por Sayyed Hassan Nasralá, Secretario General de Hezbolá. Exclusivo en Al-Manar. Selección del Equipo de Al-Manar
Es éste uno de los más significativos y profundos discursos de Sayyed Hassan Nasralá. Mientras subrayó que la era de las derrotas se ha acabado, el secretario general de Hezbolá, Sayyed Hassan Nasralá, dijo que la entidad sionista fue golpeada durante la guerra de 2006 en su espíritu, arrogancia y existencia.
Dirigiéndose a las multitudes que celebraban el 10º Aniversario de la Victoria en la Guerra de Julio en la ciudad sureña de Bint Ybeil, Sayyed Nasralá recordó su famoso dicho de que “Israel es más débil que una tela de araña”.
El secretario general de Hezbolá dijo que la Resistencia había frustrado los objetivos de la agresión israelí en la guerra del 2006 y detalló los logros estratégicos alcanzados por ella durante el conflicto.
Éstos son los principales puntos del discurso:
Todo nuestro agradecimiento es para Dios, que nos ha defendido, nos ha protegido y abrigado y luego nos ha concedido la victoria.
Gracias a Dios por las buenas cosas que nos ha ofrecido: la dignidad, el honor, la soberanía, la victoria… Y gracias por sus innumerables beneficios.
Bienvenidos todos y todas a la conmemoración del 10º Aniversario de la Victoria (en la Guerra de Julio-Agosto de 2006) de nuestro país y nuestro Eje.
Saludos a todos los que fabricaron esta victoria, a todos los que participaron en ella y la apoyaron, a los hombres de la Resistencia, del Ejército, de las fuerzas de seguridad, a todos los mártires, a todos los detenidos en las prisiones israelíes, a todos los desplazados, a los dirigentes políticos, a los partidos políticos, a los medios… y a todas las gentes de buena voluntad del mundo árabe e islámico y del mundo entero.
Queremos expresar también todo nuestro agradecimiento a los estados que apoyaron a la Resistencia, en especial a Siria y a la República Islámica de Irán por su posición histórica al lado del Líbano y de su Resistencia en aquella guerra.
Una guerra que hace hablar todavía a los israelíes
Años han pasado desde aquella guerra, pero parece que el interés hacia ella persiste, sobre todo entre los israelíes, mucho más que entre los árabes y ciertos libaneses.
Los responsables de la entidad sionista, comenzando por el presidente y pasando por el primer ministro y todos los responsables militares, de seguridad, de inteligencia y los políticos, se han expresado largamente sobre esta guerra. La razón de ello es que esta guerra, que los israelíes llaman “Segunda Guerra del Líbano”, se convirtió en un punto de inflexión histórico que dejó tras de sí hechos existenciales para esta entidad.
Por el contrario, en el mundo árabe fueron desplegados esfuerzos inmensos para hacer olvidar esta guerra y los logros estratégicos obtenidos por los libaneses y los árabes gracias a la victoria de la Resistencia en la misma.
En mi discurso hablaré en primer lugar de la guerra de 2006, luego de la situación regional y finalmente de la situación local.
La prueba principal de la victoria de la Resistencia en esta guerra es que ella logró torpedear los objetivos trazados por los israelíes y sus patrocinadores estadounidenses, y esto no debe ser olvidado.
Objetivos de la guerra de 2006
Estos objetivos, que fueron abortados por la Resistencia, fueron rápidamente anunciados en los primeros días de la guerra. Ellos fueron abordados con más detalle en el Informe Vinograd, en las declaraciones de algunos grandes responsables neocon norteamericanos y en textos israelíes y estadounidenses. Se trataba pues de:
– Aplastar a la Resistencia.
– Destruir el mayor número posible de objetivos militares de la Resistencia y matar al mayor número posible de sus dirigentes y combatientes.
– Eliminar a Hezbolá del panorama político interno libanés.
