por Rubén Castillo, en Misión Verdad
En los últimos días Venezuela ha sido víctima del más acérrimo acoso mediante la OEA, uno de los instrumentos y mecanismos creados por los dueños con la finalidad de mantener el asedio y garantizar la subordinación de los pueblos. A través de este “organismo” se ha ejecutado un guión idéntico al puesto en práctica por la Liga Árabe (organización homóloga a la OEA) en 2011 contra Siria, identicas medidas de presión para doblegar su autodeterminación, cuyo objetivo es el mismo: desarticular el derecho que tenemos como países de ser libres y soberanos sobre las decisiones que se deban asumir.
Estas mismas tácticas o metodologías han sido las que se han puesto en práctica en países como Túnez (donde se dio comienzo a la llamada “Primavera Árabe”), Siria, Egipto, Libia y Ucrania (en estas tres últimas donde triunfaron “revoluciones de colores”). Sólo Siria aún se mantiene en la lucha por su soberanía, y es allí donde todos los laboratorios de guerra, en particular contra gobiernos legítimos, se han puesto en marcha.
Esto le ha permitido a los dueños y sus corporaciones diseñar un manual de cómo implementar, cual guión hollywoodense, cada una de las recetas necesarias para conquistar la tan anhelada sumisión. Venezuela no escapa de ello, hay una serie de datos y señales que nos dan a entender que el mismo guión que se aplicó en Siria es el que se pretende aplicar aquí. Es así que a partir de 2013 la economía venezolana es atacada en diversos flancos y de manera simultánea a través del cerco financiero auspiciado por los mejores instrumentos creados por los dueños para dichas tareas: Standard & Poor’s, JP Morgan y Goldman Sachs, los cuales, fieles a su concepción de herramientas (ya que su naturaleza de “calificadoras de riesgo” es simplemente una fachada) asedian la economía venezolana desprestigiándola, sin importar que seamos uno de los países más responsables al momento de cancelar la deuda externa.
El cerco bancario liderado por Citibank, que se ha traducido en retrasos en los prontos pagos tanto para la adquisición de los insumos necesarios para la elaboración de combustible, como para la adquisición de alimentos, medicinas y demás bienes y servicios requeridos por la nación. Por último, pero no menos importante, el cerco monetario liderado por Dólar Today y la extracción de moneda venezolana de manera ilegal hacia otros países, pero de estos temas hablaremos en una próxima oportunidad.
Luego de hacer un ejercicio introductorio, en los párrafos anteriores sobre la situación que vive la Revolución Bolivariana en estos días de incesante asedio (los cuales hacen que sean más peligrosos que los vividos en 2002), una de las primordiales diferencias que ha hecho que el plan implementado no termine de tomar la fuerza esperada por los dueños del planeta para implantar definitivamente los tambores de la guerra convencional en este territorio como en Siria (allá donde la gente muere tiroteada, bombardeada, envenenada, etc.), es la capacidad de maniobra que ha tenido el alto mando político, con el compañero presidente Nicolás Maduro al frente, de las diversas situaciones, en donde siempre las decisiones se han presentando en dos únicas formas: la difícil y la más difícil, y, bajo ese concepto de pegar primero y anticiparse al enemigo, el 13 de julio de 2015 entra en funcionamiento la OLP (Operación de Liberación del Pueblo), una respuesta contundente a la nueva táctica enemiga de debilitamiento de la Revolución Bolivariana mediante la ocupación de extensiones territoriales bien posicionadas a través de mercenarios, en este caso paramilitares afiliados a las Bandas Criminales (Bacrim, por sus siglas), capaces de ir en el cuerpo a cuerpo para el control efectivo y directo de ese territorio específico, de manera lenta, pero bien sistematizada y bien planificada.
No olvidemos que en el año 2004 se llevó a cabo una operación paramilitar similar que, aunque no tenía como fin primordial el control del territorio, ostentaba la gravísima tarea de asesinar al presidente Hugo Chávez al costo que fuera, lo que no se logró consumar, pero dejó abierta la tesis de la invasión paramilitar. Esto se venía consumando a través de la fachada oportuna de los altos índices de “inseguridad”, a los que la canalla mediática (sumada al plan desde el inicio) aportó la validación de los mismos sectorizándolos como bandas organizadas dedicadas a robar carros, a la extorsión y el secuestro.
