Aquellos que traicionarían a Novorrusia

Por Rostislav Ishenko (Traducido del ruso al inglés por Gideon)

Traducido del inglés al español por Mateo.

Las personas nunca dejan de sorprenderme. Por ejemplo, muchos rusos creen sinceramente que en Crimea, Donbass, Odessa y Kharkov viven distintos tipos de rusos, porque Crimea ya es parte de Rusia, porque en Donbass hay guerra y porque Kharkov y Odessa siguen estando aún ocupadas y bajo represión. Podríamos también argumentar que los ciudadanos de Moscú son 1,5 veces mejores que los ciudadanos de Volgogrado, dos veces mejores que los ciudadanos de Kursk y tres veces mejores que los ciudadanos de Kharkov y Rostov-on-Don, porque durante la Segunda Guerra Mundial los alemanes tomaron Kharkov y Rostov tres veces y Kursk una vez, en tanto que no pudieron ocupar completamente a Stalingrado y jamás entraron en Moscú. Desde luego, la población de Petropavlovsk-Kamchatsky está constituida por traidores pues se quedaron sentados y seguros detrás del frente mientras que nuestro país combatía.

Esto no es una exageración, pues parece ser el punto de vista del ciudadano ruso común con respecto a los actuales eventos que vienen desestabilizando el mundo y el país hoy en día. Sin embargo, este fenómeno no aplica solamente a Rusia. El Presidente Putin ha ganado de modo consistente cuando los sociólogos han preguntado: “¿Por quién votaría si los políticos extranjeros pudieran postularse junto con los ucranios para la presidencia en Ucrania?” Además, si bien en Rusia después del retorno de Crimea los índices de aprobación de Putin han subido al 80 a 85 por ciento, en Ucrania él ganó en la primera vuelta con el 75 a 80 por ciento de los votos en estas elecciones hipotéticas en cada año durante cinco años consecutivos. Lo que es más, desde hace poco hablé con un amigo sociólogo que aún realizaba estas encuestas sin publicar los resultados, y él dice que en 2014 aún así Putin ganó en la primera vuelta dichas elecciones hipotéticas en Ucrania sin que apenas se afectaran sus índices de aprobación. Y sí, reconocemos que alrededor de la mitad de los ciudadanos ucranianos creen sinceramente que el país está en guerra con Rusia y que fue “el Sanguinario Putin” el que desató esa guerra.

Es más, Ucrania no solo se encuentra en guerra. Según la perspectiva de la parte de la población pro Europea, se trata de una guerra por la Democracia en contra del Totalitarismo, y a favor de todo lo bueno y en contra de todo lo malo. Además, la persona de Putin se convierte en la encarnación del “totalitarismo ruso” y todo lo malo. Y con todo y eso los “Demócratas” ucranianos están dispuestos a votar por el mismísimo Putin como su presidente.

Las redes sociales rusas con frecuencia se burlan de sus compatriotas ucranianos euro obsesionados, esgrimiendo con razón el argumento de que estos le han asignado a Putin rasgos verdaderamente divinos. Sin su intervención personal no estaría ocurriendo nada, dentro ni en torno a Ucrania. Sin embargo, parece que nadie ha notado que la conciencia de masas rusas también viene experimentando un proceso similar, pero aquí también presenciamos una mayor división de esta conciencia de masas.

Por un lado Putin es percibido como un hombre que puede lograr cualquier cosa. Por ejemplo, puede poner a EEUU en su lugar con un solo fruncimiento de entrecejo, poner fin a la crisis de Ucrania, ahuyentar fuera de Siria e Iraq al Estado Islámico y crear el cielo sobre la tierra antes del desayuno. Pero por alguna razón parece que simplemente no quiere hacerlo. Como resultado, cientos de blogueros empiezan a darle consejo amigable de esta calaña: “Ándale Vladimir Vladimirovich, sólo hay que estrangular al enemigo”.

Y luego hay una leyenda paralela según la cual existe una “quinta columna” de liberales dentro del gobierno, los oligarcas quienes han sido desatados por Putin, los Rockefeller, los Morgan, los ubicuos Rothschild, los masones y la conspiración sionista mundial y todas las varias fuerzas del mal. Las mismísimas fuerzas, a las cuales Putin juró lealtad en una vida anterior, no permiten que el pueblo ruso y sus verdaderos defensores derroten de modo irrevocable al Reich Norteamericano dentro de su propia guarida, y por ello vienen haciendo todo con el fin de destruir al invencible Donbás.