– Desarmar a la Resistencia en el Sur del Líbano y expulsarla del territorio situado al Sur del Río Litani.
– Transformar el territorio situado al sur del Río Litani en una tierra de nadie, desplazando a sus habitantes sine die.
– Enviar a fuerzas multinacionales, como las que ocupaban Iraq, y no a la FPNUL (ONU), a la frontera entre el Líbano y la Palestina ocupada y a la frontera entre el Líbano y Siria.
– Meter al Líbano en la red de seguridad creada por EEUU y sus aliados en la región.
– Restablecer la fuerza de disuasión israelí, fuertemente debilitada desde la derrota del año 2000 y la retirada israelí de la Franja de Gaza.
– Reforzar la posición internacional de Israel.
– Liberar a los detenidos israelíes.
– Al final, el objetivo más importante fue el expresado por la antigua secretaria de Estado de EEUU, Condoleezza Rice, es decir, la creación de un “nuevo Oriente Medio”.
Debemos recordar que en aquel momento, EEUU ocupaba Afganistán e Iraq y su flota estaba desplegada en el Mar Mediterráneo.
Sus objetivos se extendían también a controlar Siria, atacar a la Resistencia en Palestina, aislar a Irán e imponer una hegemonía israelí absoluta durante siglos.
Sin embargo, todos esos objetivos se disolvieron en el agua.
Este hecho, por sí solo, basta para reflejar la grandiosidad de esta victoria.
Resultados de la guerra de 2006
Debemos mencionar también los resultados de esta guerra, que no fueron del todo planeados de antemano.
La Resistencia estaba en un estado de autodefensa y su propósito básico era el abortar los objetivos de la agresión israelí.
Cabe señalar que estos resultados y efectos fueron logrados gracias a la sangre de los mártires, a la gestión de esta batalla, al valor de los combatientes, al apoyo inquebrantable de la población etc.
Llamo a los investigadores y expertos a interesarse por este tema y a exponer y extraer los resultados militares, políticos, de seguridad, económicos, culturales y otros de este guerra.
Voy a referirme en detalle a estos resultados, sobre todo los vinculados a la entidad sionista. Se trata de resultados tangible y no sujetos a discusión.
1) Crisis de confianza
La institución militar israelí quedó profundamente afectada en su interior a causa de esta guerra. Hubo un estado de confusión, de casi hundimiento en sus filas. Esto se manifestó en acusaciones y contra-acusaciones entre los altos oficiales, desde el estamento bajo al alto y viceversa. Ello acabó a veces en insultos y acusaciones de traición. Se trata de un fenómeno sin precedentes en la historia militar israelí.
Esto se mantiene hasta hoy en día, cuando la institución militar está más minada que nunca por una crisis de confianza, un hecho que se reflejará en toda futura guerra.
Por su parte, la opinión pública israelí carece de confianza con respecto al Ejército y duda de que pueda conseguir una victoria. Según el actual jefe de Estado Mayor del Ejército israelí, Gadi Eisenkot, ésta es la amenaza mayor.
Esta desconfianza se deja sentir entre la clase política israelí hacia su Ejército y sus generales y lo mismo sucede con el Ejército con respecto a la clase política, que dio muestras de confusión, dudas y aprensión durante la guerra.
2) Nueva doctrina militar
La doctrina militar israelí, es decir la elaborada por Ben Gurion y que nunca había sido puesta en cuestión en las precedentes guerras árabe-israelíes, se vio fuertemente desacreditada debido a aquella guerra.
Al día siguiente de la guerra, una comisión de seguridad fue creada para desarrollar otra doctrina militar y ella celebró largas sesiones.
La anterior doctrina estaba basada en logros militares rápidos y sucesivos, en la realización de combates en el territorio del enemigo y en el mantenimiento del frente interno fuera de la batalla.
