Caída de Alepo: derrota de Obama y triunfo de Putin/Irán/Hezbolá

por Alfredo Jalife Rahme, en La Jornada

Rusia y China despiden a Obama con tres resonantes humillaciones: 1) derrota de Estados Unidos (EU) en Alepo; 2) visita de Putin a Japón, y 3) captura de un dron submarino del Pentágono.

El acercamiento de Trump y Putin –mediante el nombramiento del texano Rex Tillerson, director de Exxon Mobil, como secretario de Estado (http://goo.gl/wgufjC)–, fracturó aún más al mundo y al propio EU antes del relevo de Obama, quien arremetió, al unísono de la derrotada Hillary, contra la presunta “intervención” de Putin en la elección presidencial de EU, lo cual suena más divertido que inverosímil.

En medio de la debacle de Obama en Alepo, sorprende que hasta ahora haya salido a relucir el hackeo “ruso” que hubo beneficiado a Trump. Is it possible?

La endemoniada contraofensiva de Obama/Hillary contra Putin se escenificó a cinco días de la votación del Colegio Electoral, que requiere de un mínimo de 270 votos y a cuyos miembros se pretende cambiar su preferencia por Trump.

El recuento de votos en Pensilvania/Michigan/Wisconsin resultó un fracaso: al contrario, el Partido Demócrata manipuló las boletas en Detroit en forma obscena.

Está en juego el nuevo orden mundial y no hay que soslayar la probabilidad de un atentado al “estilo Colosio (en México)” para que las dos dinastías perdedoras de los Bush y los Clinton –apuntalados por los Rothschild/Soros/Lockheed Martin– obstruyan la transcendental alianza de Trump y Putin.

Hasta un accionista con máscara de “demócrata” de la desinformadora Televisa, con sus conocidas ligas sionistas con Univisión/Haim Saban/Soros, exi­gió asesinar a Trump (http://goo.gl/H440OS).

Obama, totalmente descompuesto, declara dos guerras perdidas contra Trump y Putin.

A Obama le quedan 33 días para desestabilizar aún más EU y el mundo: busca impedir que Trump tenga arreglo con Putin y se agarra de los etéreos hackers rusos para encubrir su debacle en Siria, como señala el portal israelí Debka, uno de los portavoces del Mossad, que juzga que la caída de Alepo, gracias a Rusia, “ha sido la más desastrosa derrota militar y estratégica de Obama, con la ayuda de Irán y Hezbolá (http://goo.gl/6siiD2)”.

Debka asevera que “la calamidad de Alepo sirve de instrumento político (sic) en Washington, a 10 mil kilómetros de distancia”, ya que el “mismo Putin”, quien “apadrinó las atrocidades (sic) en Alepo, también interfirió en la elección presidencial en EU al enviar a hackers para influir en el resultado en favor de Trump”, lo cual “será la carne de cañón del Partido Demócrata para enjuiciar (sic) a Trump antes del 20 de enero”, cuando se trata de “bloquear el camino de Trump para conseguir un arreglo con Putin y resolver el conflicto en Siria”, en lo cual fracasó Obama durante “casi seis años”.

¿Tendrá Trump, un blufista del póker, los necesarios resguardos militares y de espionaje para contrarrestar la guerra doméstica que le declaró Obama en forma desesperada?

El ex premier francés François Fillon, fuerte candidato presidencial por el Partido Republicano, fustigó la “política occidental” en Siria, donde, “en particular, la diplomacia europea ha fracasado”. Fillon no ocultó su admiración por Rusia y su presidente (http://goo.gl/93GCck).

La agencia francesa Afp expone el “papel de Rusia en la recaptura de Alepo” como “una victoria de Putin”, cuando “la fuerza aérea rusa fue determinante”.

Según Afp, “Putin es el indiscutible hacedor de reyes (sic) en Siria y el jugador principal en todo Medio Oriente”, dándose el lujo de negociar con el sultán otomano Erdogan y dejando de lado a EU y Europa (http://goo.gl/cxapYs).

