FPNUL: ¿Mantener la paz o permitir la ocupación?

por Zeinab Akil. En The Cradle. Traducción de Comunidad Saker Latinoamérica

Con el alto el fuego en vigor, la neutralidad de la FPNUL (“Fuerza Provisional de las Naciones Unidas en El Líbano”, en inglés UNIFIL: “United Nations Interim Force in Lebanon”. Nota del traductor) vuelve a estar bajo escrutinio. Acusada desde hace tiempo en el Líbano de proteger los intereses israelíes, ignorar las reiteradas violaciones e interceptar los esfuerzos de resistencia, esta nueva fase arroja serias dudas sobre su papel como auténtica fuerza de mantenimiento de la paz.

Durante la agresión israelí contra el Líbano ha resurgido el debate sobre el papel de la Fuerza Provisional de las Naciones Unidas en el Líbano (FPNUL) –el contingente de mantenimiento de la paz de la ONU establecido en el estado levantino después de la primera invasión de Israel en 1978– y varios acontecimientos ponen de relieve un sesgo hacia la protección de los intereses de Tel Aviv.

Aunque aparentemente están estacionadas en las zonas fronterizas del sur del Líbano para mantener la paz, estas fuerzas han enfrentado durante muchos años acusaciones de ayudar a Israel a violar la soberanía libanesa. Ahora, cuando entra en vigor un nuevo acuerdo de alto el fuego, la FPNUL debe afrontar el desafío de demostrar que es un verdadero garante de la estabilidad a lo largo de la frontera.

Desde su creación en 1978, la FPNUL ha tenido el mandato de supervisar el alto el fuego entre el Líbano e Israel. Sin embargo, la realidad sobre el terreno cuenta una historia diferente: cada año, Israel comete miles de violaciones del espacio aéreo libanés.

Sólo este año, los informes de la ONU documentaron más de 22.000 violaciones aéreas israelíes, pero la FPNUL se ha limitado a expresar su “profunda preocupación” sin dar ningún paso significativo para impedir estas incursiones, a pesar de que las propias fuerzas de la FPNUL fueron blanco de ataques israelíes, con siete ataques intencionales ocurridos sólo en octubre. Cuando se le preguntó sobre la posibilidad de recurrir a la legítima defensa contra Israel, el portavoz de la FPNUL, Andrea Tinetti, dijo a Reuters: “Es importante calmar la tensión”.

Los dobles raseros abundan

En diciembre de 2018, el ejército israelí lanzó la Operación Escudo del Norte, destinada a descubrir y destruir túneles supuestamente excavados por Hezbolá desde el sur del Líbano hacia los territorios palestinos ocupados.

El 6 de diciembre de ese año, la FPNUL confirmó la presencia de un túnel cerca de la Línea Azul, en el lado israelí de la frontera, después de que un equipo técnico visitara el lugar. En marcado contraste, un año antes, en agosto de 2017, la FPNUL mostró poco interés en documentar la instalación de dispositivos de espionaje israelíes dentro del territorio libanés. Hezbolá había anunciado el descubrimiento de un dispositivo de espionaje en Jabal Barouk, que supervisa una amplia zona del territorio libanés, pero la FPNUL ni siquiera emitió una declaración oficial sobre la violación.

En octubre de 2024, una unidad de comando naval israelí llevó a cabo una operación de desembarco en la ciudad costera de Batroun, en el norte del Líbano, durante la cual secuestraron al ciudadano libanés y capitán marítimo Imad Amhaz, acusándolo falsamente de pertenecer a Hezbolá.

Según informes, “oficiales de inteligencia” israelíes habían estado vigilando a Amhaz durante un período no especificado antes del secuestro. Información posterior indicó que el batallón alemán de la FPNUL supuestamente había facilitado la operación proporcionando información de inteligencia a Israel. Aunque el gobierno alemán niega la acusación, persisten las dudas ante la falta de investigaciones transparentes.

El ministro libanés de Obras Públicas y Transportes, Ali Hamiyah, ha insinuado la responsabilidad de la FPNUL en el secuestro, ya que las fuerzas de la ONU son responsables de vigilar las líneas costeras de las playas del Líbano.

En otro incidente, se descubrieron dispositivos de espionaje israelíes colocados dentro del territorio libanés cerca de los sitios de la FPNUL. Como es habitual, las fuerzas internacionales sólo emitieron declaraciones generales sobre el incidente, afirmando que estos dispositivos fueron colocados durante la guerra de julio de 2006, mientras que ignoraron las pruebas que sugerían su instalación reciente. La parte libanesa criticó esta postura como una “parcialidad inaceptable”.

El 5 de octubre de 2024, después de que comenzara la última agresión de Israel contra el Líbano, el ejército libanés advirtió sobre los intentos israelíes de atraer a los ciudadanos a zonas designadas para el espionaje y la recopilación de inteligencia.

Se instó a los ciudadanos a ser cautelosos y evitar interactuar con contenido sospechoso en las redes sociales. Esta advertencia se produjo en medio de crecientes temores de violaciones de seguridad que se cree que han sido llevadas a cabo por Israel a través de redes de espionaje locales.

