por kontra Info
Nota del Editor: este artículo que reproducimos se formula algunas de las casi infinitas preguntas incómodas que rodean a la masacre de la AMIA-DAIA -18 de Julio de 1994- y a la de la embajada de Israel en Buenos Aires -17 de Marzo de 1992- pero que, sorprendentemente, en los medios “presstitute” nadie se formula. Por el contrario, numerosos periodistas mercenarios o cobardes repiten como loros detestables las mentiras del libreto sionista, reproduciendo así la confusión y la violencia que promueve el sionismo.
El 17 de marzo de 1992 la Embajada de Israel en la Argentina sufrió un atentado que dejó 22 personas muertas y 242 heridas. Una situación paralela ocurre con la causa AMIA, donde se investiga el atentado del 18 de julio de 1994 que dejó 85 personas muertas y unas 300 heridas. A más de dos décadas no se sabe quiénes lo realizaron ni cuál fue el móvil. Casi nada se ha avanzado para saber la verdad sobre estos hechos y hacer justicia a las víctimas y a sus familiares. Este resultado no es causa de la mera desidia sino del fuerte interés para que no se descubra lo que allí ocurrió.
La conclusión de que fue obra de Irán a través de Hezbollah viene siendo esgrimida por las derechas de EEUU e Israel (y repetida en la Argentina como una verdad incuestionable por periodistas vinculados a estos mismos sectores), mientras que las supuestas “pruebas” son una mera compilación de informes de inteligencia de esos mismos países. El verdadero interés detrás de esto es el de generar un “casus belli” en el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas que legitime una intervención armada en Irán, algo reclamado desde hace años por el complejo industrial militar (y ahora en un momentáneo impasse tras el endeble acuerdo de paz de Obama con Irán). La derecha argentina, hoy en el gobierno, en su estrecha alianza con el gobierno de ultraderecha de Israel, busca acelerar las causas AMIA / Embajada de Israel bajo la “pista iraní”, proponiendo usar un mamarracho jurídico como el “juicio en ausencia” solo para ser un engranaje más de este plan belicista. No extraña entonces la complicidad entre la actual dirigencia de la DAIA (que más que representar a la comunidad judía local viene representando los oscuros intereses del Estado de Israel) y el gobierno neoliberal de Mauricio Macri.
Hay muchas preguntas que nadie parece querer responder sobre estas causas y que podrían arrojar luz sobre las mismas:
-¿Por qué el Estado de Israel nunca se presentó como querellante para promover la investigación sobre el atentado a su propia embajada?
-¿Por qué los custodios de la Policía Federal se retiraron de la puerta de la embajada poco antes de la explosión?
-¿Por qué el embajador Shefi se retiró poco antes del atentado y los funcionarios más importantes de la embajada no estaban al momento de la explosión?
-¿Por qué la reunión del Shin Beth que estaba pautada para ese día en la embajada se cambió al Hotel Sheraton?
-¿Por qué no se tomó declaración al experto Jacob Levy quien explicó que no había existido coche-bomba y que dejó constancia de que el Shin Beth israelí le negó los videos de cámaras que debieron filmar lo ocurrido en la embajada?
-¿Por qué no hay testigos que vieran el supuesto “coche-bomba” ni en AMIA ni en la Embajada, ni quedaron restos visibles cuando siempre en estos casos quedan los chasis de los mismos?
-¿Por qué debido a presiones de la Cancillería israelí y su embajador en la Argentina, la Corte Suprema dejó de considerar válidos los peritajes técnicos de la Universidad de Tucumán (Ing. Rodolfo Danesi) que afirmaban que la explosión en la embajada se produjo adentro de la misma, con foco en la sala de seguridad que tenía acceso restringido a muy pocas personas?
-¿Por qué al día siguiente del atentando en la AMIA, el gobierno israelí envió a la Argentina a un diplomático (subsecretario de Asuntos Latinoamericanos de la Cancillería Israelí, Dov Schmorak) con el objetivo de “coordinar una versión coincidente” del atentado, declarando el mismo a la prensa que el principal sospechoso era Iran? (cable desclasificado EISRA 010365/1994)
-¿Por qué en la causa AMIA, la CIA y el Mossad plantaron testigos falsos como Manouchehr Moatamer o Abolghasem Mesbahi (testigo “c”) para desviar la investigación?
-¿Por qué quien era presidente de la DAIA (Rubén Beraja) quedó involucrado en el soborno con u$s 400.000 a un testigo para que desviara la investigación sobre la AMIA, en complicidad con el juez de la causa y la ex-SIDE?
-¿Qué relación tuvieron estos atentados con el Proceso de Paz que por esos años se llevaba en Medio Oriente entre el primer ministro laborista y moderado Isaac Rabin y líderes árabes, proceso que intentó ser desarticulado por los sectores ultraderechistas israelíes que terminaron asesinando en 1995 al mismo Rabin?
-¿Por qué no se investiga al traficante de armas internacional Monzer Al Kassar y sus relaciones con el poder político menemista y los servicios de inteligencia internacionales?
-¿Por qué (de acuerdo a las revelaciones de Wikileaks) la Embajada de los EEUU en Argentina le impuso al fiscal Nisman no investigar otras pistas que no fueran la iraní?
-¿Por qué la primicia de la muerte de Nisman la dio un ciudadano israelí (Damián Pachter) que se fugó a su país a los pocos días y de estrecha relación con el ejército de ese país?
-¿Por qué la red de medios internacionales que responden a la CIA dieron tanta difusión al tema Nisman cuando en general no se preocupan por lo que pasa en la Argentina?
-¿Por qué Nisman dejó un escrito en su fiscalía donde pensaba pedir a la Argentina que presente el caso AMIA en el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas para usar la fuerza contra Irán?
-¿Por qué si no hay pruebas el actual vicepresidente primero de la DAIA, Alberto Indij, afirmó: “Estamos trabajando en una línea distinta de lo ocurrido hasta ahora, que es intentar hacer una presentación, como se ha hecho con el atentado que le costó la vida al primer ministro del Líbano, Rafiq Hariri, y a otras 20 personas. Presentación que generó un tribunal especial en el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, que tiene atribuciones, en el marco del terrorismo y los delitos de lesa humanidad, para citar y juzgar a los responsables, en ese caso de ese atentado, y nosotros estamos viendo la posibilidad de una presentación ante el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas”?.
-¿Por qué si después de 20 años de intentar culpar a Irán, nunca se pudo presentar ninguna prueba, por lo que la justicia argentina continúa investigando el caso, el 4 de marzo de 2015 el primer ministro israelí Benjamín Netanyahu dio por hecho que el culpable de ambos atentados fue Irán y solicitó a EEUU tomar en cuenta esto para dejar de negociar con ese país y pasar al plano bélico?
Parece que a pocos les interesa saber la verdad y hacer justicia a las víctimas y sus familiares, mientras que a muchos y muy poderosos les interesa usar estas causas para sus propios y oscuros planes.
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