Todo esto se había acabado y los israelíes tuvieron que poner a punto una nueva doctrina, que no contemplara una victoria rápida y fácil en el campo de batalla, puesto que sabían que ya no la iban a conseguir, y que recogiera el hecho de que el escenario de los combates ya no iba sólo a estar en el terreno del enemigo. Esta doctrina contemplaba, pues, que el frente interno se vería afectado por los combates de entonces en adelante. Ya no se iba a bombardear el Líbano, mientras que los israelíes se paseaban tranquilamente por las colonias del norte, o por Haifa, o más allá de Haifa… Todo esto se había acabado.
Los israelíes reconocen que todo lo que la Resistencia promete, es capaz de ponerlo en ejecución, no sólo porque saben que es sincera, sino porque las informaciones que ellos recogen lo confirman. Todas las regiones de la Palestina ocupada pueden convertirse ahora en blanco de los misiles de la Resistencia.
Es por eso que ellos tienen necesidad de una nueva doctrina militar, que tenga en consideración que el frente interno estará de ahora en adelante incluido en la batalla. Hace ya más de diez años que trabajan en eso y, hasta el presente, aún no están listos.
3) El fin de la omnipotencia
La administración del enemigo está ahora convencida de lo limitado de sus capacidades y de su actuación y de que ella no puede hacer todo lo que quiere. Ya no hay operaciones de comandos, ya no hay descensos aquí y allá, ya no hay capitulaciones como en el pasado. Todo eso se ha acabado.
Los israelíes han tocado el techo de sus ambiciones reales. De ahora en adelante, ellos serán más modestos, con objetivos más limitados que los que anunciarán. Ellos no se atreven ahora tampoco a anunciar sus objetivos reales.
4) La reducción del papel funcional directo de Israel en lo que respecta a la puesta en práctica de los planes norteamericanos en la región
Antes de la guerra de Julio, Israel era el instrumento utilizado por los norteamericanos para ejecutar sus planes y esto se saldó con un fiasco.
Israel es una base avanzada para los norteamericanos en la región, que ellos financian, arman y entrenan desde hace décadas. Ellos han sufrido, pues, una gran decepción. Podéis leer todo eso en las memorias de George W. Bush, de Condoleezza Rice etc.
5) Dudas de la persistencia del régimen sionista
El retorno del espectro de la duda sobre la viabilidad y existencia futura del Estado de Israel ha reaparecido. Y no son los analistas del Eje de la Resistencia los que lo dicen. Son los generales y dirigentes israelíes los que han planteado la cuestión al día siguiente de la guerra de Julio y los que se preguntan si el régimen israelí puede perseverar y continuar existiendo. Todo esto comenzó después de la guerra de 2006. Y quiero recalcarlo.
La situación era totalmente diferente en Israel antes de la guerra de 2006. Entonces, reinaba una confianza casi total en Israel en relación a su potencia, continuidad, disuasión y hegemonía, especialmente dado que los norteamericanos se hallaban en Afganistán, Iraq y los océanos y todo el escenario estratégico estaba a su favor y al de Israel.
En vísperas de la guerra de 2006, nadie se planteaba estas cuestiones en Israel.
En 2007, Netanyahu, que era entonces el jefe de la oposición, pronunció un discurso ante el Congreso de EEUU. Él dijo que Hezbolá no había cesado en sus esfuerzos para destruir a Israel.
Últimamente, él lanzó un llamamiento para unificar las filas de los israelíes frente a una posible confrontación en el futuro. Él dijo que “sabemos que la próxima guerra, si ella nos es impuesta, …”. Recordar esta frase en vuestra memoria porque es la primera vez que los israelíes hablan de una guerra “que les es impuesta”. Ellos han sido siempre los que lanzan y desencadenan las guerras.
Luego dijo: “Saldremos victoriosos de esta guerra, porque no tendremos otra oportunidad”.
¿Qué quiere esto decir? Esto significa que si los israelíes salen perdedores no habrá ya otra guerra porque el régimen israelí ya no existirá. Es una cuestión de existencia.
