por Vladímir Putin, presidente de la Federación de Rusia. En canal de Odysee de Russia Today en castellano. Transcripción de Comunidad Saker Latinoamérica
Queridos ciudadanos de Rusia, queridos veteranos, camaradas soldados y marineros, sargentos, suboficiales, camaradas oficiales, generales y almirantes, ¡los felicito por el gran Día de la Victoria!
La defensa de la Patria, cuando se definía su destino, siempre ha sido sagrada. Con estos sentimientos de genuino patriotismo se levantó la milicia de Minin y Pozharky, fuimos al ataque en el campo de Borodinó, luchamos contra el enemigo en las afueras de Moscú y Leningrado, en Kiev y Minsk, en Stalingrado y Kursk, en Sebastópol y Járkov. Y ahora, en estos días, luchan por nuestro pueblo en Donbás, por la seguridad de nuestra patria, Rusia.
El 9 de mayo de 1945 por siempre ha sido inscrito en la historia mundial como el triunfo de nuestro pueblo soviético unido, su unidad y su poder espiritual. Una hazaña sin igual en el frente y en la retaguardia. El Día de la Victoria es cercano y querido para cada uno de nosotros. No hay familia en Rusia que no haya sido afectada por la Gran Guerra Patria. Su recuerdo no se desvanece.
En este día, en las interminables marchas del Regimiento Inmortal, los hijos, nietos y bisnietos de los héroes de la Gran Guerra Patria llevan fotografías de sus familiares, de los soldados muertos, que permanecieron para siempre, jóvenes y veteranos que ya se han ido.
Nos enorgullecemos de las valientes generaciones de triunfadores, de las que somos sus herederos. Y es nuestro deber guardar la memoria de quienes aplastaron al nazismo, quienes nos dejaron el legado de estar atentos y hacer todo lo posible para que el horror de una guerra global no vuelva a ocurrir.
Y por lo tanto, a pesar de los desacuerdos en las relaciones internacionales, Rusia siempre ha abogado por la creación de un sistema de seguridad igualitario e indivisible, un sistema que es vital para toda la comunidad mundial.
En diciembre del año pasado propusimos concluir un acuerdo de garantías de seguridad. Rusia llamó a Occidente a un diálogo honesto, a buscar soluciones de compromiso razonables, a tener en cuenta los intereses de los demás. Todo en vano.
Los países de la OTAN no querían escucharnos, lo que significa que, de hecho, tenían planes completamente diferentes, y lo vimos.
Abiertamente estaban en marcha los preparativos para otra operación punitiva en Donbás, para una invasión de nuestras tierras históricas, incluida Crimea. En Kiev anunciaron la posible adquisición de armas nucleares. El bloque de la OTAN comenzó el desarrollo militar activo de los territorios adyacentes a nosotros.
Por lo tanto, fueron creadas sistemáticamente amenazas absolutamente inaceptables para nosotros, además, directamente en nuestras fronteras.
Todo indicaba que un choque con los nazis, los “banderistas” (seguidores del colaboracionista ucraniano de los nazis, Stepán Bandera. Nota del traductor), por quienes apostaron Estados Unidos y sus aliados menores, sería inevitable.
Repito, hemos visto cómo se está desarrollando la infraestructura militar, cómo comenzaron a trabajar cientos de asesores extranjeros, cómo hubo entregas regulares de las armas más modernas de los países de la OTAN. El peligro crecía cada día. Rusia respondió con un rechazo preventivo a la agresión.
Fue una decisión forzada, oportuna, y la única correcta. La decisión de un país soberano, fuerte e independiente.
Estados Unidos, sobre todo después del colapso de la Unión Soviética, empezó a hablar sobre su excepcionalidad, humillando así no sólo al mundo entero, sino también a sus satélites, que tienen que fingir que no notan nada y tragarlo con resignación.
Pero somos un país diferente. Rusia tiene un carácter diferente. Nunca renunciamos al amor a la Patria, la fe y los valores tradicionales, de las costumbres de los antepasados, del respeto a todos los pueblos y culturas. Y en Occidente, estos valores milenarios al parecer han decidido cancelarlos.
Tal degradación moral se convirtió en la base de falsificaciones cínicas de la historia de la Segunda Guerra Mundial.