A mi juicio, no se puede soslayar la aportación terrestre de la milicia chiíta libanesa de Hezbolá ni de los “voluntarios iraníes”.

El portal iraní HispanTV expone el punto de vista de Ali Akbar Velayati (asesor del ayatola Jamenei), quien considera la caída de Alepo como “el punto de inflexión y la señal impactante en las ecuaciones sirias e incluso regionales”, así como una enorme derrota para el “terrorismo yihadista (http://goo.gl/86pAxd)”.

Para el analista turco Sinan Baykent “el cambio radical en la política de Turquía en Siria sucedió después del intento de golpe militar el 15 de julio (http://goo.gl/tjOUQd)”, conforme “Turquía se distanció de EU y se volvió más amigable con Rusia”, a grado tal de que el ejército turco desea formar parte del Grupo de Shanghai y salirse de la OTAN (http://goo.gl/eYUc2u).

Turquía, potencia militar sunita de primer orden, participó en la negociación de la rendición pacífica de los rebeldes sirios en Alepo (http://goo.gl/Wj69hj).

¿Que obtendrá Turquía en la ineludible participación sunita en Siria?

¿Cuál será el devenir de los kurdos en el norte de Siria, dentro de Turquía y en Irak?

Dejo de lado los estratégicos acuerdos de Putin con Egipto (compra de un campo gasero), Qatar (compra de acciones de Rosneft), Arabia Saudita y la OPEP (alza del precio del crudo).

Tras la derrota en Alepo y el sitio de Mosul (Irak), sería un grave error de juicio considerar liquidados a los yihadistas, ya que, en la cama de agua del “gran Medio Oriente”, se reagrupan en Noráfrica y se consolidan en los linderos de China, India y el sudeste asiático.

El eje Rusia/Irán/Hezbolá tomó Alepo, mientras 5 mil yihadistas –de un total de 30 mil “fugados” de Mosul (http://goo.gl/9OuKWX)– recapturaron Pal­mira en un sorprendente ataque.

El portal galo Red Voltaire incrimina que “Washington volvió a lanzar a Daesh contra Palmira (http://goo.gl/ld50ZU)”.

En forma insólita, tales yihadistas no fueron detectados en su fuga por la fuerza aérea de EU (http://goo.gl/hDkgPc).

Pero “Moscú no se muerde la lengua” y su “canciller ruso, Serguei Lavrov, sugiere que EU orquestó (sic) la captura de Palmira por los yihadistas (http://goo.gl/ZYDRb6)”.

Samia Medawar, analista libanesa pro occidental, del rotativo L’Orient/Le Jour, afirma que “sin la ayuda de los aliados rusos e iraníes, el régimen sirio no habría podido resistir” y tilda al presidente sirio, Bashar al-Assad, de ser un “eunuco (sic) que se atribuye la virilidad de su amo”, en este caso Putin (http://goo.gl/kF548J). ¡Uf!

El analista turco Murat Yetkin comenta que la caída de Alepo cierra la tercera fase de los seis años de guerra en Siria –la primera fue la detonación de la guerra civil en 2011, y la segunda, el ascenso de los yihadistas (http://goo.gl/1Mea4n)–, cuando ahora entrará a su “cuarta fase” con el advenimiento de Trump (http://goo.gl/5v6NXF).

Putin, el “nuevo rey de Alepo”, adelanta para enero una trascendental cumbre en Moscú con sus homólogos, el sultán otomano Erdogan y el presidente iraní, Hasan Rouhani, para repartir sus zonas de influencia en Siria (http://goo.gl/jICIUg), la cual prepararán sus respectivos cancilleres tres días después de Navidad (http://goo.gl/yLqWZR).

Si el Deep State de EU deja que llegue Trump al poder, la “cuarta fase” de la guerra siria reflejaría el acomodamiento de EU y Rusia en Medio Oriente con sus específicas definiciones idiosincráticas locales, acorde a los nuevos requilibrios de sus grandes potencias regionales: Turquía, Irán, Egipto, Arabia Saudita e Israel (en su papel de aguafiestas balcanizador).

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