por Redacción Misión Verdad, en Misión Verdad
Mientras se espera por una comunicación oficial, y las acciones institucionales que tomará el gobierno de la República Bolivariana de Venezuela, estos son los datos y elementos de las dinámicas de hoy en día que describen el contexto de la maniobra del Departamento del Tesoro (DT) en el contexto mayor dentro y fuera del momento político estadounidense, dentro y fuera del tiempo histórico latinoamericano, dentro y fuera del contexto venezolano.
Sobre la sanción
1. De acuerdo a la nota oficial emitida por la Oficina de Control de Activos Extranjeros (la OFAC, por sus siglas en inglés) del departamento de prensa del DT, se acusa al Vicepresidente de la República Bolivariana de Venezuela, Tareck El Aissami, de ser facilitador del transporte y traslado de narcóticos desde 2008, cuando se desempeñaba como Ministro de Relaciones Interiores y Justicia. El mismo año en el que el gobierno del Comandante Chávez expulsaba a la agencia federal antidrogas de los Estados Unidos, la DEA, de Venezuela.
2. Según establece el relato, el Vicepresidente es señalado no sólo de participación en las operaciones de traslado; se le agrega también al expediente el ser el propietario directo de cargamentos de hasta una tonelada. Se le vincula, continúa la nota, de haber establecido alianzas con el cartel mexicano de Los Zetas, el narcotraficante venezolano Hermagoras González Polanco y el capo colombiano Daniel Barrera Barrera, vía Walid Makled. Alias “El Loco” Barrera, vinculado a la estructura paramilitar “Los Rastrojos” y acusado de ser el responsable del asesinato del también narcotraficante colombiano Wilmer Varela, alias “Jabón”, en Venezuela. “El Loco” Barrera fue apresado en Venezuela y extraditado a Colombia en octubre de 2012… cuando Tareck El Aissami era ministro de Interior, y por lo tanto, el principal responsable por su detención. No se trata de una inconsistencia menor.
3. Las acusaciones también se extienden contra el empresario venezolano Samark López Bello, radicado en el estado de Florida, en los EEUU. Según la OFAC, López Bello está al frente de las operaciones como colaborador logístico a varios niveles del actual Vicepresidente. Son 13 presuntas empresas y activos de López Bello en el extranjero a los que apunta la oficina. Según una nota de El Estímulo (opositor), López Bello niega tales acusaciones y anuncia acciones legales en su defensa.
4. John E. Smith, el jefe de la OFAC (designado por el ex presidente Barack Obama), declaró que la “investigación” es producto de años, bajo el amparo de la (usando una voz aproximada) Ley Capo (el Kingpin Act), elaborada en la primera administración Clinton y que facilita al gobierno de los Estados Unidos acusar y procesar a líderes y dirigentes por narcotráfico. Al revisar la lista de países que han sido acusados (Cuba, Corea del Norte, Irán, Irak, Zimbabue, etc.) queda clara la instrumentación geopolítica de la OFAC. Gobiernos con sólidos vínculos con el narcotráfico como Paraguay, Perú o Colombia nunca han sido tocados por la OFAC.
5. Una nota del británico The Guardian reseña que la maniobra vino luego de que la semana pasada un grupo bipartidista de 34 políticos enviara una carta al presidente Donald Trump para que ejerciera mayor presión sobre Venezuela. Las sanciones, desarrolla el diario, fueron producto de meses de trabajo, involucrando a “varias agencias”, pero que fueron retenidas “por temor a que pudiera interferir en el intento de diálogo apoyado por El Vaticano entre el gobierno y la oposición, así como los esfuerzos para lograr la liberación del ciudadano estadounidense Joshua Holt”. Como se recordará, a Joshua Holt se le incautó armamento, equipos logísticos y planos del centro de Caracas en el apartamento que habitaba en Ciudad Caribia, a mediados del año pasado.
6. Tales afirmaciones certifican que el “documento” como la “investigación” fueron elaborados por la Administración Obama y que establece una continuidad con las maniobras de “smart power” inciadas con las sanciones del 9 de marzo de 2015.
7. “Este es un paso retrasado para aumentar la presión sobre el régimen venezolano y es señal de que políticos de alto nivel del gobierno sufrirán las consecuencias si continúan vinculados a la corrupción, el abuso de los derechos humanos y [en el desmantelamiento de] la democracia”, declaró en calidad de “ex funcionario” de la Administración Obama Mark Feierstein en la nota de The Guardian. Cuadro de alto nivel de la Usaid, asesor sobre América Latina en materia de seguridad del Consejo Nacional de Seguridad del ex presidente Obama, ubicuo operador de acciones de desestabilización y golpes de Estado, mientras más nos remontamos en el prontuario de Feierstein, más oscuro se pone, al jugar un papel destacado en la guerra contrainsurgente en Centroamérica en los años 80 del siglo pasado.
