por Iván Kesic. En PressTV. Publicado originalmente el 11 de septiembre de 2025. Traducción de Comunidad Saker Latinoamérica.
El asesinato de Charlie Kirk a plena luz del día el miércoles en la Universidad del Valle de Utah fue un acto de violencia política que silenció una de las voces conservadoras más controvertidas y divisivas de los Estados Unidos.
Kirk fue asesinado a tiros mientras respondía preguntas sobre la epidemia de violencia armada en Estados Unidos, una cruda ironía que pone de relieve las profundas fracturas políticas y raciales del país; su muerte causó una conmoción inmediata en todo el país.
El tiroteo se produjo en medio de una fuerte oposición a su presencia en el evento, como lo demuestra una petición con casi 1.000 firmas. Esta petición no era solo una respuesta a su conservadurismo, sino un rechazo al tipo de poítica venenosa y profundamente problemática que defendía.
Kirk se había convertido voluntariamente en un conducto para los elementos más extremistas de la derecha estadounidense, y su legado más dañino reside en su papel como principal propagandista del régimen israelí y en un incansable amplificador del vitriolo antipalestino y antiiraní.
Será recordado como alguien que negó el genocidio en Gaza, amplificó mentiras sobre la lucha palestina contra la ocupación sionista y enmarcó el proyecto colonial sionista como un faro de “valores democráticos”.
“Será recordado como alguien que negó el genocidio en Gaza, amplificó mentiras sobre la lucha palestina contra la ocupación sionista y enmarcó el proyecto colonial sionista como un faro de ‘valores democráticos'”
Iván Kesic
El sustituto más feroz de Trump
Nacido en 1994, Charles Kirk Jr. se embarcó en su carrera política con una precocidad que presagiaba su rápido ascenso.
Con apenas 18 años y siendo aún un estudiante, cofundó Turning Point USA (TPUSA) (Momento Crucial USA. Nota del traductor) en 2012. La misión de la organización era explícitamente ideológica: difundir opiniones conservadoras entre los estudiantes universitarios y de escuelas superiores estadounidenses, un grupo demográfico a menudo percibido como un bastión liberal.
TPUSA le proporcionó a Kirk una plataforma y una red, pero su trayectoria se transformó por completo con el terremoto político de 2016: la elección de Donald Trump. El ascenso de Kirk fue inseparable del de Trump.
Con el tiempo se convirtió en uno de los representantes más infatigables del presidente estadounidense, especializándose en movilizar el apoyo de la juventud hacia él y su estilo de política centrado en el odio.
A cambio, Trump le proporcionó una considerable visibilidad y legitimidad a nivel nacional, catapultándolo de activista conservador a figura central dentro del llamado movimiento MAGA.
Al morir a los 31 años, Kirk ya no era solo un organizador universitario. Era una personalidad mediática, una voz prolífica en la plataforma de redes sociales X y un aliado cercano del hombre más poderoso del país.
Esta relación simbiótica con Trump constituye el contexto esencial para comprender todas las opiniones políticas de Kirk, en particular sus posturas en política exterior. No se limitó a sostener opiniones, sino que amplificó y legitimó las visiones de la presidencia de Trump.
Un análisis de los comentarios públicos de Kirk revela una visión del mundo coherente e interconectada con respecto de Asia Occidental. Sus posturas pueden clasificarse en tres pilares: oposición firme a Irán, apoyo inquebrantable al régimen israelí y sus agresiones militares, y una postura desepctiva o acusatoria hacia los palestinos.
“Un análisis de los comentarios públicos de Kirk revela una visión del mundo coherente e interconectada con respecto de Asia Occidental. Sus posturas pueden clasificarse en tres pilares: oposición firme a Irán, apoyo inquebrantable al régimen israelí y sus agresiones militares, y una postura despectiva o acusatoria hacia los palestinos”
Ivan Kesic
El legado de Kirk es una maraña de movilización política, apoyo inquebrantable al poder y deshumanización sistemática de un pueblo sometido a ocupación y genocidio.
Kirk proporcionó a una generación de jóvenes conservadores un marco para la visión sobre Asia Occidental desprovisto de complejidad, empatía y contexto histórico, un marco en el que Irán era un mal monolítico, el régimen israelí un aliado infalible y los palestinos tanto inexistentes como merecedores de su destino.
“Kirk proporcionó a una generación de jóvenes conservadores un marco para la visión sobre Asia Occidental desprovisto de complejidad, empatía y contexto histórico, un marco en el que Irán era un mal monolítico, el régimen israelí un aliado infalible y los palestinos tanto inexistentes como merecedores de su destino”
Ivan Kesic
Su descarada negación del genocidio de Gaza, quizás más que cualquier otro acto, consolidó su papel no sólo como comentarista parcial, sino como apologista de los asesinos de niños.
Die-hard Trump ally, Israel supporter killed during Utah eventhttps://t.co/E9IcORhYCS
— Press TV 🔻 (@PressTV) September 11, 2025
Sus vínculos con el régimen israelí
El apoyo de Kirk al régimen israelí no era meramente una posición política: era un principio fundamental de su identidad, profundamente entretejido en su entramado político, religioso y organizativo.