Según esta versión, Putin se encuentra en guerra con sí mismo, y la única razón por la cual EEUU aún no se ha tragado a Rusia es porque, como la entidad demónica Viy (del relato terrorífico escrito por Nikolai Gogol), todavía no ha levantado las cejas, pero ya está para ocurrir.

El único tipo más fuerte que Putin es Surkov. Surkov es consistente. En todas las versiones, él conspira para traicionar al Donbás y luego destruir a Putin y a Rusia. Para poder lograrlo, ha forzado a Putin a firmar los acuerdos de Minsk 1 y Minsk 2. También sacó del Donbás a un aspirante a “capitán general” que ya desde hace un año ha venido hablando de como todo se está derrumbando sin su presencia. Surkov ha nombrado a sus amigos en todas partes del Donbás, y estos han robado todo, han recibido cualquier soborno imaginable y ahora están entregando al Donbás. No ha podido lograrlo en un año, pero cada discurso que hace el “capitán general” termina con la declaración de que, tarde o temprano, Surkov se saldrá con la suya.

De vez en cuando debe reconocerse que estos lacayos del poder en Donbás se niegan a entregar al Donbás. No obstante la omnipotencia de Surkov no disminuye.

Esta versión, casualmente, no requiere de la presencia de Putin. Él es redundante en este esquema. Uno se ve obligado a justificar sus actividades a medida que Surkov crea intrigas. ¿Pero quién le prestaría atención? La frase “Surkov ha engañado a Putin” encapsula la narrativa. La gente no se ocupa con el para qué está el Servicio Federal de Seguridad de Rusia (FSB), o el Servicio de Inteligencia Extranjera (SVR) o incluso el Directorio Principal de Inteligencia (GRU), con el cual siempre anda soñando el Servicio de Seguridad de Ucrania. ¿Qué están haciendo estos servicios de seguridad, y cómo es posible que un solo asistente pueda engañar tan abiertamente al presidente que, en cada intercambio publico en el que participa, demuestra un conocimiento extraordinario de lo que ocurre en el país y en las inmediaciones del sistema solar? ¿Es que a Putin no se le permite recibir los informes de Ivanov, Medvedev, Fratkov y Bortnikov? ¿O es que Surkov los ha engañado a ellos también?

Puedo soñar cientos de estas narrativas. ¿Puede alguien, por favor, explicarme por qué personas que son capaces de diseñar naves espaciales, construir puentes, resolver ecuaciones complejas, curar enfermedades, enseñar simultáneamente a 30 niños cuando la mayoría ni siquiera puede ocuparse de uno o dos, pueden perderse en plena luz del día y voluntariamente reprimir todo pensamiento racional y aceptar ciegamente las más locas teorías conspirativas para explicar la situación política?

¿Porqué no admitirían los ucranios que si están preparados para elegir a Putin como su presidente (aun si única motivación fuera la de ser un gerente eficiente), entonces sin duda significa que están votando por un sistema ruso? ¿No quiere decir que la vida en Rusia es mejor y, por ende no es Rusia con la que luchan sino más bien con sus propios complejos? Los rusos deben reflexionar en serio sobre esto: Crimea, que recibió la ciudadanía rusa en 2014, se diferencia del Donbás, ya ahogado en sangre, sólo en que allí se encuentra basada la Marina Rusa. Si hubiera resultado al revés, Donbás se encontraría ahora en Rusia, y la gente de Crimea se encontraría en combate en el Istmo de Perekop, o quizás habría sido reprimida como la gente de Odessa y Kharkov.

Con respecto a aquellos que andan buscando intenciones ocultas y aquellos que buscan explicaciones simples, los que no llegan a comprender por qué Putin simplemente no fue firme y mandó las fuerzas armadas para arreglar la situación — ¿Porqué no recuerdan ellos que en el 2000 Putin llegó a ser presidente de un país enorme en cuanto al tamaño pero mucho más pequeño en cuanto a influencia política? Este país fue muy comparable con Ucrania en los tiempos de Kuchma. En aquel entonces los dos países eran copatrocinadores del proceso de paz en Transnistria, y Ucrania participaba activamente en la resolución de los conflictos en Abkhazia, Osetia del Sur y Nagorno-Karabakh.

