Dato a dato cubano: la nueva jugada en el ajedrez global

Publicado el 17/12/2014 en misionverdad.com

El día de hoy ha sido testigo de una serie de movimientos con los que se busca replantear e imponer las condiciones del nuevo juego geopolítico a nivel global. Como suele ser en un primer momento con acontecimientos como este, en primer lugar prevalecen las tesis minusválidas, clichés, giros interesados y matrices demenciales.

El dato-dato: estos son los puntos del acuerdo hechos públicos hasta ahora, del lado estadounidense:

  • Apertura diplomática: ciertos aspectos, como el tránsito de personas provenientes de Estados Unidos a la isla se benefician con cierto grado de desahogo, pero el bloqueo y el embargo continúan. Las relaciones diplomáticas estaban rotas desde 1961.

  • Reapertura de una embajada estadounidense en La Habana.

  • Liberación de Gerardo Hernández, Antonio Guerrero y Ramón Labañino, los faltantes tres agentes de la Red Avispa, los 5, presos desde 2001, hoy liberados.

  • Algunas concesiones para el establecimiento de pequeños negocios y permisos de viaje a la isla. El turismo norteamericano permanece prohibido, y sólo se emitirán permisos para viajar con otros propósitos.

  • Alivianamiento en ciertas restricciones bancarias. Los viajeros provenientes de Estados Unidos ahora podrán usar tarjeta de débito o crédito en Cuba.

  • Aumento del tope de envío de remesas. A partir de ahora podrán enviarse hasta 2 mil dólares de Estados Unidos a Cuba.

  • Importación a pequeña escala de alcohol y tabaco cubano.

  • Norteamericanos en la isla podrán importar 400 dólares en bienes y 100 en alcohol y tabaco.

  • Revisión fundamental de las sanciones. Actualmente, Cuba tiene estatus de Estado “promotor del terrorismo”. Se trata de una solicitud de revisión al secretario de Estado norteamericano, John Kerry, para decidir la remoción de dicho estatuto. Lo que podría interpretarse como un primer paso para levantar el bloqueo y el embargo. Que no son exactamente lo mismo.

Del lado cubano:

  • Liberación del agente norteamericano Alan Gross.

  • La liberación de 53 “presos políticos” en Cuba. Esta lista será suministrada por los Estados Unidos.

  • Incremento del acceso a internet en la isla. Lo que pareciera omitir el bloqueo mediático-telecomunicacional.

  • Mayor acceso de funcionarios de las Naciones Unidas y la Cruz Roja al territorio cubano.

Ciertamente, es un paso de peso el dado por los gobiernos de Cuba y Estados Unidos, si se admiten, en primer lugar, las condiciones draconianas y cavernarias que siguen siendo la esencia del bloqueo y el embargo. Y de la posición ge-ne-ral de los Estados Unidos respecto a la cuestión cubana.

Las distintas capas de la euforia y confusión actual, por izquierda y por derecha, nublan, distorsionan, des-interpretan el hecho concreto. Pierde la justa dimensión política de esta forma. Porque la “normalización” no es del todo cierta. Si acaso pasos hacia ella. Y nadie se preocupará de explicarle a usted qué es eso de una “normalización” en una guerra permanente.

El dato en sincronía: el mínimo relajamiento (que pareciera ser el inicio de algo más amplio y extenso) va de la mano del furor sancionista del 1% contra Venezuela, contra Rusia, contra los BRICS. Va en sintonía exacta con el plan del golpe parlamentario en Brasil, y el incremento de la tensión y la incertidumbre Argentina adentro.

Visto así, se trata de una sofisticación, una actualización del modelo de sanción que resulta absolutamente obsoleto en este tiempo global, y que sencillamente es incompatible con las actuales leyes del marketing y el consumo político.

Porque el laboratorio ultrapolicial va de la mano con esta nueva “liberalización” en las relaciones cubano-gringas; siguen siendo la misma cosa. En el fondo de esta cadena existen varias jugadas que obedecen al laberinto imperial y que no se rigen por motivación humanitaria alguna.

En las sincronías a menor escala, y no por eso menos expresivas, Rajiv Shah, director de la Usaid, la mampara operativa “comunitaria” de la comunidad de inteligencia gringa, anunció su dimisión del cargo de director. Renuncia “con sentimientos encontrados”, dice el peluche.

El wikidato Alan Gross y los 5 héroes: si visitas la entrada de wikipedia sobre el sujeto, te venderán el relato de un abnegado trabajador social cuya vocación humanista lo llevó a ampliar el acceso a internet a la comunidad judía de Cuba, cuando en realidad se trata de un experto en telecomunicaciones, que antes de ir a Cuba provenía de Irak y Afganistán en donde estableció redes paralelas de telecomunicación que baipaseban a las iraquíes, y que en 2009 se cayó con los kilos luego de que las investigaciones de la inteligencia cubana revelaran el tráfico de múltiples equipos electrónicos y audiovisuales.

