Informe del ejército ruso sobre actividades bioterroristas de los Estados Unidos y Ucrania, que violan la BWC (Biological Weapons Convention)

por Teniente General Igor Kirillov, Jefe de las Tropas de Protección Nuclear, Biológica y Química de la Federación de Rusia. En Canal de Telegram del Ministerio de Defensa de la Federación de Rusia. Enlace directo al informe: https://telegra.ph/Briefing-by-Lieutenant-General-Igor-Kirillov-Chief-of-Nuclear-Biological-and-Chemical-Protection-Troops-03-10-2. Traducción de Comunidad Saker Latinoamérica

El terrorismo, única doctrina militar occidental, esta vez en el campo de las armas biológicas pone bajo amenaza no sólo a Rusia y a los ucranianos, que son biológicamente casi lo mismo que los rusos, sino cada vez más a toda la Humanidad. Una nueva denuncia de Rusia se suma a todas las anteriores contra los criminales que gobiernan Occidente. A continuación, la traducción del informe:

Han sido enfatizados repetidamente por el Ministerio de Defensa ruso los riesgos potenciales de los “programas de doble uso” estadounidenses, tanto dentro como fuera del país.

Cabe señalar que ninguno de los hechos presentados por el Ministerio de Defensa de Rusia con respecto de la investigación de doble uso de EE. UU. han sido refutados o puestos en duda. En un esfuerzo por justificarse, Washington argumenta que todo el trabajo se está haciendo para garantizar la bioseguridad global y se está haciendo por el interés nacional de los Estados Unidos.

Situación mundial ante el terrorismo biológico de los anglosionistas
Situación biológica con respecto de extremadamente peligrosas y riesgosas enfermedades humanas, y extremadamente peligrosas y riesgosas enfermedades animales económicamente significativas

Antes de la reunión consultiva de los Estados Partes de la Convención de Armas Biológicas y Toxínicas (BWC) en Ginebra en septiembre de 2022, el Departamento de Estado de los EE. UU. declaró que el objetivo del Programa de Reducción Cooperativa de Amenazas del Pentágono es “… mejorar la salud humana y animal y el control de los brotes de enfermedades infecciosas”.

A la luz de las declaraciones de la Organización Mundial de la Salud sobre brotes de fiebre de Marburg, fiebre de Lassa, ántrax y cólera en diferentes regiones del mundo, la situación extremadamente difícil con enfermedades animales económicamente significativas (peste porcina africana, influenza aviar patógena, fiebre aftosa), el colmo de la tontería parece ser el trabajo que se está realizando en la Universidad de Boston para aumentar las propiedades patogénicas de los patógenos, como el COVID-19 (la así llamada “evolución dirigida”, cambios que pueden o no tomar decenas o cientos de años en la naturaleza), y crear virus artificiales con un mayor riesgo de infectar a los humanos.

Un análisis de los documentos, algunos de los cuales se obtuvieron durante la operación militar especial, muestra que la realización de dicha investigación sobre el mejoramiento de las funciones de los patógenos peligrosos, llevada a cabo incluso en los estados de Asia Central y Transcaucasia, es sistemática, y las grandes compañías farmacéuticas estadounidenses están involucradas en su implementación.

Cabe destacar que el Ministerio de Salud de uno de los estados de África Central está estudiando la posibilidad de la propagación artificial del virus del Ébola en septiembre de 2022. La preocupación se deriva del hecho de que la cepa de Sudán es completamente idéntica al virus que circulaba en África durante la epidemia de 2012. Una teoría es el manejo negligente del patógeno por parte de biólogos militares estadounidenses que trabajan en la región.

Las grandes farmacéuticas anglosionistas desarrollan agentes patógenos para aumentar su negocio con la enfermedad
Investigación de “evolución dirigida” por parte de “Big Pharma” (complejo de las corporaciones farmacéuticas anglosionistas)

Tenga en cuenta la solicitud del Senado de los EE. UU. al Departamento de Salud con respecto de la investigación de “evolución dirigida” de Pfizer Corporation. La solicitud busca evaluar la credibilidad de la información obtenida por la organización estadounidense sin fines de lucro Project Veritas del Director de Investigación y Desarrollo de Pfizer, Jordan Walker.

Wlaker afirmó que la empresa estaba aprovechando la oportunidad de la investigación de “evolución dirigida” para mejorar la eficacia de sus vacunas. Al comentar sobre los enfoques para crear nuevos medicamentos de vacunas, Walker dijo la cita “… ¿por qué no lo mutamos nosotros mismos, entonces nos enfocamos en crear, desarrollar de manera proactiva, nuevas vacunas…?”.

