ambas partes pues en el Norte va a conmemorarse como gran fiesta el aniversario 70 de la fundación de su República y en el Sur se celebrarán los juegos olímpicos invernales. Para asegurar con éxito dichos acontecimientos trascendentales y demostrar plenamente el espíritu y dignidad de la nación nos corresponde mejorar las congeladas relaciones Norte-Sur de modo que este año sea de relevancia histórica para la nación.

Es preciso, ante todo, aliviar la aguda tensión militar entre las dos partes y preparar las condiciones propicias para la paz en la Península Coreana.

Con la actual situación inestable, la de no guerra ni de paz, el Norte y el Sur no podrían asegurar sus actividades programadas, sostener conversaciones fructíferas para el mejoramiento de las relaciones ni tampoco avanzar recto hacia la reunificación.

A ambas partes les compete dejar de agudizar la situación y optar por acciones unitarias a favor de paliar la tensión militar y propiciar la circunstancia de paz.

La autoridad del Sur no debe atizar la aguda situación al asociarse con Estados Unidos en su peligroso plan de provocación de la guerra nuclear contra el Norte que amenaza la existencia de la nación y la paz y estabilidad de esta tierra, sino unirse con nosotros que hacemos todos los medios posibles para lograr la distensión. Dejará de realizar todo tipo de ejercicios de guerra nuclear conjuntos con las fuerzas extranjeras que podrían empujar nuestro territorio al mar de fuego y sangre, e introducir armas nucleares y fuerzas agresoras norteamericanas.

Estados Unidos, aunque trata con frenesí de provocar una guerra esgrimiendo sus armas nucleares, no podrá lograr su designio ya que tenemos potencialidades preventivas. El Norte y el Sur, si se unen, pueden conjurar la guerra y asegurar la distensión en la Península Coreana.

Es necesario crear un ambiente favorable para la reconciliación entre los compatriotas y la reunificación.

El mejoramiento de las relaciones Norte-Sur es el problema de primer orden que interesa no solo a sus autoridades sino también a todo coreano y una importantísima cuestión que todos debemos revolver con las fuerzas unidas. Ambas partes promoverán contactos, viajes, colaboraciones e intercambios en diferentes sectores para eliminar el malentendimiento y desconfianza cumpliendo así su responsabilidad y desempeño como protagonistas de la reunificación del país.

Abriremos la puerta de conversaciones, contactos y viajes a todos los que desean con sinceridad la reconciliación y unidad de la nación, incluidos no solo el partido gubernamental sino también otros opositores, organizaciones de distintos sectores y personalidades individuales.

Es imprescindible eliminar decisivamente los actos que hieren a otra parte y atizan las discordias y hostilidades entre los compatriotas. La autoridad surcoreana debe propiciar condiciones y ambiente favorables para la reconciliación y unidad de la nación, en lugar de impedir los contactos y viajes de diferentes sectores y reprimir la solidaridad con el Norte a favor de la reunificación, valiéndose de injustos pretextos, leyes y aparatos institucionales, como lo hizo el anterior poder conservador.

Para mejorar cuanto antes las relaciones Norte-Sur es ineludible que las autoridades del Norte y del Sur cumplan con su responsabilidad y papel asumidos ante la época y la nación enarbolando más que nunca la bandera de la independencia nacional.

Las relaciones Norte-Sur es sin duda, un asunto interno de nuestra nación y ambas partes deben desempeñar el papel protagónico en su solución, razón por la cual debemos mantener la firme posición de resolver todos los problemas entre el Norte y el Sur ateniéndonos al principio de Entre nosotros, los connacionales.

La autoridad surcoreana debe tener presente que si lleva el problema de las relaciones Norte-Sur a otros países para pedir la ayuda en su solución no puede conseguir nada y, al contrario, darles pretextos para la intervención a las fuerzas foráneas de mala intención, y complicar el problema. No es el momento de darle la espalda una parte a otra insistiendo en sus opiniones sino el de consultar detenidamente sentadas en la mesa para mejorar las relaciones intercoreanas y abrir audazmente el camino para la solución.

Los juegos olímpicos de invierno que se efectuarán pronto en Corea del Sur serán una buena oportunidad para demostrar la dignidad de la nación y deseamos de corazón su exitosa celebración. Por eso estamos dispuestos a tomar medidas pertinentes como el envío de nuestra delegación y consideramos necesario un urgente contacto gubernamental de ambas partes. Es natural que entre los compatriotas de una misma sangre, se considere la alegría de otros como la suya y se ayuden mutuamente.

En adelante también resolveremos todos los problemas entre nosotros, los connacionales, enarbolando la bandera de la independencia nacional y frustraremos con las fuerzas unidas de la nación las maniobras de los elementos internos y externos que se oponen a la reunificación, para escribir una nueva historia de la reunificación de la patria.

Aprovechando esta oportunidad hago llegar de nuevo mis cordiales saludos a todos los compatriotas dentro y fuera del país y deseo de corazón que en este año significativo todo salga bien en el Norte y el Sur.

Compañeros:

La situación internacional del año pasado comprobó que es justa la decisión y opción estratégica de nuestro Partido y Estado de contestar solo con la fuerza de la justicia a los agresores imperialistas que destruyen la paz y seguridad en el mundo y tratan de causarle un holocausto nuclear a la humanidad.

Nuestro país, consciente de su responsabilidad como potencia nuclear amante de la paz, no utilizará armas nucleares mientras las fuerzas agresivas hostiles no violen la soberanía e interés de nuestro Estado, y tampoco amenaza con las mismas a ningún otro país y región. Pero le daremos una respuesta categórica a todo acto que destruya la paz y seguridad en la Península Coreana.

Nuestro Partido y nuestro Gobierno desarrollarán las relaciones de buena vecindad y amistad con todas las naciones que respetan la soberanía de nuestro país y nos tratan con amistad y esforzarán activamente para construir un nuevo mundo justo y pacífico.

Compañeros:

El año 2018 será otro año de victorias para nuestro pueblo.

En este momento en que se inicia la marcha impetuosa del nuevo año me siento seguro pensando que nuestra causa siempre sale victoriosa por disfrutar del apoyo del pueblo y reafirmo mi decisión de hacer todo lo posible para responder a las expectativas del pueblo.

El Partido del Trabajo de Corea y el Gobierno de la República, estimulados por la confianza y la gran fuerza del pueblo, no detendrán su lucha y marcha hasta lograr la victoria final de la causa revolucionaria del Juche y anticiparán el futuro de la potencia socialista en que todo el pueblo disfrute de una vida digna y dichosa.

¡Marchemos todos con pasos firmes por la nueva victoria de la revolución haciendo gala del valeroso e inflexible espíritu de la Corea heroica guiada por el Partido del Trabajo de Corea!

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