Sus profundos vínculos con organizaciones sionistas eran significativos y estratégicos. Él había aceptado una invitación para hablar en la gala nacional de la Organización Sionista de Estados Unidos (ZOA) (Zionist Organization of America. Nota del traductor) a realizarse a finales de 2025, un grupo conocido por su férrea oposición a la creación de un Estado palestino y su apoyo a los asentamientos israelíes ilegales.
Tras su muerte, la Coalición Judía Republicana (RJC) lo lamentó como “una luz brillante” para la comunidad judía estadounidense, lo que indica una relación cercana y valiosa.
Esta alineación organizativa se vio reforzada por su experiencia personal. Kirk había viajado a los territorios palestinos ocupados en múltiples ocasiones, incluyendo un simbólico viaje para la inauguración de la embajada estadounidense en la Jerusalén ocupada de Al-Quds en mayo de 2018, una iniciativa impulsada por Trump que contradecía décadas de consenso internacional.
Otro viaje en marzo de 2019 fue una supuesta “misión de investigación” que lo llevó a lugares ocupados como los Altos del Golán, Hebrón y la frontera con Gaza. Describió este viaje como “revelador”, afirmando que desafió las narrativas de los medios occidentales.
Estos viajes no eran turismo pasivo, sino compromisos activos diseñados para solidificar su visión del mundo y proporcionar anécdotas de primera mano que reforzaran su defensa del sionismo.
El apoyo de Kirk también era performativo y se basaba en la autoridad religiosa. Tenía la costumbre de invitar a rabinos sionistas radicales a sus debates políticos, incluyendo figuras como el rabino Shmuley Boteach y el rabino Aryeh Lightstone.
Estas colaboraciones sirvieron para proporcionar legitimidad teológica y política a sus narrativas, fusionando el apoyo de su base cristiana evangélica al régimen israelí con la política sionista de línea dura.
“Estas colaboraciones sirvieron para proporcionar legitimidad teológica y política a sus narrativas, fusionando el apoyo de su base cristiana evangélica al régimen israelí con la política sionista de línea dura”
Ivan Kesic
Siempre promocionó a la entidad sionista como una cuna de “valores religiosos y democráticos”, un enfoque que deliberadamente ignoró las complejidades de su ocupación y el trato a los palestinos.
El primer ministro israelí, Benjamin, emitió un elogio fúnebre para Kirk el jueves, llamándolo un “amigo de Israel con corazón de león” que “defendió con fuerza la civilización judeocristiana”.
Sin embargo, en un giro interesante, muchos están recordando las palabras de Kirk de que temía ser asesinado por el régimen israelí si alguna vez cambiaba sus perspectivas políticas, aunque el jurado aún no ha decidido al respecto.
“Sin embargo, en un giro interesante, muchos están recordando las palabras de Kirk de que temía ser asesinado por el régimen israelí si alguna vez cambiaba sus perspectivas políticas”
Ivan Kesic
Sus opiniones sobre Palestina y Gaza
Es en las opiniones de Kirk sobre Palestina y el pueblo de Gaza donde se encuentran los aspectos más severos y moralmente reprensibles de su retórica, yendo desde la ignorancia voluntaria hasta la negación activa de una realidad horrorosa.
El análisis de su comentario sobre la hambruna en Gaza es particularmente revelador. Como hombre con una amplia cobertura pública, su respuesta a una de las peores catástrofes humanitarias del siglo XXI no fue de preocupación ni empatía, sino de desvío.
Cuando la ONU confirmó que en julio de 2025 se habían superado los umbrales de hambruna en Gaza, con decenas de miles de muertos, la respuesta inferida de Kirk fue culpar a Hamás.
Su tuit, basado en sus patrones habituales, ha sido: “¿Crisis de Gaza? Culpen a Hamás por usar a los civiles como escudos. Israel lucha contra el terrorismo, no contra la hambruna”.
Esta táctica, transfiriendo por completo la responsabilidad desde la potencia que bloquea y bombardeo a la autoridad gobernante legítima, fue su procedimiento operativo estándard. Redujo el intrincado desastre provocado por la mano del hombre, resultado directo del asedio y los bombardeos, a una simple dicotomía de «defensa israelí contra terrorismo de Hamás».
Esto culminó en la más grotesca de las negaciones: la negación del genocidio. Kirk trabajó apasionadamente para justificar la guerra de genocidio del régimen israelí en la Franja de Gaza.
“Esto culminó en la más grotesca de las negaciones: la negación del genocidio. Kirk trabajó apasionadamente para justificar la guerra de genocidio del régimen israelí en la Franja de Gaza”
Ivan Kesic
En una ocasión afirmó que el régimen “no estaba matando de hambre a los palestinos”, sino que atribuyó la “extrema situación humanitaria” a la “mala gestión”. Los comentaristas han calificado esta declaración como una profunda traición a la verdad y la humanidad.