Netanyahu quiso decir: “Después de la Segunda Guerra del Líbano, ha habido un cambio de tendencia y está claro hoy que Israel ya no es un Estado invencible. La cuestión de la existencia se plantea ahora tanto entre los enemigos como entre los amigos”.
Numerosos de estos últimos reflexionan ahora esta posibilidad en serio, basándose en las informaciones reales de las que disponen.
Incluso el antiguo presidente israelí, Shimon Peres, dijo delante de la Comisión Vinograd, que “antes de esta guerra, el mundo árabe había capitulado, de una forma u otra, ante la inevitabilidad de la existencia de Israel. Sin embargo, luego se retractó. Las declaraciones que afirman de que no hay una solución militar significan que Israel no podrá permanecer en esta región”.
6) El reforzamiento de la fuerza de disuasión de la Resistencia en el Líbano
La disuasión israelí es tan antigua como su existencia y ella ha sido ejercida en un solo sentido frente a todos los árabes. Desde la guerra de 2006, esta disuasión se ha convertido en bilateral y la prueba de ello es lo que dicen ahora (“Si la guerra nos es impuesta…”).
Existen confesiones sobre la capacidad de disuasión de Hezbolá que todas las estrategias israelíes tienen ahora en cuenta.
Desde hace días, Netanyahu evoca la calma, frente a la calma con una parte enfrente que, según él sabe bien, refuerza su potencia cada día en el Líbano y con la que no existe ningún acuerdo ni compromiso de seguridad. Esto emana de esta disuasión bilateral.
Es una lástima que algunos no puedan ver estos hechos evidentes a causa de su odio. Yo tomo todas estas informaciones a partir de lo que los medios y actores israelíes afirman, ya que algunos no pueden creer más que a los israelíes.
Israel tocado en el alma
La conclusión final con la que quiero concluir este tema es el denominador común entre todos estos resultados.
Israel, en esta guerra, fue tocado en su alma. La herida ha sido de las más duras y dolorosas para él. Ha alterado su voluntad, sus ambiciones y su confianza en sí mismo, en su ejército y en su capacidad para vencer a otros.
Este éxito fue el más importante en toda la historia del conflicto árabe-israelí.
Siempre, la tela de araña
En el año 2000, os dije aquí mismo, en Bint Ybeil, y en este mismo palco que Israel era más débil que una tela de araña.
La guerra de Julio confirmó esta realidad.
El primer ministro israelí ha evocado en dos discursos -uno en la Knesset y otro en un encuentro de Herzliya- la tela de araña. En uno de ellos dijo que el que crea que va a encontrarse con una tela de araña se va a topar con un puño de hierro.
Ésta la prueba de que aquel discurso ha calado profundamente entre ellos.
Yo digo a Netanyahu que tenéis hoy una sociedad más débil que la tela de una araña puesto, que todos los israelíes reconocen y admiten que están fatigados de la guerra.
Recordemos Bin Ybeil: el propósito de esa batalla para los israelíes fue el de colocar su bandera en este lugar.
La batalla de Bint Ybeil hizo caer el puño de hierro de Israel y confirmó la teoría de la tela de araña.
Calma frente a calma
Hoy en día ya no hay ofensivas contra el Líbano y esto no es debido ni a la ONU, ni a los occidentales ni a los árabes.
Esto es debido a la Guerra de Julio, a la ecuación de la disuasión bilateral impuesta por el Líbano y su Resistencia y por el Eje de la Resistencia. Eso es por lo que llevamos 10 años de calma con Israel y eso sin ningún acuerdo ni compromiso de seguridad.
Los israelíes están disuadidos porque enfrente de ellos existe una poderosa Resistencia que se refuerza día tras día.
Los israelíes tenían siempre la iniciativa en sus manos. En las colonias fronterizas con el Líbano, ellos disfrutaban de una seguridad perfecta mientras que nosotros, en el Sur del Líbano, en las regiones próximas a la frontera con la Palestina ocupada, no tuvimos nunca la posibilidad de construir casas ni de cultivar nuestras tierras.
