por Serguéi Lavrov, Ministro de Asuntos Exteriores de Rusia. En sitio web del Ministerio de Asuntos Exteriores de la Federación de Rusia
Discurso y respuestas a preguntas de los medios ofrecidas por el Ministro de Asuntos Exteriores de Rusia, Serguéi Lavrov, en la rueda de prensa conjunta al término de las negociaciones con el Vicepresidente del Consejo de Ministros, Ministro de Asuntos Exteriores y de Emigración de la República Árabe de Siria, Walid Muallem, Moscú, 30 de agosto de 201.
Estimadas señoras y señores,
Hemos celebrado las negociaciones sobre todos los aspectos de nuestra interacción en el ámbito de la política exterior, y las consideramos muy útiles.
Por supuesto, ha centrado nuestra conversación la situación en Siria y en torno a ella, la situación en la región de Oriente Próximo y África del Norte, en general.
Hemos constatado con satisfacción que la mayor parte del territorio de la República Árabe Siria está liberada de los terroristas. Siguen pendientes las tareas de eliminar de los enclaves terroristas aún persistentes, sobre todo en la zona de distensión de Idlib. Es inadmisible que los terroristas que se hicieron fuertes allí, en primer lugar de Jabhat al-Nusra, intenten usar esta zona de distensión para preparar los ataques contra el ejército sirio e incluso contra el territorio de la base militar rusa en Hmeimim, que intentan atacar con drones.
Hemos intercambiado las evaluaciones del proceso de división de la oposición armada, preparada para el diálogo con el gobierno sirio, de los terroristas. Hemos discutido las negociaciones que continúa manteniendo sobre el tema la Federación de Rusia con la República de Turquía.
Nuestros amigos sirios han compartido los resultados de sus esfuerzos para organizar más treguas locales con las unidades armadas en Idlib que desean separarse de Jabhat al-Nusra, y para garantizar la seguridad de la población civil en esta zona de distensión.
Por ambas partes hemos confirmado el apego al pronto inicio del proceso político a base de la resolución 2254 del Consejo de Seguridad de la ONU y los acuerdos conseguidos por propios sirios durante el Congreso del Diálogo Nacional Sirio en Sochi.
Hemos analizado las cuestiones relativas a la creación de las condiciones propicias para un pronto regreso de los refugiados sirios y los desplazados internos a los lugares de su residencia permanente. El Ministro de Asuntos Exteriores y de Emigración de la República Árabe de Siria, Walid Muallem, ha explicado qué medidas está tomando el gobierno sirio para garantizar el regreso seguro y la no discriminación de los que regresen.
Estamos de acuerdo en que es especialmente urgente la movilización de la comunidad internacional para participar en el trabajo destinado a crear las condiciones para el regreso de los refugiados, incluida la prestación de la ayuda humanitaria, ayuda en la reconstrucción de la infraestructura socio-económica y en la realización de proyectos que garanticen empleo a los que regresen. Rusia está dispuesta a aumentar su aporte a la solución de estas tareas. Las cuestiones mencionadas centrarán mañana las negociaciones del Ministro de Asuntos Exteriores y de Emigración de la República Árabe de Siria, Walid Muallem, con el vicejefe de gobierno de Rusia, Yuri Borísov, en calidad de copresidentes de la Comisión ruso-siria para la cooperación comercial, económica y técnico-científica.
Consideramos que otros países deberían participar activamente en estos esfuerzos. Damos un papel especial en ello a la ONU y sus instituciones, fundaciones y programas. En conformidad con sus Estatutos deben participar enérgicamente en el trabajo de movilizar la ayuda internacional para los objetivos señalados.
Es bien sabido que el progreso en el arreglo sirio y la lucha antiterrorista, en la solución de las cuestiones humanitarias y la creación de condiciones para el regreso de los refugiados no son de agrado de todos. Asistimos a los intentos de frenar estos procesos mediante provocaciones con la participación de los extremistas o los provocadores, como Cascos Blancos, que son conocidos por sus escenificaciones de los supuestos ataques químicos perpetrados por el gobierno sirio con el objetivo de proporcionar a los países occidentales la excusa para bombardear Siria. Una nueva provocación de este tipo se está preparando en Idlib. Con las pruebas en el tapete, a través del Ministerio de Defensa y de Exteriores de Rusia, advertimos a nuestros socios occidentales, de forma clara y dura, de que no «jueguen con el fuego».
En lugar de promover los proyectos geopolíticos unilaterales, llamamos a todos, incluidos los países árabes, Europa, EEUU, a aunar los esfuerzos en aras de conseguir la paz y la estabilidad en Siria. Esta última tiene una importancia especial para garantizar la seguridad y la prosperidad de toda la región de Oriente Próximo y África del Norte.
Nos hemos puesto de acuerdo sobre la ulterior coordinación de acciones relativas al arreglo sirio y a otros aspectos de la agenda en esta región tan importante para el futuro de todo el mundo.
Pregunta (dirigida a ambos ministros): ¿Cómo evalúan las «expresivas» declaraciones de EEUU dirigidas a Siria sobre el empleo de las armas químicas?
