Libro “Macrì: orígenes e instalación de una dictadura mafiosa”

por Jorge Beinstein. En Jorge Beinstein. Descarga directa en https://beinstein.lahaine.org/b2-img/Beinstein_MacriMafia_edWaiwen.pdf

(Nota del Editor) Jorge Beinstein es siempre polémico y empecinado: no es de los que se acomodan a las corrientes intelectuales “de moda” (que, sabemos, en realidad sólo siguen aquellos que no tienen honestidad intelectual). Es una virtud: desde mucho antes del 2008 venía vaticinando la explosión de la burbuja especulativa en el centro del capitalismo, pero no sólo vaticinando una inestabilidad bursátil -más o menos manejable con los monopolios (por cierto ya, hoy, seriamente deteriorados) de producción de dinero de la plutocracia anglosionista-, sino la crisis profunda del capitalismo como modo de producción. Muchos lo miraban escépticos, despreciando su insistencia. La realidad histórica demostró que los fundamentos de sus argumentos era coherentes y sólidos.

En diciembre del año pasado publicó el libro electrónico que estamos presentando. Tiene términos que suenan no convencionales, como “dictadura mafiosa” (sin pretender comparaciones sino sólo a título referencial, otros, como por ejemplo Michael Hudson para los Estados Unidos y el mundo occidental, ante la pretensión de restauración neoliberal hablan de “neofeudalismo”). También expresa su implacable caracterización de lo que fue el período de los gobiernos kirchneristas. Pero más allá de adscribir a sus tesis o no, indudablemente que Beinstein es un intelectual de fuste, comprometido con la resistencia anti-capitalista, intelectual que resulta ineludible leer. A continuación reproducimos una parte de uno de los capítulos del libro (“en torno del concepto de dictadura mafiosa”), como recomendación, en sí misma, de la lectura de todo el trabajo, y más aún hoy, en momentos en donde el cipayo Macri y toda su clase, mafiosa, actúan de peones imperialistas contra la Venezuela Bolivariana, una Revolución nacionalista y popular en desarrollo.

“La utilización del concepto de dictadura mafiosa busca diferenciarse de conceptualizaciones más convencionales y el hecho de que se refiere hoy en Argentina a un fenómeno en formación, inestable, que aún no ha llegado a su realización completa y con un futuro incierto, hace difícil su instalación incluso en los ambientes más politizados. Empiezo por señalar qué no es la dictadura mafiosa.

No se trata de una tentativa de control totalitario de la sociedad al estilo de los regímenes fascistas clásicos, tampoco se trata de una dictadura militar como las que han atravesado la historia latinoamericana y de otras regiones de la periferia, ni de una dictadura oligárquica con imagen civil donde una pequeña élite basada en un área central de la economía real controlaba el aparato del Estado adaptándolo a sus necesidades como fue el régimen oligárquico argentino fundado en la propiedad terrateniente (aunque con intereses diversificados hacia otras áreas como el comercio y las finanzas).

Todos esos sistemas formaron parte del mundo económico e ideológico del siglo XX y en algunos casos emergieron desde las últimas décadas del siglo XIX, fueron algunas veces las componentes subdesarrolladas de la modernidad capitalista en expansión global y en otras, tentativas de recomposición, de superación dictatorial de sus crisis. Ahora transitamos las primeras décadas del siglo XXI en plena decadencia general de la civilización burguesa donde la financierización y otras formas parasitarias han establecido su hegemonía.

Es precisamente el carácter parasitario-depredador lo que la distingue de otras experiencias dictatoriales y es su intento por concentrar en una pequeña camarilla la totalidad del poder lo que establece el punto de encuentro entre todas ellas.

Cuando profundizamos el caso argentino constatamos que la tentativa macrista incluye herencias, restos más o menos explicitados del pasado, junto a novedades (dominantes) que marcan su originalidad. Hereda nostalgias oligárquicas presentes en todos los golpes militares referidas al viejo orden conservador centrado en la economía agroexportadora apoyada en una jerarquía social elitista, ‘abierta al mundo’ como satélite colonial. En ese sentido comparte las ilusiones de las aventuras militares, desde 1930 a 1976, empecinadas en someter de manera definitiva a las mayorías populares, antes con el poder de las armas y ahora con los poderes mediático y judicial, complementado con dosis crecientes de violencia física. También alberga componentes fascistas descongeladas o renovadas que a veces saltan la barrera de la discreción a través de alguna declaración ‘desafortunada’ o ‘mal interpretada’ de un funcionario desprolijo o de un comunicador demasiado suelto de lengua. Las antiguas latencias gorilas se combinan con intentos tortuosos de suavización de la imagen criminal de la última dictadura militar y de redemonización de sus víctimas, especialmente de quienes la enfrentaron. En este último caso la cosa va más allá de la reconstrucción cultural reaccionaria, de la legitimación de un pasado tenebroso y aparece formando parte del intento de recomposición de lo que fue la pata civil de la dictadura de 1976, instalando condiciones psicológicas y cambios en los dispositivos represivos que permitirían poner nuevamente en escena a la pata militar ante las previsibles resistencias de los de abajo.

La contrarrevolución macrista nutre su comportamiento desde todas esas fuentes del pasado, subsuelo ideológico de su base social, pero introduce novedades a tono con el contexto global que sobredeterminan su funcionamiento y que expresan de manera clara el nivel al que ha llegado la clase dominante argentina resultado de un prolongado proceso degenerativo. La reproducción del capitalismo argentino fue incorporando de manera creciente elementos parasitarios desplazando desarrollos productivos, desde la especulación financiera y comercial hasta llegar a un amplio espectro de actividades ilegales donde se mezclan el contrabando, estafas de todo tipo, narconegocios, etc. En la cumbre del sistema la reproducción productiva quedó subordinada a la reproducción parasitaria”.

 

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