Desde la guerra de 2006, la situación ha sido la contraria. Son las colonias israelíes próximas a la frontera las que están vacías y han sido abandonadas.
En el pasado, no había más que alambre de espino en la frontera, pero los israelíes se han puesto últimamente a construir muros, puesto que su doctrina militar ha cambiado. Ellos temen que las gentes de Bint Ybeil se lancen al ataque contra Galilea. Ellos se inquietan por la posibilidad de sufrir un ataque, como nosotros nos inquietamos también por nuestra parte. Ellos ponen a punto planes defensivos, como nosotros también ponemos a punto planes defensivos. Al igual que nosotros tememos por nuestras localidades, ellos deben preocuparse ahora por sus colonias.
Éste es el resultado de la guerra de Julio.
El EI y Al Nusra: fabricaciones estadounidenses
En lo que respecta a la situación regional, yo invito a los libaneses y los pueblos de la región, a los dirigentes y los partidos a seguir las declaraciones pronunciadas en EEUU, especialmente sobre la responsabilidad de la Administración norteamericana en la creación y en el apoyo al EI.
En los sitios de Internet, hay confesiones de ministros y generales estadounidenses que están en la actual administración y que reconocen que EEUU ha fabricado al EI.
Ellos infiltraron a Al Qaida en Iraq, algunos de cuyos líderes estaban en sus prisiones, como Abu Bakr al Bagdadi, que fue rápidamente reclutado. Luego, se convirtió muy rápidamente en el emir de Al Qaida en Iraq y, más tarde, fundó el Estado Islámico en Iraq y Siria.
Abu Mohammad Yulani, jefe del Frente al Nusra, estuvo al servicio de Bagdadi en Iraq. Cuando ellos fueron enviados a Siria llegaron juntos. Ellos cayeron en el desacuerdo por la cuestión del mando, pero ambos tienen el mismo proyecto.
Los norteamericanos recurrieron a ciertos estados, incluyendo Arabia Saudí, y a los medios, a los religiosos, a las cadenas por satélite y utilizaron miles de millones de dólares, sin contar la ayuda de sus socios occidentales.
Según un estudio alemán, 360.000 extranjeros vinieron a Siria. Quizás no hayan venido todos de un solo golpe, sino en veces. En todo caso, decenas de miles vinieron a la región.
¿Podéis imaginar que EEUU, que persigue a bancos, sigue a aquellos que tienen cuentas bancarias en ellos o que no tienen, y sabe hacia donde los fondos son dirigidos, ignora dónde, cómo y entre quiénes las transacciones de armamento son realizadas, o no está al corriente del paso de miles de toneladas de armas o de los cursos de formación y de entrenamiento que ha recibido el Estado Islámico en Iraq, que luego se convirtió en el Estado Islámico en Iraq y Siria, del cual se desgajó el Frente al Nusra, al que se han aliado otros grupos que tienen la misma ideología?
Golpear al Eje de la Resistencia
¿Por qué los norteamericanos han hecho esto?
Para golpear al Eje de la Resistencia y, en particular, a Hezbolá.
Esto no es porque Hezbolá sea más importante que Siria o Irán, sino porque está considerado como la punta de lanza de este Eje de la Resistencia en las líneas del frente y es un movimiento de resistencia que tiene un margen de actuación más amplio.
Hacía falta, pues, aportar elementos para “vencer a Hezbolá”.
Estas palabras no proceden de análisis sino de hechos que han salido finalmente a plena luz y que se sitúan en el marco de los objetivos de la guerra de Julio.
Este tema forma parte de la campaña electoral. Es una de las armas más importantes de la campaña de Trump, que acusa a Obama y a Clinton de haber creado al EI y otros grupos terroristas.