Respuesta (después de Walid Muallem): En cuanto a las armas químicas y las amenazas por parte de EEUU y otros países occidentales, se conoce de sobra su «escalafón» en este ámbito. Se basa en las provocaciones organizadas con el objetivo de obtener la excusa para asestar golpes contra las posiciones del ejército sirio.
Es notable que la investigación de los inspectores de la Organización para la Prohibición de las Armas Químicas (OPAQ) de los incidentes en Jan Sheijún en abril de 2017 y en Duma en 2018, que sirvieron de pretexto para los ataques, sigue sin concluirse. En ambos casos se infringieron burdamente las normas y los procedimientos establecidos por la Convención sobre las Armas Químicas. La OPAQ no ha publicado aún el informe sobre el incidente en Duma en abril de 2018. En varias ocasiones hemos llamado la atención de nuestros colegas occidentales a que es inadmisible manipular esta organización internacional. Pero siguen intentando hacerlo, cada vez más.
Pregunta: ¿Qué opina de la presencia militar estadounidense en Siria?
Respuesta: La presencia de EEUU y de otros países occidentales en el territorio sirio es ilegítima. Los estadounidenses, en particular el presidente, Donald Trump, en reiteradas ocasiones prometieron públicamente que se retirarían de Siria. Pero cada vez encontraban motivos para quedarse. Primero decían que se retirarían una vez derrotaran al EI. Luego alegaron la necesidad de esperar a que se estabilizara la situación en el país. Ahora declaran que los estadounidenses deberán permanecer en Siria hasta que no inicie o incluso no termine el proceso de «transición política». Esto no halaga a nuestro socios estadounidenses. También nos prometieron eliminar la llamada «zona de seguridad» de Al-Tanf, que habían creado de forma unilateral e ilegal, y facilitar el acceso de los inspectores de la ONU y otras organizaciones internacionales al campo de refugiados de Rukbán, usado por los militantes del EI para recobrar fuerzas y atacar las posiciones del ejército sirio. Cabe señalar que durante nuestros últimos contactos con los estadounidenses parece que se vislumbra la solución para abrir cuanto antes el campo de Rukbán y, bajo los auspicios de la ONU, evacuar a los refugiados hasta sus hogares. Espero que lleguemos a hacer realidad este proyecto.
La presencia estadounidense en Siria no tiene sólo aspecto militar. Al oponerse rotundamente a la participación de la comunidad internacional en la creación de condiciones para el regreso de los refugiados al territorio de Siria controlado por el gobierno del país, nuestros colegas estadounidenses se dedican a restablecer la normalidad en la orilla oriental de Éufrates reconstruyendo la infraestructura, las redes socioeconómicas e incluso instituyendo órganos cuasiestatales de poder local. Es alarmante y puede conducir a los intentos de dividir Siria, lo cual sería una burda e inadmisible violación de todas las decisiones del Consejo de Seguridad de la ONU, que exigió en múltiples ocasiones el respeto a la soberanía y la integridad territorial de Siria.
Reitero que las acciones unilaterales llevan al callejón sin salida. Algo tuvieron que enseñarnos a todos la invasión de Irak y la agresión contra Libia. El problema de Siria y de toda la región podrá ser solucionado sólo con los esfuerzos colectivos sin objetivos unilaterales ocultos ni doble rasero. Al igual que antes estamos abiertos para este trabajo con todos los actores externos, sin excepciones, y, naturalmente, con los países de la región.
Pregunta: Ayer y hoy habló usted de los esfuerzos que emprenden los militares rusos y turcos para iniciar una operación en Idlib y separar a los terroristas de Jabhat al-Nusra de la oposición armada que acepta participar en el proceso político. ¿Hay plazos concretos de este proceso? ¿Será antes de la cumbre de los tres países garantes en Irán o después?
Respuesta: En cuanto a los contactos ruso-turcos dedicados, en primer lugar, a la solución de cuestiones concretas relativas a la desescalada de tensión en la zona de distensión de Idlib, a la expulsión definitiva de esta zona a los terroristas, especialmente de los de Jabhat al-Nusra, a la necesidad de separar a la oposición armada abierta al diálogo con el gobierno sirio de los terroristas, estos contactos continuarán estos días. No tenemos previstos ningunos plazos artificiales pero hay que hacerlo cuanto antes. En cuanto se consiga el acuerdo, le aseguro que lo sabrá.
Pregunta: Ayer se reunió usted con su homólogo saudita, Adel Al Jubeir. ¿Rusia desempeña algún papel en el acercamiento de las posturas de Damasco con otros países árabes?
Respuesta: Realmente, discutimos los problemas de la región en un contexto más amplio. A juzgar por los contactos con el ministro de Asuntos Exteriores de Arabia Saudí, Adel Al Jubeir, y con otros colegas de los países de la región, va imponiéndose la opinión de que el gobierno de Siria está luchando por proteger la soberanía y los intereses legales de seguridad de su país.
Siempre abogamos por que la familia árabe sea unida. Dentro de ella hay más que un problema. Abogamos por que los países árabes decidan por sí mismos cómo van a vivir en su propia región y no permitan que sus intereses se manipulen en aras de alcanzar objetivos geopolíticos ajenos.
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