por Roberto Scarcia Amoretti
Fuente texto y fotos: http://www.euskalrus-vesta.org/2018/03/14/la-rusia-de-emmanuel-todd/
Acabo de leer la última obra (2017) de Emmanuel Todd (1951), sociólogo francés y experto en cuestiones demográficas que a mi humilde aviso es también el mejor “intelectual orgánico” de su generación en el mal llamado “mundo occidental”.
El volumen de casi 500 páginas tiene un capítulo, el 18, casi enteramente dedicado a Rusia. Me parece importante señalar a los que como nosotros en euskalrus-vesta tratamos defender el buen nombre de un país fundamental para todos, el libro “Où en sommes-nous? Une esquisse de l’histoire humaine” (Dónde estamos? Un esbozo de la historia humana), porque Todd destruye y denuncia desde una perspectiva científica y original los lugares comunes que forman la base de la Ruso-fobia imperante en Occidente.
Emmanuel Todd se merece de ser conocido también porque a diferencia de tantos “expertos” que contaminan con banalidades las análisis socio-políticas en los medios de comunicación y en el mundo académico, él ha sido profético en otras ocasiones. En su obra “Después del Imperio” ha previsto por ejemplo las catastróficas consecuencias de las intervenciones occidentales en Oriente Medio, en “Después de la democracia” ha anticipado el fin del fondo democrático en el liberalismo en Europa, en “Quién es Charlie. Análisis de una crisis religiosa” ha valientemente identificado las fuerzas de fondo detrás de la reacción frente a los sangrientos atentados yihadistas en Francia.
Hay mas… cabe destacar que ya en el año 1976, un joven graduado de Cambridge de 25 años llamado Emmanuel Todd, estudiando las estadísticas sobre la mortalidad infantil en la Unión Soviética, había identificado una señal de una crisis de fondo en la sociedad soviética. Eran los años de la victoria comunista en Vietnam y Angola, y antes de la intervención en Afganistán, asi’ que le trataban de “iluminado” cuando hasta llego’ a profetizar el… colapso del sistema soviético…
Como Cassandra, hija de Priamo rey de Troya, Emmanuel Todd, académico francés de orígenes bretones y judías… acertó.
Ahora, Todd nos da argumentos de fondo cultural y antropológico para mantener la esperanza que a pesar de los pesares de los acosos, las provocaciones, las humillaciones, las sanciones, los ataques mediáticos y militares, Rusia, “que ha salvado a la humanidad de la maquina bélica nazi” va a volver como nación “necesaria” para el mundo en que vivimos. En este sentido Todd entiende el “proyecto de un mundo multipolar en que Rusia debe de proteger la igualdad de trato y la autonomía de las naciones”.
Esperemos que acierte otra vez.
Aquí en síntesis algunos puntos importantes que explican la fuerza de fondo de Rusia y la capacidad de aguantar y superar los traumatismos colectivos. La imprevisible resiliencia rusa, la cosa que tanto “saca de quicio” a los “occidentales.
A la base de dicha fuerza hay un fondo cultural y antropológico arraigado según el estudioso en la estructura de la familia rusa de tipo “comunitario exogámico en que la mujer tiene amplios margenes de libertad”.
Dicha estructura ha permitido “una integración colectiva que ha dado a Rusia en esta nuestra época de ultra-individualismo, una ventaja competitiva de equilibrio en contra de un mundo diez veces mas rico: la Anglo-esfera” (el mundo anglo-americano), “civilización antitética” al mundo ruso.
Asi’ que, explica Todd, el sistema actual de un Estado fuerte en Rusia no es el efecto de una especie de conspiración llevada por un solo hombre (Putin) y su clan (como nos da de entender nuestra prensa ‘mainstream’ y ‘sorosiana’) sino “la expresión de un temperamento político del pueblo ruso arraigado en estructuras culturales y antropológicas profundas”.
Particularmente alentadores, los párrafos acerca de la recuperación demográfica y de los indicadores económicos. Después de los nefastos años 90, la tasa de fecundidad ha subido al 1,8 niño por mujer, mas alto de la media europea y de países como Alemania, Italia, España y Japón. La proporción de la gente que vive con ingresos inferiores al mínimo vital ha pasado del 29% en 2000 al 13,2% in 2009. Las “estadísticas morales” son elocuentes: los suicidios han disminuido en 53% entre 2001 y 2014, los homicidios en 71% desde 2003 a 2014, durante el mismo periodo las muertes debidas a intoxicación alcohólica han descendido en 78%!
Dice Todd que el pueblo ruso ha sabido sobrevivir y reconstruirse después del colapso de la Urss porque los individuos abandonados por las instituciones del Estado pos-soviético han podido apoyarse en solidaridades familiares y locales arraigadas en la estructura familiar rusa, cuya identificación se escapa de los radares de las análisis socio-económicas clásicas. “El grupo dirigente nacido con Putin ha logrado reconstruir y encajar el sistema social sobre una base antropológica”.
El sentido ideológico profundo de que Rusia pueda encarrillarse hacia un proteccionismo, es debido al rechazo, de parte de la clase dirigente rusa alrededor de Putin, de vender su pueblo como mano de obra barata al capitalismo globalizado.
Ademas, Rusia se ha transformado en un país con saldo migratorio en positivo con miles de inmigrantes provenientes del espacio pos-soviético (incluyendo muchos ucranianos).
“Dulcis in fundo” (come decían mis ancestros de la “primera Roma”), el número de mujeres, hijas de la “tercera Roma” que completan los estudios superiores ha superado el número de hombres (144 mujeres cada 100 hombres). Qué se enteren, todos aquellos (y aquellas por mala suerte) que acusan la “Rusia de Putin” de ser una sociedad contraria a la emancipación femenina!
Si la esperanza fuera de oro, las palabras de Emmanuel Todd serian pepitas preciosas.
Spasibo tovarish Todd.
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