por Redacción Misión Verdad. En Misión Verdad
La Casa Blanca emitió una orden ejecutiva, con rúbrica de Donald Trump, titulada “Coordinación de la resiliencia nacional a los pulsos electromagnéticos”, en la que urge a los diferentes sectores públicos y privados de la producción intelectual y material de armas electromagnéticas, hacer un balance sobre las afecciones geográficas, así como en “los elementos críticos de la Nación en su prosperidad securitaria y económica”, para así desarrollar la tecnología necesaria para la defensa de los Estados Unidos.
Asimismo dice que podría tener consecuencias lamentables sobre la “estabilidad y comercio globales”. Tal parece que es la preocupación estratégica del gobierno estadounidense, como si se estuviera preparando para una guerra fáctica en su territorio, o esperara algún ataque pronto.
Hay que recordar, como lo escribe la Casa Blanca, que “un pulso electromagnético tiene el potencial de interrumpir, degradar y dañar la tecnología y los sistemas de infraestructura crítica”.
Por otro lado, causa suspicacia el hecho de que hace dos semanas el gobierno de Nicolás Maduro Moros acusara a Washington de haber atacado el sistema eléctrico venezolano, uno de los factores que causaría un blackout de tres días con sus intermitencias, y ahora la Casa Blanca se preocupe por amenazas por parte de terceros, luego de que medios corporativos repitieran como absurdas las declaraciones de Venezuela.
La secretaria de prensa de la adminitración, Sarah Sanders, emitió un comunicado en el que dice: “El presidente Trump siempre hará lo necesario para mantener a los estadounidenses seguros”, y apuntó que esta medida es un ejemplo de “cómo el gobierno mantiene la promesa de estar alerta ante los peligros actuales y las futuras amenazas”.
¿Cuáles amenazas? Si bien Estados Unidos tiene un arsenal propio, letal y no letal, de armas de pulso electromagnético, que ha usado en diferentes contextos de sabotaje y guerra, Rusia y China también tienen lo propio con tecnología de última generación, y que han exhibido ante el mundo como una manera de disuadir los alientos estadounidenses por comenzar nuevas guerras en América Latina y el Caribe, así como en Eurasia del lado pacífico.
Las tensiones geopolíticas entre el bloque multipolar y el “orden” liderado por Estados Unidos tiene el condimento de Corea del Norte como un Estado con sus propias armas electromagnéticas, que ha llegado a amenazar con responder con lo propio en caso de alguna ofensiva occidental contra la península coreana.
Por lo que investigadores militares y científicos nucleares han presionado anteriormente a la Administración Trump ya que consideran que un ataque de este tipo contra territorio norteamericano supondría la exposición de un “talón de Aquiles” sumamente crítico a la hora de una confrontación mundial.
Be First to Comment