No es que él se preocupe por los pueblos iraquí, afgano, sirio, egipcio, palestino u otros, sino que sabe que la opinión pública norteamericana y occidental es hostil al EI por sus crímenes.
Retorno a la guerra a través de terceros
Son ellos los que apoyaron a estos grupos takfiris, como el EI y el Frente al Nusra, llegados de los cuatro extremos del mundo, después del fracaso del proyecto para un Nuevo Oriente Medio.
En 2011, durante el encuentro anual de Herzliya, los responsables israelíes decían que estaban en la peor situación estratégica, tanto así que ellos ya no podían llevar a cabo una guerra.
El Ejército norteamericano no era tampoco capaz de cambiar la ecuación sobre el terreno.
Es por eso por lo que recurrieron a una guerra a través de terceros y acudieron para ello a sus antiguos amigos, los saudíes, para combatir a sus enemigos en Siria y en Iraq, que se negaron a aceptar sus condiciones humillantes, incluyendo la destrucción de Hezbolá en el Líbano y de la resistencia palestina, para hacer que toda la coyuntura árabe se preocupara exclusivamente del tema de la seguridad, y no de la libertad y la prosperidad económica, y acabara aceptando cualquier régimen… y para sembrar el caos destructivo en la región.
Sin embargo, parece que este plan está ya en las últimas.
Hoy en día, la presencia del EI en Mosul y Raqqa tiene un efecto en las elecciones norteamericanas y es por esto por lo que Obama insiste en poner fin a esta batalla para salvar al Partido Demócrata.
El propio Frente al Nusra está ahora en el punto de mira, ya que hay un acuerdo ruso-norteamericano para desembarazarse de él y destruirlo.
Mensaje al EI, el Frente al Nusra y compañía
Es el momento de la recapitulación.
Yo he dicho en el pasado que estos individuos, que pretender ser combatientes que quieren instaurar un estado islámico, habían sido llevados por EEUU a la guerra para conseguir sus objetivos y que un día vendría en que sus patrocinadores querrían desembarazarse de ellos.
En este día, yo me dirijo de nuevo a ellos. Algunos se han mostrado sorprendidos de que, en esta conmemoración del 10 Aniversario de la Victoria de la Guerra de 2006, yo vaya a dirigir un mensaje a los miembros del EI, al Frente al Nusra y a todos estos grupos que operan en Siria, en Iraq, en Yemen, en Libia, en Egipto… para ver si a ellos les queda todavía un poco de cordura.
Vosotros habéis sido explotados y manipulados durante estos cinco años para destruir al Eje de la Resistencia y a todos los pueblos de la región y sus esperanzas y para que sean edificados sobre las ruinas regímenes débiles, sumisos, colaboracionistas y que se plieguen a los deseos de los norteamericanos y los israelíes.
Si tenéis algún amor hacia el Islam y hacia los profetas del Corán, cesad este combate que sirve a los intereses de EEUU en la región. Deponed las armas y podremos hablar de compromisos y de reconciliación.
Estaremos allí donde debemos estar
Un poco de reflexión os permitirá descubrir que habéis sido explotados y que la hora se acerca para algunos de vosotros, principalmente el EI. Y luego vendrá el turno de los otros.
Hace falta desplegar todos los esfuerzos para poner fin a este derramamiento de sangre. Todos aquellos que tengan la oportunidad, como los religiosos, los políticos, los activistas etc, deben hacerlo.
Si esto no se produce, no tendremos otra alternativa de proseguir los combates. En tanto que la explotación de los acontecimientos por parte de norteamericanos e israelíes continúe, no tendremos otra opción que estar allí donde debemos estar, en Alepo y en todas partes.
Día tras día, nuestra opción de combatir en Siria demuestra ser más correcta. En cuanto a los norteamericanos, si ellos quieren atacar al EI lo harán con reservas porque su explotación del grupo en este conflicto todavía no ha terminado.
El llamamiento de hoy es a la reflexión, al razonamiento y la evaluación objetiva de lo que sucede en nuestra región.