Por lo tanto, el empleado de Pfizer admite haber realizado una investigación de “evolución dirigida” destinada a obtener una ventaja competitiva y aumentar las ganancias.

Las declaraciones de Walker están respaldadas por las de la exempleada de Pfizer, Karen Kingston. Ella declaró explícitamente que los productos de la compañía farmacéutica estadounidense, cita: “…son, por definición, armas biológicas…”. Al hacerlo, se refiere a la ley de EE. UU., que define un arma biológica como cualquier agente biológico, toxina o dispositivo de administración, cuya definición incluye vacunas con tecnología de ARNm.

Según los informes, este tipo de vacuna se ha desarrollado con fondos del gobierno de EE. UU. desde 2017 y, cuando estuvo disponible comercialmente, se entendió que podría causar comorbilidades y complicaciones graves como meningitis, shock anafiláctico, infarto agudo de miocardio y accidente cerebrovascular.

Los medicamentos de Pfizer y Moderna, a los que anteriormente se les otorgaron contratos gubernamentales multimillonarios, también se han sugerido como tratamiento para los efectos adversos de la vacunación. Tal estrategia permite que las compañías farmacéuticas estadounidenses se beneficien, en la mayor medida posible, de la aparición de nuevas infecciones.

Métodos de Estodos Unidos para burlar los tratados internacionales sobre armas biológicas y vectorizar su terrorismo con esas armas
Métodos de Estodos Unidos para burlar los tratados internacionales sobre armas biológicas y vectorizar su terrorismo con esas armas, con el fin de lograr el control biológico estadounidense

El establecimiento de un control biológico global es el objetivo principal de los bioprogramas estadounidenses, como les hemos señalado con frecuencia. Un cambio hacia los estándares estadounidenses para la transmisión y recopilación de información biológica, el deterioro de los sistemas nacionales de salud y la imposición de equipos médicos y proveedores de medicamentos son con frecuencia los resultados de la “asistencia selectiva” a los gobiernos participantes en los programas.

Junto con esto, se están construyendo instalaciones de investigación militar cerca de las fronteras de los rivales geopolíticos. Además, se están recolectando cepas de microorganismos dañinos exclusivas de regiones particulares y se están probando medicamentos peligrosos en humanos.

Según su funcionalidad y nivel de bioseguridad, los laboratorios establecidos se pueden dividir en tres categorías. El propósito del laboratorio de primer nivel es el de recolectar cepas de microorganismos y sus vectores de áreas endémicas y preparar biomateriales para su posterior transmisión.

Los laboratorios de segundo nivel preparan colecciones estatales de cepas microbianas para exportarlas al extranjero, además de realizar investigaciones sobre los patógenos de enfermedades infecciosas extremadamente graves.

Los laboratorios de tercer nivel están equipados con instalaciones de máxima contención biológica y se comprometen en la recopilación de datos sobre la situación biológica en ciertos estados cuyos territorios el Pentágono pretende emplear para el despliegue de sus contingentes militares.

La BWC (Convención sobre Armas Biológicas, por sus siglas en inglés. Nota del traductor) y otras normas de derecho internacional son reemplazadas por los esfuerzos de los EE. UU. para establecer un control biológico global con sus propias regulaciones, que se desarrollan en interés de los EE. UU., respaldadas por Occidente en su conjunto e impuestas para su ejecución a terceros. Como resultado, los Estados Unidos pueden realizar investigaciones biológicas en cualquier parte del mundo. Los estados que participan en este estudio también pierden su soberanía nacional en términos de bioseguridad y se vuelven totalmente dependientes de los EE. UU.

Fallas de las autoridades regulatorias de los EE.UU. respecto del control sobre investigación biológica, según el informe de la auditoría de la Oficina del Inspector General del Departamento de Salud de los EE.UU.
Fallas de las autoridades regulatorias de los EE.UU. respecto del control sobre investigación biológica, según el informe de la auditoría de la Oficina del Inspector General del Departamento de Salud de los EE.UU.

El Ministerio de Defensa ruso ha destacado repetidamente el papel de la empresa estadounidense EcoHealth Alliance en los proyectos biológicos militares estadounidenses, tras lo cual las actividades de la empresa han sido objeto de escrutinio en los propios Estados Unidos.

El Departamento de Salud de EE. UU. inició una investigación de la empresa y evaluó la eficacia de las actividades de supervisión.

