por Paul Craig Roberts. En Instituto para la Economía Política. Traducción de Comunidad Saker Latinoamérica
Putin ha dado un discurso notable a la Asamblea Federal, al pueblo ruso y a los pueblos del mundo. http://en.kremlin.ru/events/president/news/56957
En su discurso, Putin reveló la existencia de nuevas armas nucleares rusas que hacen que sea indiscutiblemente claro que Rusia tiene una gran superioridad nuclear sobre los Estados Unidos y sus patéticos estados vasallos de la OTAN. En vista de las capacidades rusas, no está claro si Estados Unidos ya califica como una superpotencia.
Tengo pocas dudas en mi mente de que si los dementes neoconservadores y el complejo militar/de seguridad en Washington tuvieran estas armas y Rusia no, Washington lanzaría un ataque contra Rusia.
Putin, sin embargo, declaró que Rusia no tiene ambiciones territoriales, ambiciones hegemónicas ni intención de atacar a ningún otro país. Putin describió las armas como la respuesta necesaria a la firme negativa de Occidente, año tras año, para aceptar la paz y la cooperación con Rusia, en vez de rodear a Rusia con bases militares y sistemas ABM (misiles anti-balísticos).
Putin dijo: “Estamos interesados en la interacción constructiva normal con los Estados Unidos y la Unión Europea y esperamos que prevalezca el sentido común y nuestros socios elijan una cooperación justa e igualitaria… Nuestra política nunca estará basada en aspiraciones de excepcionalidad, defendemos nuestros intereses y respetamos los intereses de otros países”.
Putin le dijo a Washington que han fracasado sus esfuerzos por aislar a Rusia con sanciones y propaganda y evitar que la capacidad rusa responda al creciente cerco militar de Occidente. Las nuevas armas rusas han hecho que todo el enfoque de Estados Unidos/OTAN sea “ineficaz desde un punto de vista militar”. “Las sanciones para limitar el desarrollo de Rusia, incluso en la esfera militar… no funcionaron. No han podido contener a Rusia. Necesitan darse cuenta de esto… Dejen de mecer el bote en el que todos nos sentamos”.
¿Así que, qué debe hacerse? ¿Occidente recuperará sus sentidos? ¿U Occidente, ahogándose en deudas y cargándose hasta el cuello con las industrias militares hinchadas e ineficaces, intensificará la Guerra Fría que Washington ha resucitado?
No creo que Occidente tenga ningún sentido al que recurrir. Washington está totalmente absorvido en el “excepcionalismo estadounidense”. La arrogancia extrema del “país indispensable” aflige a todos. Los europeos están comprados y pagados por Washington. Estoy seguro de que Putin tenía la esperanza de que los líderes europeos entenderían la futilidad de tratar de intimidar a Rusia y dejarían de respaldar la rusofobia de Washington que está conduciendo a una guerra nuclear. No hay duda de que Putin estaba decepcionado por la respuesta idiota del ministro de defensa del Reino Unido, Gavin Williamson, quien acusó a Rusia de “elegir un camino de escalada y provocación”.
Mi suposición es que los neoconservadores minimizarán la capacidad de Rusia, porque los neoconservadores no quieren aceptar que haya restricciones al unilateralismo de Washington. En la otra mano, el complejo militar/de seguridad exagerará la superioridad rusa para exigir un presupuesto mayor para protegernos de “la amenaza rusa”.
De años de frustrante experiencia con la negativa de Washington de considerar los intereses de Rusia y trabajar juntos de manera cooperativa, el gobierno ruso sacó la conclusión de que la razón era la creencia de Washington de que el poder estadounidense podría obligar a Rusia a aceptar el liderazgo estadounidense. Romper esta ilusión de Washington es la razón del poderoso anuncio de Putin sobre las nuevas capacidades rusas.
En su mensaje él dice “nadie quería hablar con nosotros. Nadie quería escucharnos. Escúchennos ahora”. Putin hizo hincapié en que las armas nucleares rusas están reservadas para represalias, no para ataques, pero que cualquier ataque contra Rusia o los aliados de Rusia recibirá una respuesta inmediata “con todas las consecuencias consiguientes”.
Después de dejar en claro que la política occidental de hegemonía e intimidación está muerta en el agua, Putin nuevamente extendió la rama de olivo: trabajemos juntos para resolver los problemas del mundo.
Espero que la diplomacia rusa logre poner fin a las crecientes tensiones fomentadas por Washington. Sin embargo, la diplomacia rusa enfrenta dos obstáculos quizás insuperables. Uno es la necesidad de que el inflado complejo militar/de seguridad estadounidense tenga un enemigo importante como justificación para su presupuesto anual de un millón de millones y el poder que lo acompaña. El otro obstáculo es la ideología neoconservadora de la hegemonía mundial de EEUU.
El complejo militar/de seguridad está institucionalizado en todos los estados de EEUU. Es un empleador y una fuente de importantes contribuciones a campañas políticas, lo que hace que sea casi imposible que un senador o representante vaya en contra de sus intereses. En los círculos de política exterior de EEUU todavía debe aparecer un poder que contrarreste a los enloquecidos neoconservadores. La rusofobia que los neoconservadores han creado ahora afecta a los estadounidenses comunes. Estos dos obstáculos han demostrado ser lo suficientemente poderosos para evitar que el presidente Trump normalice las relaciones con Rusia.
Quizás en su próximo discurso, Putin debería dirigirse directamente a los europeos y preguntarles cómo se sirven los intereses europeos permitiendo las hostilidades de Washington cotra Rusia. Si las cosas se ponen difíciles, ¿cómo puede un país que hospeda a los ABM de los EEUU, las armas nucleares de EEUU y las bases militares de EEUU, esperar escapar de la destrucción?
Sin la OTAN y las bases avanzadas que proporciona, Washington no puede conducir el mundo a la guerra. El hecho básico del asunto es que la OTAN es un obstáculo para la paz.
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