Berri como jefe del próximo parlamento
En relación a la cuestión libanesa, está claro que todos están a la expectativa, esperando ver lo que pasa en la región.
Todos están convencidos de la necesidad de elegir a un presidente.
Yo aseguro también desde esta tribuna de Bint Ybeil que, sean cuales sean los resultados de las próximas elecciones parlamentarias, nuestro único candidato para presidir el Parlamento será Nabih Berri, que es, junto a su movimiento (Amal), socio en nuestro combate.
Nuestro país desea que las fuerzas políticas prosigan el diálogo a pesar de los llamamiento de algunos para ponerle fin calificándolo de “absurdo”.
Por el contrario, el diálogo es una fuente de calma y seguridad.
El gas y el petróleo libaneses serán defendidos
El gobierno, por su parte, debe asumir todas sus responsabilidades en el dossier del petróleo y del gas, entre otros.
Parece que hay una decisión de ciertos agentes locales de torpedear la conclusión de acuerdos en este tema.
Nos tememos que los norteamericanos y los israelíes son los que están detrás de estos retrasos.
Todo el mundo sabe que hay petróleo aquí y allá. El mensaje debe ser claro: el Líbano es capaz de proteger sus hidrocarburos.
Nunca seremos humillados
Permitidme concluir refiriéndome a una intervención mía en una noche de Ashura durante aquella guerra, y que vincula aquella guerra y nuestra situación actual.
Desde nuestra tierna infancia hemos participado en las conmemoraciones del martirio del Imam Hussein.
Una de las palabras que más conmueve a nuestra alma es, sin duda, la que pronunció el Imam Hussein el día 10 del mes de Muharram, el día de su martirio: “Este tirano, hijo de tirano, nos propone la guerra o la humillación. Nunca seremos humillados”.
Fue durante la guerra de Julio que yo sentí haber comprendido la esencia de tal declaración.
En los primeros días de aquella guerra, algunos mediadores nos hicieron una proposición: dado que Israel y una gran parte del mundo habían decidido aplastarnos, la única solución que nos quedaba para parar la guerra era eliminar las armas de la Resistencia, disolver todas sus formaciones, aceptar el despliegue de una fuerza multinacional, como en Iraq, en la frontera y liberar a los dos prisioneros israelíes.
Ese día, miles de ataques caían sobre nosotros y una gran parte del mundo estaba contra nosotros.
Cabe señalar que tal propuesta significaba el fin de la Resistencia, la continuación del encierro de los prisioneros libaneses en Israel y la capitulación del Líbano ante EEUU.
Ese día, cuando estábamos hablando con nuestros hermanos, nos sentíamos en presencia del Imam Hussein… Nuestra respuesta fue decirles (a aquellos mediadores) que Dios nunca aceptará que seamos humillados, ni tampoco su Profeta, ni los creyentes ni las almas generosas.
Algunos de entre nosotros cayeron mártires y Dios nos dio la victoria.
A todos aquellos que planifican, conspiran y apuestan por dañar la moral de nuestros seguidores, nuestra voluntad y nuestra confianza en Dios, en nuestro pueblo y en nuestra capacidades les digo: sabed que éste espíritu (del Imam Hussein) es el que habita en el cuerpo de nuestros niños, de nuestras mujeres y de nuestros hombres. Nada podrá cambiarlo.
Hemos estado en esta región desde el inicio de la resistencia. Hemos decidido cual será nuestra opción y proseguiremos nuestra vía en el Líbano, en Siria y en cualquier parte donde debamos estar.
Os aseguro al final de esta ceremonia bendita que hemos entrado en la era de las victorias y que el tiempo de las derrotas ya ha pasado para siempre. Todos estos proyectos hostiles acabarán por desintegrarse uno tras otro. El futuro de la región, de Siria, del Líbano, de Palestina y de toda la nación es y será la resistencia.
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