8. Todo apunta, una vez más, a que las acciones de cabildeo contra Venezuela en los pasillos del poder estadounidense fueron capitaneados por el senador republicano, un cruce de Emilio Esteban con pavorreal, Marco Rubio, principal patrocinante y apoyo político de María Corina Machado.
Sobre el plano regional
9. El escenario que ahora se desenlaza contra el país se da, además, luego de varios movimientos suficientemente evidentes y expresivos en la región: 1) estando la MUD en otro momento crítico en el que 2) las principales figuras de la Asamblea Nacional en desacato, la semana pasada, realizaran una gira internacional, yendo Freddy Guevara a Perú y Estados Unidos, Julio Borges a Brasil y Colombia, 3) Guevara anunció una reunión sin aclarar si era de carácter oficial o no “con congresistas” en los Estados Unidos, con funcionarios del nuevo gobierno (que nunca confirmó) y con el nefando Luis Almagro, frontman de la OEA. Acciones que fueron en simultáneo con la “presión” de los políticos gringos la semana pasada. En declaraciones a AFP, Guevara asomó que “planteará” (claro, sí, cómo no) nuevas sanciones que no acorralen “ni atornillen” (su expresión) a funcionarios en el poder.
10. El día de ayer, 13 de febrero, la Casa Blanca emitió una circular de prensa en la que reseñaba una conversación entre Donald Trump y Pedro Pablo Kuscinski, actual presidente del Perú, en donde, según insistencia del mandatario peruano, el presidente gringo manifestó “estar preocupado” por la situación en Venezuela. Y en este punto cabe realzar el papel protagónico que el gobierno peruano pareciera ejercer en un proceso de triangulación, un nuevo cerco contra el país. ¿Cuánto de contraprestación habrá en relación al sacrificio de Alejandro Toledo a propósito del caso Odebrecht en todo esto? En este marco, el senador demócrata Ben Cardin presentó una resolución sobre Venezuela en la que “insta a liberar los presos políticos, realizar elecciones justas y apoyar como interlocutor al secretario general de la OEA, Luis Almagro”. No llama la atención que sea su segundo proyecto sobre Venezuela presentado en pocos meses, ni tampoco que sea financiado por grandes bancos como UBS y empresas de energía como Exelon Group, sino que entre quienes acompañan su proyecto esté el ex candidato a vicepresidente de Hillary Clinton, Tim Kaine.
Sobre el movimiento interno dentro del cambio de poder estadounidense
11. No se trata aquí de establecer algún matiz en defensa de cómo podría haber sido la relación Estados Unidos-Venezuela con el cambio de gobierno, sino de detectar exactamente de dónde viene el movimiento y a qué factores internos también obedecen las acciones recientes contra el país. En tal sentido, pesa mucho la actual y encarnizada lucha interna dentro del poder de los pasillos imperiales y las maniobras con las que funcionarios y operadores de la administración anterior ejecutan también contra el intento de una nueva aproximación internacional, sea la que sea, en los asuntos de política exterior estadounidense no sólo contra Venezuela, sino en toda su dimensión global.
El acto también tiene un vector político a lo interno: el cómo logra permanecer (o no), el continuum de la agenda neoconservadora (ferozmente opuesta a los cambios alrededor de Trump) que no distinguió de un gobierno Demócrata y Republicano por más de 20 años. Y es sobre esa óptica que debe analizarse, también, el movimiento. Lo que no exime que fuera de tal intervención, no continuara la actitud hostil y desestabilizadora contra el país.
12. La agenda neoconservadora pretende instalar de forma inesquivable todos y cada uno de las acciones de su agenda, bien sean relacionados a Rusia, a Venezuela o a todo el continente, a Siria, etc. La actual salida del Consejero de Seguridad Nacional designado por Trump, Michael Flynn, es un rasgo sintomático de la guerra sin cuartel entre los dos grupos que pelean por el dominio de facto de las esferas de influencia de la Casa Blanca. Y la lucha viene desde todos los frentes: los cuadros internos (como el vicepresidente Mike Pence), la CIA y su estructura gubernamental paralela, cuadros de la estructura del Departamento de Estado, etc.