Incitación a la rusofobia, al elogio de los traidores, la burla de la memoria de las víctimas, tachando el valor de los que vencieron y lograron la victoria.
Sabemos que a los veteranos estadounidenses que querían asistir al desfile en Moscú se les prohibió hacerlo. Pero quiero que sepan que estamos orgullosos de sus hazañas, de su contribución a la victoria común. Honramos a todos los soldados de los ejércitos aliados, estadounidenses, británicos, franceses, miembros de la resistencia, de los partisanos, los valientes soldados y guerreros de China, todos los que derrotaron al nazismo y militarismo.
Queridos camaradas, hoy, la milicia de Donbás, junto con los combatientes del Ejército ruso, luchan por su propia tierra, donde los combatientes de Svyatosláv y Vladimir Monomákh, el soldado Rumiántsev y Potémkin, Suvoróv y Brusílov, repelieron el enemigo. Donde los héroes de la Gran Guerra Patria Nikolai Vatútin, Sidor Kovpák, Liudmila Pavlichenko, lucharon a muerte.
Ahora me dirijo a nuestras fuerzas armadas y las milicias de Donbás.
Están luchando por su Patria, por su futuro, para que nadie olvide las lecciones de la Segunda Guerra Mundial, para que no haya lugar en el mundo para los verdugos y los nazis.
Hoy inclinamos la cabeza ante la bendita memoria de todos aquellos cuyas vidas fueron arrebatadas por la Gran Guerra Patria. Ante la memoria de hijos, hijas, padres, madres, abuelos, esposos, esposas, hermanos, hermanas, parientes, amigos.
Inclinamos la cabeza ante la memoria de los mártires de Odesa, que fueron quemados vivos en la Casa de los Sindicatos en mayo de 2014, ante la memoria de los ancianos, las mujeres y los niños de Donbás, los civiles que murieron a causa de los bombardeos despiadados de los bárbaros ataques de neonazis.
Inclinamos la cabeza ante nuestros camaradas de armas que sufrieron la muerte de los valientes en una batalla por Rusia. Un momento de silencio…
Queridos compañeros, la muerte de cada uno de nuestros soldados y oficiales es un dolor para todos nosotros y una pérdida irreparable para familiares y amigos.
El Estado, las regiones, las empresas y las organizaciones públicas harán todo lo posible para cuidar y ayudar a estas familias. Daremos un apoyo especial a los hijos de los compañeros muertos y heridos. El decreto presidencial al respecto fue firmado hoy. Deseo una pronta recuperación a los soldados y oficiales heridos, y agradezco a los doctores, paramédicos, personal de enfermería de los hospitales militares por su dedicada labor. Les agradecemos por luchar por cada vida, a menudo bajo fuego en la línea del frente sin compadecerse de si mismos.
Queridos camaradas, ahora, aquí, en la Plaza Roja, soldados y oficiales de muchas regiones de nuestra vasta patria se paran hombro con hombro, incluídos los que llegaron directamente desde Donbás, directamente desde la zona de guerra.
Recordamos cómo los enemigos de Rusia intentaron utilizar bandas de terroristas internacionales contra nosotros, intentaron sembrar la enemistad nacional y religiosa para debilitarnos y dividirnos desde dentro. Nada tuvo éxito.
Hoy nuestros combatientes de diferentes nacionalidades, juntos en la batalla, se cubren entre sí contra balas y metralla, como hermanos. Y esta es la fuerza de Rusia. La gran fuerza de nuestro pueblo multinacional unido. Hoy están defendiendo aquello por lo que lucharon nuestros padres, abuelos y bisabuelos.
Para ellos, el más alto sentido de la vida siempre ha sido el bienestar y la seguridad de la patria. Y para nosotros, sus herederos, la devoción a la patria es el valor principal, un apoyo confiable para la independencia de Rusia.
Los que acorralaron al nazismo durante la Gran Guerra Patria nos mostraron un ejemplo de heroísmo para todos los tiempos. Es una generación de ganadores, y siempre los admiraremos.
¡Gloria a nuestras valientes fuerzas armadas!
¡Por Rusia!
¡Por la Victoria!
¡Hurra!
Grande discurso de um grande lider de uma grande nacao! Viva a Russia! Viva Presidente Putin!