El Informe de la Oficina del Inspector General del DHS dice que “… NIH (Institutos Nacionales de Salud. Por sus siglas en inglés. Nota del traductor) no supervisó de manera efectiva ni tomó medidas oportunas para abordar el cumplimiento de algunos requisitos por parte de EcoHealth”, “… anticipándose a la creación, uso o transferencia de patógenos pandémicos potenciales mejorados…”.

Se descubrió que la corporación no había informado oportunamente sobre la naturaleza del estudio que se estaba realizando y que el organismo de supervisión no había actuado con prontitud para reducir los riesgos asociados con este tipo de investigación.

De acuerdo con los hallazgos del informe, el organismo regulador, los Institutos Nacionales de Salud (NIH) de EE. UU., no están equipados para monitorear de manera eficiente la distribución de subvenciones federales, comprender la naturaleza de la investigación que se realiza, identificar áreas problemáticas potenciales e implementar las medidas correctivas necesarias.

Informe de análisis de la efectividad del control de las actividades biológicas en los EE.UU.
Informe de análisis de la efectividad del control de las actividades biológicas en los EE.UU.

La incapacidad de la administración estadounidense para garantizar el nivel de control necesario sobre la investigación de doble uso que se lleva a cabo en el país también se confirma en otros documentos.

El 27 de enero de 2023, por ejemplo, un panel de expertos del Consejo Asesor Nacional de Investigación sobre Bioseguridad de los Estados Unidos presentó un informe para evaluar la eficacia de la legislación existente sobre bioseguridad.

El informe abordó la investigación de doble uso y la investigación sobre el mayor potencial de las infecciones pandémicas, dos de los principales temas de mayor preocupación para la Convención sobre Armas Biológicas (BWC).

También cita el monitoreo inadecuado de la investigación biológica relevante para la Convención sobre Armas Biológicas (BWC) en sus principales áreas de preocupación. El documento pide una vez más una mayor transparencia y que se exija a los contratistas, ya sean privados o públicos, que notifiquen a los organismos de supervisión sus metas, objetivos y riesgos potenciales (ya sea que realicen experimentos dentro o fuera de los Estados Unidos).

Desde el momento en que se estancaron las conversaciones sobre un protocolo legalmente vinculante para la Convención sobre Armas Biológicas, tales llamados a los líderes estadounidenses se han escuchado durante más de veinte años. Sin embargo, la Casa Blanca no está dispuesta a escuchar, ni siquiera a los consejos de sus propios expertos.

Reacciones internacionales ante los peligros de la actividad terrorista con armas biológicas por parte de los EE.UU.
Reacciones internacionales ante los peligros de la actividad terrorista con armas biológicas por parte de los EE.UU.

La divulgación por parte de la Federación Rusa de las actividades militares y biológicas de los EE. UU. fuera de su territorio nacional hace que un número creciente de países se pregunte sobre las verdaderas razones de la presencia de instalaciones de investigación de los EE. UU. en su territorio.

A fines de diciembre de 2022, miembros del bloque de oposición Makabayan pidieron al Congreso de Filipinas que investigara las actividades del Pentágono en el Laboratorio Regional de Diagnóstico de Enfermedades Animales en la ciudad de Tarlac.

El llamamiento de los parlamentarios señala que la Agencia de Reducción de Amenazas de Defensa de EE. UU. (DTRA) tiene objetivos militares abiertos y encubiertos en Filipinas, que pueden no coincidir con los intereses de Manila.

En su apelación, los parlamentarios exigen que el ejército estadounidense comience a examinar el trabajo del Departamento de Justicia, del Departamento de Relaciones Exteriores, del Departamento de Salud, así como la agencia de defensa nacional.

También hacen un llamado a las agencias gubernamentales para que brinden una descripción completa de su trabajo, ya que los ciudadanos filipinos tienen preguntas razonables sobre por qué la cooperación civil y agrícola se asigna a la Agencia de Reducción de Amenazas de Defensa (DTRA), no al Departamento de Agricultura de EE. UU., la que está involucrada en actividades de doble uso alrededor del mundo.

Anteriormente, Indonesia declaró que no era aconsejable que el biolaboratorio militar estadounidense NAMRU-2 estuviera ubicado en su territorio. Las autoridades indonesias exigieron el cese total de sus actividades en 2010, tras lo cual el Departamento de Defensa de EE. UU. se vio obligado a trasladar todos los proyectos inacabados al territorio de Camboya.

Los terroristas de los laboratorios de armas biológicas en Ucrania
Los terroristas de los laboratorios de armas biológicas en Ucrania

El Ministerio de Defensa ruso ya ha dado los nombres de los participantes en los programas biológicos militares estadounidenses. Estos incluyen funcionarios del Departamento de Defensa de EE. UU., empresas de biotecnología de EE. UU. y contratistas del Pentágono.

