por The Saker, en http://thesaker.is/the-xxvith-nato-party-conference-in-warsaw-a-commentary/, traducido por Leonardo Del Grosso (@LeonardoDGrosso)
Es así que la tan anunciada cumbre de la OTAN en Varsovia finalmente tuvo lugar. Fue todo un éxito, al menos si el criterio es que el resultado coincida con las expectativas:
-Poroshenko y Nadezhda Savchenko fueron convocados y tratados como invitados respetados.
-Rusia fue condenada por sus “agresiones” en Georgia, Crimea y Ucrania.
-Los polacos empapelaron Varsovia con carteles diciendo “ACHTUNG RUϟϟIA”.
-Cada uno de los Estados Bálticos tiene un batallón de la OTAN para disuadir al oso ruso.
-Rusia fue condenada por no cumplir el Acuerdo Minsk 2.
-Fue liberado suficiente aire caliente como para empeorar el calentamiento global por lo menos 10 grados.
Francamente, no me encuentro como comentando toda esta idiotez. Además, todos estas pseudo-decisiones nunca fueron el verdadero propósito de esta cumbre. Esta cumbre tenía un objetivo totalmente diferente y este objetivo también se alcanzó completamente.
El verdadero propósito de la cumbre fue obligar a cada líder político occidental a elegir entre la realidad y la ideología. Y todos ellos hicieron la elección correcta, por supuesto. Rechazaron categóricamente la realidad y abrazaron con entusiasmo a la ideología.
Esta es la razón por la que Rusia fue acusada de no cumplir con un acuerdo del que ni siquiera forma parte.
Esta es la razón por la que Rusia fue acusada de “agresión” contra Georgia, incluso a pesar de que la Unión Europea llegó a la conclusión de que Georgia fue la que había iniciado la guerra.
Esta es la razón por que fue denunciada la amenaza rusa no-existente.
Esta es la razón por la que las fuerzas armadas rusas fueron declaradas disuadidas por unos batallones de la OTAN.
Esta fue la razón por la que fue denunciada la invasión rusa del Donbass.
Esta es la razón por la que fue completamente ignorado un referéndum 100% legal en Crimea.
La determinación unánime de todos los líderes occidentales de ignorar la realidad y sostener eso con firmeza y públicamente y proclamar un sinsentido ideológico como veraz era, en realidad, la meta esperada de la Cumbre.
Los AngloZionistas aman eso de “enviar mensajes” y aquí varios mensajes fueron enviados en voz alta y clara.
Mensaje a Rusia: Usted se atrevió a oponerse a nosotros y Usted cree que el abrirse podría ayudarle. ¡Bueno, Rusia, jódase Rusia, y que se joda la realidad! O se está con nosotros (es decir, bajo nuestro control), o Usted será tratado como un paria.
Mensaje a los pueblos de Europa: al menos alguno de ustedes considera que somos desafiados, estamos mostrando un frente unido. Un frente unido de la superestructura parasitaria que rige la Unión Europea en nombre de las élites del 1%, compradoras locales de Rusia, y en nombre del Imperio AngloZionista. Así que nada de pensar en ser independiente, libre o cualquier cosa sin sentido. Nosotros movemos el mundo y ustedes obedecen.
Mensaje al resto del planeta: ni pensar en unirse o incluso apoyar a Rusia, porque si alguien lo hace, vamos a quebrarlo como a una ramita. Nosotros movemos el mundo y nosotros hacemos y rompemos lo que queremos.
Por último, pero no menos importante.
Mensaje a sí mismos: tenemos el control, prevaleceremos, los rusos tendrán que dar marcha atrás, nosotros somos invulnerables.
Yo diría que este último mensaje podría ser el más importante de todos. Porque, por supuesto, los líderes AngloZionistas tienen miedo. Miedo principalmente a Rusia, por supuesto, pero aún más a lo que Rusia representa. Tienen miedo de un dólar que se sustenta en nada, no en el petróleo y ni siquiera en los portaaviones de la Marina estadounidense. Tienen miedo por la creciente conciencia de que cada vez menos gente por ahí tiene miedo de ellos. Tienen miedo a países como Rusia, Irán o China, que se atreven a declarar abiertamente que van a seguir otro modelo económico y de civilización. Pero más que por todo eso están aterrorizados por la creciente comprobación de que “su propia gente” los odia y desprecia a ellos (al menos en teoría).