El afirmar que una población entera no está muriendo de hambre mientras organismos internacionales y agencias de ayuda documentan una hambruna generalizada, y culpar a las víctimas de “mala gestión” mientras su infraestructura es destruida sistemáticamente, ha sido calificado por activistas de derechos humanos no solo como manipulación política sino más bien como complicidad.
Sirve para borrar el sufrimiento de más de 64.600 palestinos asesinados, en su mayoría mujeres y niños, y para encubrir las acciones que llevaron a su exterminio.
Su retórica ofreció una cobertura intelectual y retórica para el genocidio en curso, haciéndolo digerible para su audiencia al despojarlo de su costo humano. En los debates, Kirk negó activamente la existencia de Palestina y de una identidad nacional palestina, empleando la terminología sionista extremista de “Judea y Samaria”, utilizada por el movimiento colonizador ilegal.
Este no fue un comentario aislado, sino la base de una cosmovisión diseñada para borrar la legitimidad palestina. Sus alianzas con grupos sionistas de línea dura como la ZOA, su obsesión con las reivindicaciones territoriales bíblicas y su constante identificación de todos los palestinos con “terroristas” tenían un único propósito: negar a todo un pueblo su derecho a la autodeterminación, a la condición de Estado e incluso a su identidad básica.
“Sus alianzas con grupos sionistas de línea dura como la ZOA, su obsesión con las reivindicaciones territoriales bíblicas y su constante identificación de todos los palestinos con “terroristas” tenían un único propósito: negar a todo un pueblo su derecho a la autodeterminación, a la condición de Estado e incluso a su identidad básica”
Ivan Kesic
En la narrativa de Kirk, los palestinos nunca fueron un pueblo con derechos ni aspiraciones, sino simplemente escudos humanos o peones, cuyo sufrimiento fue siempre culpa suya.
Keep the pressure up. Regime change in Iran would be a catastrophe. https://t.co/qol3thn9re
— Charlie Kirk (@charliekirk11) June 18, 2025
Su postura sobre Irán
Un análisis exhaustivo de los tuits y las apariciones en los medios de Kirk durante los dos años anteriores presenta un retrato de un comentarista profundamente centrado en la percibida “amenaza” de Irán, sin ningún matiz estratégico.
En consonancia con la postura sionista establecida, su retórica fue rotundamente crítica hacia el gobierno iraní. Constantemente presentó a Irán como su principal adversario, destacando a menudo su programa nuclear como «una amenaza existencial para la estabilidad regional y la seguridad de Estados Unidos».
Durante mucho tiempo, Kirk apoyó abiertamente la eliminación de las instalaciones nucleares de Irán, considerando esa acción como una necesidad para la seguridad de Estados Unidos y expresando su confianza en que Trump podría ejecutar esos ataques sin desencadenar una nueva guerra a gran escala.
El primer día de la agresión israelí contra Irán, en junio de 2025, celebró con regocijo un ataque que asesinó a líderes militares y científicos nucleares iraníes, actos que violaron las normas internacionales, y calificó la agresión de “notable” y “grande”.
Este respaldo acrítico a una acción militar agresiva, que corría el riesgo de una escalada regional catastrófica, fue inmediatamente socavado por su subsecuente advertencia contra el involucramiento estadounidense, no por una objeción moral a la violencia, sino por un cínico cálculo de que Estados Unidos podría no ganar.
“Este respaldo acrítico a una acción militar agresiva, que corría el riesgo de una escalada regional catastrófica, fue inmediatamente socavado por su subsecuente advertencia contra el involucramiento estadounidense, no por una objeción moral a la violencia, sino por un cínico cálculo de que Estados Unidos podría no ganar”
Ivan Kesic
Advirtió contra una guerra a escala total, afirmando que “ni siquiera los romanos podrían derrotar a Persia”; sin embargo, su retórica antiiraní todavía se permitió reducir una nación orgullosa y compleja a un “régimen de mulás” monolítico.
Su argumento contra la intervención no se basaba en principios, sino en las costosas lecciones de los fracasos pasados en Irak y Afganistán, que citaba convenientemente para defender un interés propio desprejuiciado.
Sin embargo, Kirk abogó por una política en la que el régimen israelí esté empoderado para actuar con impunidad, libre de la supervisión o consecuencias por parte de Estados Unidos, dando luz verde de hecho a otras acciones desestabilizadoras y absolviendo a Estados Unidos de toda responsabilidad.
La profunda ironía llegó más tarde cuando, tras un posterior ataque estadounidense a las instalaciones nucleares iraníes, elogió a Trump como un “presidente de paz”, revelando que su “moderación” estratégica era poco más que una postura situacional que se evaporaba fácilmente cuando se alineaba con sus lealtades políticas.
Precisamos reagir à movimentação da direita contra o médico Ricardo Barbosa, de Recife, por causa de um simples comentário que ele fez na internet sobre o Charles Kirk. A Direita está linchando o médico, e o CRM, CFM e Sociedade de Neurocirurgia, todos bolsonaristas até o miolo, estão se deixando levar pela perseguição rasteira.