por el portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de la República Popular Democrática de Corea, el 7 de julio de 2017, con respecto al exitoso ensayo del cohete balístico intercontinental Hwasong-14.
La presente declaración fue distribuida, a pedido del embajador y representante permanente de la R.P.D.C. ante las Naciones Unidas, como documento de la Asamblea General y del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, clasificado como A/71/977/S/2017/589.
El 4 de julio de 2017, la República Popular Democrática de Corea llevó a cabo con éxito el ensayo del cohete balístico intercontinental Hwasong-14, que la acerca más al resultado final de completar su fuerza nuclear.
El éxito en su primer ensayo del Hwasong-14 representa una brillante victoria del ejército y el pueblo de la República Popular Democrática de Corea en su más de medio siglo de lucha contra el imperialismo y contra los Estados Unidos de América y un acto heroico que constituye una garantía fiable de la paz y la estabilidad en la península de Corea y en la región.
Sin embargo, los Estados Unidos condenan el ensayo realizado por la República Popular Democrática de Corea, lo califican de “amenaza mundial” y complotan para aumentar al máximo las sanciones internacionales y la presión sobre el país.
La República Popular Democrática de Corea pone de manifiesto, una vez más, que el desarrollo de un cohete balístico intercontinental es una opción que ha adoptado para defenderse poniendo fin por completo a la política hostil y a la amenaza de guerra nuclear de los Estados Unidos, que han durado decenios en el curso del siglo.
Hay varios Estados poseedores de armas nucleares en el mundo de hoy, pero los Estados Unidos son el único país que hace cernir cada día una constante amenaza nuclear contra la República Popular Democrática de Corea.
La cuestión de las armas nucleares y los cohetes balísticos de la República Popular Democrática de Corea se limita a este país y a Estados Unidos y el ensayo de un cohete balístico intercontinental realizado por la República Popular Democrática de Corea es un “paquete de regalo” dirigido exclusivamente a los Estados Unidos.
Ningún otro Estado poseedor de mísiles balísticos intercontinentales ha sido más transparente que la República Popular Democrática de Corea en el desarrollo y ensayo de un cohete balístico intercontinental.
La República Popular Democrática de Corea anunció oficialmente que comenzaría a desarrollar un cohete balístico intercontinental porque era una opción inevitable para hacer frente a la creciente amenaza nuclear de los Estados Unidos y dio a conocer públicamente todo el proceso de combustión y ensayo estático del motor y el ensayo real del cohete, con inclusión de información confidencial, como datos y especificaciones técnicos y tácticos.
Ello se debe a que el cohete balístico intercontinental de la República Popular Democrática de Corea es incuestionablemente un elemento de disuasión de la guerra nuclear que difiere fundamentalmente del equipo militar para una guerra de agresión desarrollado en estricto secreto por los Estados Unidos con la ambición salvaje de dominar el mundo mediante ataques por sorpresa contra otras naciones.
Sin embargo, los Estados Unidos califican la lícita y justa medida de legítima defensa tomada por la República Popular Democrática de Corea de “amenaza mundial” y piden que se adopten “medidas mundiales” en su contra. Se trata de un claro ejemplo de la política de Trump de “América primero” que atiende a sus propios intereses sacrificando los de los demás.
Ningún pueblo sensato y ningún país independiente aceptarán jamás la mentalidad del asaltante que trata de poner a todo el mundo en contra de un Estado soberano porque ha incurrido en su desagrado.
El éxito absoluto del ensayo del cohete balístico intercontinental Hwasong-14 ha hecho considerablemente más eficiente la fuerza nuclear de la República Popular Democrática de Corea como elemento disuasivo de la guerra y, por lo tanto, ha salvaguardado en forma más fiable la paz y la seguridad en la península de Corea y sus alrededores.
Ahora que se ha demostrado físicamente la capacidad de la República Popular Democrática de Corea de asestarle un golpe en su corazón mismo en cualquier momento, será más difícil para los Estados Unidos atreverse a atacarla.
En ello radica la importancia histórica de las medidas adoptadas por la República Popular Democrática de Corea para reforzar su poderoso aparato de disuasión de la guerra nuclear en todas las dimensiones en cumplimiento del nuevo planteamiento de desarrollar simultáneamente los dos frentes en vista de la presión persistente y de las sanciones de las fuerzas hostiles.
Esta es la única manera de defenderse y proteger la dignidad de la nación en el mundo hostil de nuestros días en que impera la ley de la selva.
Ha llegado el momento de que los Estados Unidos reorienten por completo su punto de vista estratégico sobre la República Popular Democrática de Corea, renuncien a su política hostil contra ella y pongan fin definitivamente a la amenaza y el chantaje nucleares sin más demora.
Como ha declarado el respetado Líder Supremo Camarada Kim Jong-Un, la República Popular Democrática de Corea no pondrá sus armas nucleares y misiles balísticos en la mesa de negociación en caso alguno y no se moverá un ápice de su posición de reforzar su fuerza nuclear, a menos que los Estados Unidos pongan término por completo a su política hostil y a su amenaza nuclear contra ella.
Los Estados Unidos recibirán una sucesión interminable de “paquetes de regalo” de diferentes tamaños de la República Popular Democrática de Corea a medida que traten con más empeño de destruir por medio de sanciones y presiones el poderío general y la posición estratégica de la República Popular Democrática de Corea, que se han impulsado enormemente.
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