Lo más patético de todo esto es cómo los AngloZionistas están malinterpretando a los rusos. Desde un punto de vista cultural ruso, todo lo que Occidente y la OTAN han estado haciendo aparece como signos de debilidad. ¿Por qué una alianza fuerte necesitaría caer en amenazas sin sentido (batallones de la OTAN o sistemas A.B.M.)? ¿Por qué una alianza fuerte buscaría seguridad en números? ¿Por qué una alianza fuerte actuaría si en realidad lo es? Desde un punto de vista ruso todo ruido de sables y grandilocuencia redunda en una admisión gigantesca de debilidad y los rusos resultan absolutamente inimpresionables. Y no son tímidos a la hora de expresar su desprecio por lo que ven como una muestra patética de incompetencia por parte de un desorientado liderazgo occidental.
Esto no quiere decir que los rusos no están intranquilos. Lo están. Mucho. Porque también entienden que los AngloZionistas, a pesar de su patética falta de visión política e incluso profesionalismo básico, siguen siendo muy peligrosos. No se necesita una gran dosis de inteligencia para desencadenar una guerra nuclear. Así, a la vez que los rusos son ahora abiertamente despectivos hacia el Imperio, aún se dan cuenta de que es precisamente la falta de competencia de Occidente lo que requerirá de tremendas cantidades de precaución y paciencia por parte del liderazgo ruso para que el Imperio “aterrice suavemente” sin desencadenar una guerra nuclear planetaria.
Se podría decir que Rusia teme mucho más la debilidad de EE.UU./OTAN/Unión Europea que lo que teme la fuerza de EE.UU./OTAN/Unión Europea.
Por último, muchos rusos se dan cuenta que la civilización occidental está tan desacreditada, moralmente en bancarrota y, básicamente, muerta, como lo estaba la civilización soviética en los tardíos 1980’s. No existen más “valores occidentales”, al menos no en alguna calidad diferente a la de objeto de chistes y burlas de mal gusto. Todos pretenden, pero en realidad nadie cree en nada de eso. Todo el gran edificio conceptual compuesto de nociones tales como “democracia”, “derechos humanos”, “libertad”, “justicia”, se ha venido abajo en una demolición y ahora está más allá de poder ser reparado. La buena noticia es que este colapso no es definitivo, y así como Rusia finalmente se re-descubrió a sí misma después de 2000, también lo hará Occidente, tanto en los EE.UU. como en Europa. Puedo imaginar fácilmente a la gente de Occidente volviendo finalmente a sus antiguas raíces históricas, pero lo haré de una manera nueva, moderna. Precisamente como la Rusia de 2000 a 2016 no es la Rusia de antes de 1917, de la misma manera el nuevo Occidente emergerá como algo nuevo, pero con raíces en el pasado distante. Pero antes de que eso ocurra Occidente tendrá que someterse a un doloroso y muy peligroso proceso de desintegración similar al que atravesó la Unión Soviética entre, aproximadamente, 1980 y 2000.
Dmitry Orlov está absolutamente acertado. El colapso de Occidente es inevitable y el estudio del colapso de la Unión Soviética entrega muchas lecciones interesantes.
Pero, por el momento, estamos atrapados en nuestra realidad que está transcurriendo. Un mundo dividido en dos con, en una mano, un moribundo, delirante y débil Imperio y, en la otra, más o menos el resto de la humanidad. En este mundo moribundo e inestable, la cumbre de la OTAN en Varsovia juega el mismo papel que el XXVI Congreso del PCUS en la Unión Soviética en 1981: un espectáculo conmovedor de unidad en el rostro de un colapso inevitable.
Si recordamos lo que ocurrió con la URSS y Rusia en las dos décadas siguientes, sólo podemos concluir que estamos a punto de entrar en el período más difícil y peligroso de la historia.
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