Informes tendenciosos dirigidos al máximo órgano de la ONU

En sus informes periódicos al Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, la FPNUL suele destacar lo que considera infracciones del alto el fuego por parte del Líbano, mientras resta importancia a las reiteradas, a menudo diarias, violaciones israelíes. Por ejemplo, un informe del Secretario General de las Naciones Unidas sobre la aplicación de la Resolución 1701 del Consejo de Seguridad, que abarca el período comprendido entre el 21 de junio y el 20 de octubre de 2023, se centra principalmente en los lanzamientos de cohetes desde el sur del Líbano, con sólo una referencia limitada a los continuos ataques aéreos israelíes contra las aldeas libanesas fronterizas.

Esta información tendenciosa prepara el terreno para la desinformación, reforzando una narrativa israelí sumamente inexacta de los acontecimientos en el escenario internacional. En los informes de la FPNUL se destacan y exageran las amenazas procedentes del Líbano, mientras que las violaciones israelíes se ignoran o se minimizan.

Los habitantes de las aldeas del sur del Líbano se quejan periódicamente de la aplicación de estrictas restricciones a sus movimientos en las zonas fronterizas, aparentemente por razones de seguridad, mientras que las incursiones militares israelíes, como la construcción de alambres de púas dentro del territorio libanés o la realización de reconocimientos, son ampliamente ignoradas por la FPNUL.

Irónicamente, desde la Operación Inundación de Al-Aqsa en 2023, las fuerzas de ocupación han bombardeado y atacado a las unidades de la FPNUL cada vez que percibían que no cooperaban o que obstruían el paso. A pesar de estos ataques, la respuesta de la FPNUL se ha limitado a informes diplomáticos.

Aplicación selectiva de la Resolución 1701

Un reciente incidente ocurrido el 14 de noviembre en la ciudad de Qalawayh ilustra aún más la aplicación selectiva de su mandato por parte de la FPNUL. Según las fuerzas de la ONU, una de sus patrullas detectó un “escondite de municiones” cerca de una carretera, avisó al ejército libanés y prosiguió su ruta. Poco después, la patrulla fue atacada por “personas desconocidas” y respondió disparando desde sus vehículos antes de seguir adelante sin registrar heridos ni daños.

Sin embargo, el ejército libanés proporcionó una versión diferente del incidente, afirmando que la FPNUL intentó realizar una patrulla en la zona a pesar de la negativa previa del ejército, que se basó en el deterioro de las condiciones de seguridad debido a las repetidas incursiones aéreas israelíes.

En resumen, la FPNUL decidió unilateralmente proceder desde el centro de la unidad francesa sin la debida coordinación con el ejército libanés. Cuando intentaron atacar lo que percibieron como un depósito de municiones de la resistencia, se enfrentaron a disparos de advertencia al aire que los obligaron a retirarse.

Al preguntar sobre la violación de coordinación, los dirigentes de la FPNUL en Naqoura respondieron que “la FPNUL tiene libertad de movimiento y no necesita la aprobación del Ejército libanés”.

Esto revela cómo la FPNUL implementa sus tareas de manera selectiva, actuando con rapidez cuando están en juego los intereses israelíes. Durante la última ronda de conflicto, el buque de guerra alemán de la FPNUL interceptó un avión no tripulado de la resistencia , pero no tomó ninguna medida contra los aviones de reconocimiento y los aviones no tripulados israelíes, y mucho menos contra los bombardeos incesantes y punitivos del Estado de ocupación contra pueblos, zonas residenciales, mezquitas, infraestructuras y lugares patrimoniales libaneses.

El papel de la FPNUL en la guerra del “día después” contra el Líbano

Tras el frágil acuerdo de tregua de esta semana, la FPNUL participará supuestamente en la supervisión de la paz junto con el Líbano, Israel, los Estados Unidos y Francia. Sin embargo, el papel actual de la FPNUL sigue inclinándose fuertemente a favor de los intereses israelíes, razón por la cual el Líbano planteó objeciones y vetó disposiciones relacionadas con la FPNUL en el acuerdo de alto el fuego, mientras que Israel lo favoreció.

El enfoque en la FPNUL puede resultar redundante en el futuro, ya que el último acuerdo ha establecido al mayor proveedor de armas de Israel y su aliado más fiel, Estados Unidos, para guiar el panorama de la posguerra en el Líbano.

Aún más amenazante para la soberanía del Líbano y la independencia de su ejército es la creación del Comité Técnico Militar para el Líbano (MTC4L, por sus siglas en inglés, que significa “Military Technical Committee for Lebanon”. Nota del traductor), cuyo objetivo es entrenar a 10.000 soldados del ejército libanés para vigilar el sur del país. Este comité está formado por ocho estados miembros de la OTAN (Estados Unidos, Canadá, Francia, Alemania, Italia, Países Bajos, Reino Unido y España), que tomarán la iniciativa a la hora de determinar la composición de las fuerzas libanesas en la frontera con Israel. Si a esto le sumamos un comandante del ejército libanés, Joseph Aoun, que cuenta con el respaldo abierto y agresivo de Washington para el puesto presidencial vacante del país, es posible que el “parcialismo de la FPNUL” ya no sea el mayor problema de soberanía del Líbano.

Cualquiera que sea el resultado, y a pesar de la tregua en los enfrentamientos, el papel de la FPNUL en el sur del Líbano inevitablemente se reconfigurará en función de la entrada de estos nuevos actores en la ecuación y del resultado a largo plazo de la guerra.

Si Hezbolá recupera su capacidad de disuasión, la resistencia puede intentar redefinir la misión de la FPNUL para garantizar que actúe imparcialmente; de ​​lo contrario, el papel de la FPNUL puede desplazarse aún más hacia la consolidación de los avances tácticos israelíes.

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