Hoy, nos gustaría agregar a esta lista a representantes de instituciones estatales ucranianas y empresas privadas involucradas en programas militares y biológicos de EE. UU.:

Sergey Morgun es jefe del Departamento Sanitario y Epidemiológico de las Fuerzas Armadas de Ucrania y uno de los organizadores de la interacción entre el Ministerio de Defensa de Ucrania y la Dirección de Reducción de Amenazas (DTRA). Fue uno de los líderes del proyecto U-P-8, supervisando la investigación del hantavirus.

Anteriormente, este puesto lo ocupaba Sergey Litovka, quien supervisó las pruebas de riesgo para la vida y la salud del personal militar ucraniano como parte de la investigación del virus de la fiebre Congo-Crimea y el hantavirus.

Vladimir Kurpita, Jefe del Centro de Salud Pública, supervisó y gestionó la interacción de los especialistas ucranianos con DTRA y organizó la recolección de muestras biológicas de ciudadanos ucranianos y su traslado al extranjero.

Irina Demchyshyna, Jefa de Laboratorios de Referencia del Centro de Salud Pública del Ministerio de Salud de Ucrania, actuó como intermediaria en la interacción con los contratistas del Pentágono Black&Veatch y Metabiota, supervisó la implementación de los proyectos DTRA de las series UP y TAP.

Las personas en la diapositiva son solo una pequeña parte del expediente biológico-militar de Ucrania. En total, el Ministerio de Defensa ruso dispone de información sobre más de un centenar de participantes en programas biológicos de doble uso. El Comité de Investigación de la Federación de Rusia está investigando actualmente a más de 10 ciudadanos estadounidenses, así como a varios funcionarios del Ministerio de Defensa de Ucrania, por su participación en los programas antes mencionados.

Estados Unidos pretende continuar su actividad en los laboratorios biológicos en Ucrania
Estados Unidos pretende continuar su actividad en los laboratorios biológicos en Ucrania

Me gustaría señalar que las autoridades estadounidenses se contradicen en sus declaraciones sobre el trabajo de los laboratorios biológicos estadounidenses en Ucrania.

Así, en su comunicado del 31 de enero de 2023, el portavoz del Consejo de Seguridad Nacional de EE. UU., John Kirby, confirmó la presencia de biolaboratorios estadounidenses en Ucrania, al tiempo que indicó que habían sido abandonados por el personal y “…desactivados…” antes de que fuera lanzada la operación militar especial.

Cabe recordar que Kirby fue almirante de la Marina de los EE. UU., la entidad que supervisaba los Laboratorios Biológicos Militares de los EE. UU. (NAMRU) (Naval Medical Research Unit. Unidad de Investigación Médica de la Marina de los EE.UU. Nota del traductor) en el extranjero.

Sin embargo, los documentos que recibimos refutan la declaración de Kirby. Tenga en cuenta el discurso oficial de David Smith, director de la oficina de Kiev de CH2M-Hill, un contratista clave del Pentágono, fechado el 6 de diciembre de 2022, a las instituciones ucranianas que participan en el Programa para contrarrestar patógenos altamente peligrosos en Ucrania.

El documento informa sobre la continuación del programa biológico DTRA en Ucrania y describe los principales objetivos para el período actual. Estos incluyen una mayor consolidación de las colecciones de patógenos peligrosos, así como el despliegue de sistemas de control epidemiológico y de gestión de riesgos biológicos.

En enero de 2023, el gobierno de Ucrania aprobó nuevos requisitos para la contabilidad, almacenamiento, transporte y destrucción de microorganismos, toxinas y venenos de origen animal y vegetal. En particular, el documento presta especial atención al transporte internacional por vía aérea de sustancias con la máxima clase de peligro ‘A’ (agentes biológicos que pueden causar discapacidad o muerte). En las plantillas estándar para los documentos adjuntos, solo los laboratorios o empresas de EE. UU. se enumeran como destinatarios y remitentes de biomateriales peligrosos.

Por lo tanto, con el pretexto de reducir los riesgos de propagación de enfermedades infecciosas, el régimen de Kiev continúa cooperando con el Pentágono en el ámbito militar-biológico, incluida la transferencia de biomateriales patógenos. Dichas actividades pueden llevarse a cabo para lanzar provocaciones con patógenos peligrosos con la posterior imposición de responsabilidad a la Federación Rusa.

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