La comunidad judía en Cuba negó cualquier vínculo con míster Gross. Un agente de alto nivel, bajo el paraguas de la Usaid, responsable de una parte importante de un plan que tiene aristas en la red zunzuneo y las recientes revelaciones de infiltración en la comunidad hip-hopera cubana.

Por otro lado, los que le cuentan sobre los cinco “espías” cubanos no le van a contar que se trató de una red de contrainteligencia antiterrorista que logró desmantelar cuantiosas operaciones y agresiones contra la isla, cuyos objetivos se centraban en el anticastrismo radical. Para comprender las proporciones de otra de tantas épicas de la Revolución Cubana, conviene revisar el reportaje Los últimos soldados de la guerra fría del periodista brasileño Fernando Morais.

El dato smart power (cerrar un frente para abrir diez): un paso como este, tanto complejo como abarcante, arroja saldo en otros frentes. Desde esta nueva perspectiva, la matriz (el spin, en inglés) es evidente: habiendo Estados Unidos “normalizado” relaciones, ¿cuál queda, según esa lógica, como el país desactualizado, aislado, con “ideología caduca”? Evidentemente, con esta jugada se consolida y concentra un frente contra Venezuela Bolivariana.

Pero es público y notorio, Cuba y Venezuela, según la sección de asuntos hemisféricos del Departamento de Estado son tratados como unidad. La “tesis” central de Rafael Poleo, la revista Zeta y las tendencias más pro-Miami siempre hablan de “Venecuba”. Dentro de ese sistema lógico previo a la sensatez, y sin contar con la capacidad de agencia política del Gobierno cubano, se trata, también de una jugada netamente divisoria, más el objetivo y los propósitos siguen siendo los mismos.

La administración Obama, en nombre de su partido, se granjeó un golpe de efecto a futuro.

El dato imperio adentro: A partir del año que viene el Partido Demócrata pierde el dominio del Congreso y la Cámara Baja. Son harto conocidos, harto predecibles, los “métodos” de coerción del lobby anticastrista en el seno del Partido Republicano con figuras como Ileana Ros-Lehtinen, Marco Rubio o Lincoln Díaz-Baralt. Expresión de la guerra de tendencias dentro del laberinto imperial, el objetivo central es el voto latino en las elecciones de 2016.

Las nuevas generaciones cubanogringas parten de posiciones distintas, menos retardatarias y cavernarias, y en gran medida crece el rechazo de las figuras clásicas del anticastrismo. Florida tiene un peso electoral específico, lo que llaman un swinging state o estado pivote.

Es la disputa de un mercado electoral específico, en unas elecciones presidenciales en las que la demografía de la migración latinoamericana (de primera, segunda y tercera generación) ejercerá un peso determinante. En ese mismo rumbo es que Obama embandera la reforma migratoria, que beneficiaría y naturalizaría a amplias franjas de población migrante que todavía tienen un estatus ilegal.

Lo que demuestra y confirma el cinismo habitual es el fácil contraste que se puede hacer con esa política de lógica racial frente a todo lo que describe Ferguson y sus alrededores.

El dato-hipótesis Misión Verdad: como hemos publicado en otra oportunidad, la actual hora loca del capitalismo tiene un reflejo expresivo en la pugna por el modo, el método con el cual los factores formales del Estado norteamericano (rostros visibles del Estado profundo) buscan imponer las nuevas reglas en el juego internacional.

Acción estratégica orientada ahora fundamentalmente a reventar a los centros dinámicos de los nuevos bloques de poder emergente: por un lado Venezuela-Brasil-Argentina (puntales en Unasur, Celac, Alba y Mercosur), por el otro Rusia principalmente, China por elevación (en la propuesta euroasiática), ambos en la llave multipolar del Brics. La jugada sigue estando dentro de las “reglas” del excepcionalismo globalizado.

Estamos atestiguando una actualización en los mecanismos, métodos y modos de la intervención. Toda armonización en este momento es totalmente ilusoria. Con lo que ya se está colocando como la etiqueta “normalización” en el ambiente sociopolítico cubano se inocularán las mínimas condiciones operativas que pudieran facilitar la idea de una “primavera cubana”, una revolución de probeta.

El bloqueo todavía no ha terminado. Y apenas estamos abriendo el inning.

One Comment

  1. osejo said:

    Ni de casualidad los gringos perdonan a nadie.
    Es claro que están cambiando su estrategia, no solo en Cuba, si no en todas sus operaciones militares, ya sea con armas financieras, politicas o de misiles.
    Cuba deberá tener mas cuidado con los gringos que viajen a ese maravilloso país… porque van a tratar por todos los medios de engañar al pueblo cubano y sin duda a dañar al país.

    18 December, 2014
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