Tanto así que, siguiendo el fiel ejemplo de Hollywood, se hizo una película validando el llamado “secuestro exprés” y, no por casualidad, contó con el apoyo mediático infinito tratando de catapultarla como la mejor producción cinematográfica venezolana de todos los tiempos. Pues el verdadero fin de estas bandas era que se apoderaran de territorios estratégicos de nuestro país.
Las OLP, desde la entrada en funcionamiento, han desarticulado más bandas paramilitares que cualquier incursión fronteriza desplegada por nuestros organismos de seguridad. Según estos datos, en sus inicios fue un golpe contundente a estos grupos y sus pretensiones de controlar porciones estratégicas del territorio. Esto otorgaría una amplia ventaja en el combate a algún agente extranjero o local en un inminente enfrentamiento bélico, demostrando así que la “institucionalización” de la violencia en nuestro país tenía un único fin y no era precisamente el del “enriquecimiento ilícito” como nos han querido hacer creer los medios comunicación serviles a los intereses de la derecha. Al día de hoy los planes de los dueños han quedado desbalanceados debido a las OLP, ya que como en el caso sirio, las Bacrim y el control del territorio eran de vital importancia para su ejecución.
Si algo nos diferencia al caso sirio es que allá el llamado Ejercito Sirio Libre, apoyado por EEUU, logró la ocupación del territorio de manera sistemática y estratégica, como pretendían aquí en su momento las Bacrim. Las siguientes similitudes confirman que el plan de los dueños contra Venezuela es calco y copia de lo ocurrido en Siria para el año 2011:
Siria, año 2011:
1-Desprestigio y demonización del gobierno sirio en el plano internacional.
2-Comunicado de la Liga Árabe condenando las acciones del gobierno sirio para hacer valer su derecho de ser un pueblo “libre y soberano”.
3-Pronunciamiento de la OTAN condenando los actos violentos entre el gobierno y el “pueblo sirio”.
4-Actuación libre de Grupos Paramilitares (Ejército Sirio Libre, Al-Nusra y Daesh) como operarios del mercenariato para la ocupación de territorio y la baja de civiles, creando la matriz de violación de los derechos humanos.
Venezuela, año 2017:
1-Desprestigio y demonización del Gobierno venezolano en el plano internacional.
2-Comunicado de la OEA condenando las acciones del Gobierno venezolano para hacer valer su derecho de ser un pueblo “libre y soberano”.
3-Pronunciamiento del Comando Sur (homólogo de la OTAN en Latinoamérica) condenando los actos violentos entre el gobierno y el “pueblo venezolano”.
4-Actuación de grupos paramilitares (Bacrim) como operarios del mercenariato para la ocupación de territorio y la baja de civiles creando la matriz de violación de los derechos humanos (las cuales cabe resaltar fueron desarticuladas y retrasadas hasta los momentos por las OLP).
El objeto ha sido poner en práctica la última fase de la receta diseñada: la ocupación del territorio por parte de una fuerza invasora extranjera que permitiera llevar a cabo una guerra de desgaste, mientras son controlados los principales recursos naturales que posee el territorio ocupado.
En este contexto, las OLP cobran una real importancia porque, en vista de los recientes acontecimientos, su implementación y puesta en marcha hace casi dos años ya, nos ha dado más tiempo para reagruparnos como fuerza emergente, de diseñar un plan que nos permita salir al paso del enemigo, anticiparlo, e ir poco a poco derrotándolo en su mismo escenario y bajo las mismas reglas del juego que nos impone.
No es poca cosa lo que está en juego. La defensa de la Revolución Bolivariana, bien sea en el plano diplomático, político o territorial, es de vital importancia en los días venideros. Las maniobras de desestabilización que propugna el enemigo son vitales en su plan para crear condiciones extremas que justifiquen resoluciones arbitrarias por parte de los instrumentos internacionales como la OEA, o por qué no, una invasión abierta por parte de cualquier fuerza militar extranjera.
El enemigo interno es volátil, sus consignas sólo se resumen en una: salir de este gobierno y acabar de un plumazo con el proceso revolucionario. Actúa con desespero, el tiempo está en su contra, y si a eso le sumamos las presiones externas a las que están sometidos desde los verdaderos centros de poder mundial, los vuelve más peligrosos aún. Y aunque el enemigo nos subestima, poniendo en práctica recetas que una y otra vez sabemos sortear (y en la mayoría de los casos derrotar) debemos estar atentos a los acontecimientos de cara a la finalización de este año 2017, donde sin duda alguna, la guerra y el asedio arreciará a niveles inimaginables.
Be First to Comment