por Aleksandr Nagi. En HispanTV
Se equivoca Trump —como también otros— al pensar que el derribo del Dron, ‘’fue una equivocación por parte de alguien’’ de los miembros de la Defensa Aérea Iraní.
No pretendo aquí exaltar más de la cuenta este logro cualitativo y significativo de este hecho importante de atacar el sofisticado dron RQ-4 Global Hawk; un antecedente extraordinario sin duda. Pero, cabe recordar, que Irán y sus ingenieros militares en interceptación electrónica e informática, en la época del presidente Obama, capturaron un dron: El 4 de diciembre de 2011, un vehículo aéreo no tripulado Lockheed Martin RQ-170 Sentinel estadounidense fue capturado por fuerzas militares iraníes en el nororiente de Irán’’.
La guerra de los ‘’cerebros’’ iraníes, simplemente esta vez, demostraron que tienen muchas sorpresas en caso que sea necesario aclarar más, a los que no quieren ni ver y menos entender: atacar a un dron más sofisticado y menos visible, con un misil antiaéreo de fabricación iraní que no confundió su objetivo principal y eludió derribar el avión estadounidense P-8 que volaba tras el dron.
Aquí podemos leer lo siguiente:
- que Irán no quiso matar militares estadounidenses.
- que atacó con tecnología avanzada un objetivo más complicado.
- al mismo tiempo demostró, que en el espacio aéreo iraní, no será fácil para las fuerzas aéreas enemigas en la zona, para utilizar la táctica israelí en camuflarse detrás —o delante— de aviones civiles o de cualquier índole, para engañar a los radares y los misiles, como sucedió frente a las costas sirias, el cual terminó con una tragedia y una bofetada a las fuerzas aéreas rusas por parte de Israel, cuando los aviones de combate israelíes usaron un avión IL20 ruso para realizar un ataque contra el norte de Siria. Y por último
- que Irán cumplió con la promesa y las advertencias por parte de su dirigencia, que el aire, el mar y las tierras iraníes son una línea roja.
Las nuevas ecuaciones anteriores se suman a una ecuación fundamental de carácter geopolítico y geoestratégico, y es la base de todo lo que estamos viendo hasta el momento:
Desde que los países Grupo 5+1 sentaron las bases para el Acuerdo Nuclear con Irán PAIC (siglas en inglés del Plan Integral de Acción Conjunto), comienza el sabotaje de Estados Unidos, Israel y unos países árabes con un trabajo arduo para acorralar a la República Islámica de Irán. El país persa venía siendo la piedra angular en la guerra contra el proyecto del Nuevo Gran Oriente Medio que fue iniciado por la administración Bush, donde sus últimas etapas y sus intentos fallidos fueron vistos en la guerra contra Siria, como también, la derrota de este plan en sus máximas expresiones representado por la aparición del Estado Islámico o EIIL (Daesh, en árabe).
Antes de la firma de los acuerdos, en el 2006 Israel recibe un fuerte golpiza militar al intentar hacer una operación para garantizar su ‘’seguridad’’ en la zona norte limítrofe con El Líbano. Después de esta derrota reconocida por La Comisión de Winograd, ni Estados Unidos, ni Israel, ni el Reino Unido, y menos Arabia Saudí, o Catar, los Emiratos Árabes Unidos (EAU), Turquía o Egipto, como también una gran gama del mundo suní de los Hermanos Musulmanes, pudieron digerir la nueva realidad de disuasión estratégica que Hezbolá (Movimiento de Resistencia Islámica de El Líbano) impuso frente a uno de los ejércitos más temidos en la zona.
No es secreto, que la Resistencia libanesa (reconocida por la Constitución Política de El Líbano) es una fuerza política con un brazo militar apoyado, entrenado y financiado por Irán, con una estrecha relación de carácter estratégico con la Republica Árabe Siria. Enfrentar a esta coalición es una aventura con consecuencias fatales y existenciales para el régimen sionista. Por ende, los países mencionados arriba, optaron por otros planes: crear el rectángulo suní, desde Turquía en el norte hasta Yemen en el sur, y desde Irak hasta las playas libanesas, y extender hasta donde pueden alcanzar en el norte y occidente africano.