Y ahora, después de sólo quince años, Ucrania se está desbaratando ante nuestros ojos, consumida en el fuego de la guerra civil, y Putin ahora se encuentra manejando una superpotencia. Vamos a decirlo sin pelos en la lengua: el término superpotencia ya queda indiscutido cuando se aplica a Rusia. Hace sólo cinco años, el término no fue debatido tanto como ridiculizado, hasta con la negación del mismo por parte de ciertos diplomáticos rusos. ¿Será posible que Putin sea mejor versado en la política que aquellos blogueros sabios y grandes generales además de sus sabiondos lectores y seguidores, cada uno de los cuales es, si no literalmente Aristóteles, entonces al menos Alejandro Magno?

Quizás cabe concluir que si un equipo ha venido trabajando de modo eficiente durante 15 años con una rotación periódica de personal pero con la preservación de la dinámica del equipo, entonces Surkov aporta al equipo igual que cualquiera de los otros y cuenta con espacio limitado para maniobrar exclusivamente dentro de su descripción de cargo. Y si actualmente se encuentra ocupado con los asuntos de Ucrania, eso no quiere decir que no haya nadie más que lo haga también.

Estoy lejos de pensar que todos los miembros de ese equipo coincidan. Es más, estoy convencido de que algunos miembros del equipo no son muy buenos amigos, por decir lo menos. Sin embargo, nuestras expectativas de ellos no se basan en la “armonía familiar” sino en el éxito político. Aquella persona dispuesta a decir que este arreglo sea inefectivo, que me arroje la primera piedra.

Les recuerdo a los incrédulos que durante los años 1989-1991 la audiencia entera del programa “Look” y los lectores de la revista “Twinkle” comprendieron los errores del pasado y cómo construir un futuro brillante. Pero de ese “conocimiento” brotaron los años libertinos de los 90, a los que muchos no sobrevivieron, y los que sí sobrevivieron no son capaces de comprender cómo lograron hacerlo, y cómo sobrevivió el país.

Y por eso no debemos confiar ciegamente en que los próximos tribunos sepan todo de antemano. Tal fue el caso de Yeltsin, a quien muchos consideraron infalible. Basta hacer preguntas directas y dar respuestas que sean lógicas y plausibles.

Lo que es más importante, no crean que si la mitad de los comentaristas consideraron muerto al nacer el primer acuerdo de Minsk (Minsk 1) y que el 99 por ciento de ellos describieron el de Minsk 2 en los mismos términos, entonces Putin no entendiera las cosas que eran obvias para cualquier persona interesada en la política.

Si en realidad Surkov es responsable por Ucrania, y por más de un año Ucrania se encuentra marchando de manera inequívoca hacia la guerra, entonces esto ciertamente no ocurre en contra de su voluntad. Si hubiera luchado por la paz por caro que sea (aun a costa de la desgracia), entonces ya habría una paz infame, o lo habrían despedido.

La vida no es una película de suspenso de Hollywood con un trama compleja en el que la maldad es omnipresente e insidiosa. La variedad de voluntades, intereses y aspiraciones personales de aquellos que tienen influencia pueden hacer bastante predecibles las decisiones políticas. La victoria se basa en una comprensión más profunda de la gama más amplia de posibilidades y en hallar el curso de acciones que sea imprevisto para el adversario.

Eso es lo que hace de modo brillante el gobierno de Rusia. Está, por supuesto, lejos de ser agradable el que no comparta sus planes con el público. No obstante, todos recordamos lo que dijo el viejo Mueller, actuado por Bronevoy en “17 Instantes de Primavera”: “Si dos personas saben, hasta el cochino sabe.” Para concluir, mejor es dejar que se preocupe el pueblo un poquito que dejar que nuestros “amigos y socios” sean avisados de nuestra respuesta a sus crueles acciones.

Publicado el 17 de junio en thesaker.is

One Comment

  1. Ayax Ayax said:

    Lo que no entiendo es por que la OTAN quiere incluir a Ucrania en los suyos, me parece una forma de “acorralar” a Rusia, o quizas este imaginandolo..
    ¿Qué tiene que ver Ucrania con el atlántico norte, no estan un poco lejos?
    Economicamente les conviene estar del lado de Europa, lo sé.. Pero no les parece que sería traicionar a sus hermanos rusos?

    15 October, 2015
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