13. En esa misma dirección han sido reseñados los fuertes movimientos internos dentro de las oficinas de política exterior, en la que fueron “retirados” varios cuadros de alto nivel, incluyendo un anillo de espionaje vinculado a la Hermandad Musulmana. El lanzamiento de las sanciones emitidas por el DT, por un funcionario designado por Obama, se realizaron horas antes de que fuera designado el nuevo Secretario del DT, Steve Mnuchin. En una jugada que de alguna forma recuerda a la “liberación” del terrorista Luis Posada Carriles, firmada por la ex presidenta panameña Mireya Moscoso. Y, una vez más, se trata de un dato objetivo y no una defensa de nadie.
14. El abanico se amplía cuando al vicepresidente El Aissami también se le acusa de tener vínculos con el muy criminalizado Hezbolá libanés. Por orígenes y relaciones, el expediente criminalizador también se apoya en los vínculos entre Tareck y el gobierno de la República Árabe Siria y con el presidente Bashar Al Assad. Así lo redondea y simplifica en un artículo del 6 de enero del actual patriarca “del exilio cubano”, Carlos Alberto Montaner. Se fabrica así una suerte de “narco-eje-terrorista-chiíta del mal”, en un momento crítico en la reaproximación del gobierno gringo con Siria (y Rusia) respecto al desastre anterior. Todas las claves son de factura neoconservadora, presentes desde W. Bush y permaneciendo en cartelera toda la temporada Obama/Clinton y Obama/Kerry. Toda vez que esta tentiva de acción envolvente se da justo en el momento en el que, medio levantados de la derrota de Alepo, ONGs y medios (poderoso activo del eje liberal/neocon) reactivan la campaña “de derechos humanos” contra Siria, basados en informes piratas, truchos.
15. El cálculo del tiempo, el timing, también hace que todo lo anterior chille en su doble moral orwelliana: la noticia de las sanciones sale en el justo momento en que se da en Venezuela la firma de nuevos acuerdos estratégicos de la Comisión de Alto Nivel China-Venezuela. Tal vez el dato obedezca más al ingreso de Mnuchin al DT (asumiendo todo esto como hipótesis), pero de no ser calculado, le otorga un valor agregado simbólico redondo y agresivo. Las dos advertencias rusas sobre la injerencia política de la Cancillería de la Federación Rusa ahora cobran todo el sentido que necesitaban, ya que antes no podían asociarse sólidamente al desnutrido y anémico estado dentro de la coalición opositora venezolana, que retorna por la batea a su único papel de gestores de la intervención.
Conclusión provisional
Es imposible caracterizar, definir o defender cualquier acción sobre lo que pudiera haber tenido de “nuevo” la política de los EEUU en relación a Venezuela y Latinoamérica bajo un nuevo gobierno, pero, sobre todo en el específico caso de Venezuela, más subordinado a la acción “bipartisana” del Senado y la Casa de Representantes, era poco lo que de todos modos podía imaginarse que pudiera variar, más allá de que por reflejo la -todavía por verse- “normalización” con Rusia en algo hubiera tal vez beneficiado. Sea como sea, es un acto de la Administración Trump.
Pero fuera de ese dato, tampoco menor, se trata ahora de un proceso irrealizable. Y así debe tratarse. Si fue una partida, pareciera haberla perdido (como en el caso Flynn) el gobierno entrante contra las estructuras de poder de su contrincante. Lo que incluye una relación particular entre Rex Tillerson y Venezuela, a propósito de Exxon Mobil y la derrota judicial contra el país.
El panorama no iba a ser favorable, además, con los actuales procesos de desmantelamiento institucional en marcha en Brasil y Argentina, puesto que en otros países gobernados por “peores americanos” (lo dijo el general Artigas) se encuentran en fases más adelantadas.
Actualización 2017/02/14 15:29 GMT
Hace minutos declaró el Secretario del Tesoro de los Estados Unidos, Steven Mnuchin, sobre la sanción impuesta contra el Viceperesidente de Venezuela. Afirmó desde la Casa Blanca (su declaración fue transmitida por la cadena Fox News) que el presidente Donald Trump apreciaba los esfuerzos de las múltiples agencias estadounidenses que desembocaron en la inclusión de Tareck El Aissami a la lista OFAC del Departamento del Tesoro, en el marco del compromiso de la guerra contra las drogas y de las investigaciones que llevan a cabo las agencias con competencia en el asunto. Fin de la especulación y muy problablemente de la retórica no injerencista que utilizó Donald Trump durante su campaña electoral.
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