Así que la transformación tan rápida de unas protestas ‘’pacíficas’’ hacia una expresión tan salvaje y bárbara en Siria, no fue una mera coincidencia, sino, un plan militar planificado desde mediados del 2008, cocinado a fuego lento, con la intención de acabar con el Gobierno sirio, entregar la zona a un wahabí y a la doctrina saudí, desterrar al chiismo como al cristianismo oriental originario de la zona, como a otras menorías religiosas y étnicas, y así, aislar por completo a la República Islámica de Irán, la cual es naturalmente rodeada por países suníes.
Irán, gracias a los acuerdos, es liberado de las sanciones impuestas por el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas (CSNU) durante décadas; fuera del petróleo, el país persa, ofrece otro abanico de productos desde la nanotecnología hasta las más tradicionales artesanías. Las relaciones comerciales con Estados Unidos no fueron ni serán de interés para Irán, pero Estados Unidos, si tiene muchos temas para hablar y asuntos por arreglar: la seguridad de Israel, Hezbolá, Irak, Siria, la Resistencia palestina y Yemen, como también, la fabricación de misiles de mediano y largo alcance, y otra vez el programa nuclear pacífico; todos los anteriores son el dolor de cabeza principal para Israel, Arabia Saudí y el mismo EE.UU.
Irán por su lado, no dejó a sus aliados en la mitad del camino. Como también tiene claro que, cualquier tema en relación con el régimen sionista y la fabricación de misiles o el tema del programa nuclear son unos temas cerrados. En este punto comienza la locura del dúo Trump-Netanyahu y ‘’las vacas lecheras’’ de los países ribereños del Golfo Pérsico.
El tablero se convierte en una mesa de movimientos rápidos: La soberbia, el estilo mafioso y el gansterismo, por un lado, la paciencia estratégica, la sobriedad y las movidas estudiadas por el otro: Trump con sus colaboradores apuestan por las sanciones, las amenazas, la provocación y el sabotaje para asfixiar a Irán económicamente trayéndola arrodillada a una mesa de negociaciones.
Irán, dentro del periodo de los 60 días que se vencen ahora en julio, hace tres movidas contundentes: aumenta el enriquecimiento de uranio; demuestra al mundo lo frágil que es el mercado del petróleo y la importancia de la seguridad de su suministro, después de tratar de involucrar al país persa con los ataques a los cargueros y el ataque que fue realizado por los yemeníes contra el oleoducto saudí.
Estas dos movidas están ligadas a una movida mayor, donde Irán lucha y tiene un papel fundamental , Y que Europa, como también, muchos países del mundo lo saben y necesitan del actuar iraní: es la guerra contra el tráfico del opio asiático, por un lado, y por el otro, la guerra contra los terroristas del EIIL, que no solo han causado la destrucción de países en la zona, sino también, han causado los desplazamientos masivos de migrantes hacia el viejo continente, cuyos efectos están siendo desastrosos.
Esta es la actual y verdadera ecuación, que les toca enfrentar ahora, el presidente Trump, sus colaboradores, la comparsa de Netanyahu —Bin Salman— Bin Zayed y el yerno Kushner.
Dentro del caos que han creado, tienen en las manos una papa caliente, con una realidad: les consta a todos que tratar de atacar a Irán es abrir las puertas del infierno. Desde las fronteras de Irak, bajando por las playas de los países árabes del Golfo Pérsico frente a Irán, cruzando hasta las playas del mar Rojo, subiendo hasta las playas de Eilat, hasta las hermosas playas del Mediterráneo de la Palestina ocupada, pasando por las libanesas hasta Turquía. Todo lo que abarca esta línea trazada de territorio será un infierno que nadie quiere ver ni tienen la capacidad para vivir.
Frente a esto, Rusia y China, por más que aparentan estar en las barreras, les consta que Irán es la antesala, para ser ellos apenas terminan con Irán, el próximo objetivo de Estados Unidos con los cuales tiene la verdadera pelea: la economía tecnológica de China y la economía militar de Rusia, la ruta de la seda y la búsqueda del reemplazo del dólar.
Así es de fácil entender lo que significa Irán actualmente para la paz mundial, como también, para la desestabilización total de este loco mundo actual.
Ahora sí, después de este recorrido, me puedo permitir darle las gracias al presidente Trump por la ‘’misericordia’’ en desistir de atacar a los objetivos iraníes que tenía en mente y salvar la vida de los 150 posibles bajas de los héroes de Irán. Parece que por fin empezó a entender que el dron no ayuda mucho para solucionar la compleja y delicada ecuación que tiene en la mesa de la Oficina Oval.
Amanecerá y veremos…
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