por Abdel Bari Atwan. En Rialyoum. Publicado el 5 de abril de 2024. Traducción del inglés verificada por Comunidad Saker Latinoamérica
Israel está provocando una guerra regional ampliada que no puede ganar.
El líder iraní, el ayatolá Ali Jameneí, es un hombre de pocas palabras. Cuando amenaza públicamente con una dura respuesta al ataque de Israel contra el consulado iraní en Damasco, en el que murieron siete personas, incluidos altos comandantes de la Guardia Revolucionaria (CGRI), eso significa que las represalias son inminentes.
La pregunta es si será inmediata o se pospondrá unos días; y, también, si será llevada a cabo directamente por el CGRI (Cuerpo de Guardianes de la Revolución Islámica. Nota de CSL) o por sus aliados paramilitares en el sur del Líbano, Irak y Yemen, o ambos.
Si hay una guerra, no hay necesidad del elemento sorpresa, y puede ser imprudente desde el punto de vista militar o político aplazarla. La decisión de tomar represalias ya fue tomada por el Consejo Supremo de Seguridad Nacional de Irán en una reunión de emergencia convocada inmediatamente después de que se conociera la noticia del ataque aéreo al consulado, según una fuente cercana al consejo. Esto podría implicar lanzar cientos o miles de misiles contra objetivos israelíes e incluso atacar misiones diplomáticas israelíes en la región del Golfo o en otros lugares.
Las manifestaciones celebradas por miles de iraníes en Teherán para condenar el ataque israelí fueron diferentes a las manifestaciones anteriores celebradas en apoyo a Gaza. Esta vez, los manifestantes criticaron a sus propios líderes políticos por no haber respondido con firmeza y directamente a una sucesión de asesinatos y ataques israelíes anteriores, y exigieron que esta vez tomaran represalias decisivas. Los líderes iraníes están obligados a tener en cuenta esta creciente frustración con su política de “paciencia estratégica”.
Es probable que los grupos de resistencia aliados desempeñen un papel en esta represalia. El líder libanés de Hezbolá, Hasan Nasralá, ha dicho que ciertamente se avecinan represalias. Abu Ali al-Askari, del Kataeb Hezbolá iraquí, habló de miles de combatientes armados preparados para cruzar desde Jordania a los territorios palestinos ocupados para unirse a la lucha allí. En cuanto a los yemeníes, no necesitan un llamado a las armas. Comenzaron su batalla contra el transporte marítimo vinculado a Israel –y luego contra la marina estadounidense– en apoyo a Gaza hace meses.
La referencia a Jordania fue significativa. Hace algunas semanas, decenas de miles de miembros iraquíes de Hashd ash-Shaabi (Movilización Popular) se manifestaron en la frontera entre Irak y Jordania y corearon llamamientos para que se abriera para que pudieran llegar a Palestina y luchar en defensa de Cisjordania y la Franja de Gaza.
En caso de una guerra ampliada, las bases militares estadounidenses en Irak, Siria, Jordania y la región del Golfo también podrían ser objetivos. Washington había llegado a acuerdos secretos con Teherán para no ampliar la guerra de Gaza a una guerra regional. Pero no cumplió el acuerdo y no logró frenar a su aliado israelí. Al llevar a cabo una sucesión de ataques deliberadamente provocativos contra objetivos iraníes y escalar aún más la guerra genocida contra civiles en Gaza, Netanyahu menospreció y humilló a Biden y demostró que es él quien toma las decisiones en la Casa Blanca.
Si el Estado iraní se une a la guerra directamente junto con sus aliados libaneses, iraquíes y yemeníes, espero que el ejército sirio lo haga. Poco después de la operación Inundación de Al Aqsa, el Ministro de Asuntos Exteriores iraní visitó Damasco para sondear al presidente sirio sobre la necesidad de unirse a la guerra en todos los frentes en apoyo de la resistencia palestina. Según fuentes sirias de alto nivel, el presidente Bashar al-Asad respondió: “Siria es un Estado, no un frente. Si el Estado iraní entra en esta guerra, estaremos a su lado, sin dudarlo”.
Irán es una superpotencia regional con un enorme arsenal de misiles, drones y submarinos. Ha sido un estado nuclear durante tres años y es posible que ya haya fabricado armas nucleares. Si entra en una guerra que Israel le impuso atacando su consulado (una flagrante violación de su autonomía), puede resultar ser la última guerra de la región y el comienzo del fin del Estado de ocupación sionista en su forma actual.
Probablemente sería un conflicto continuo, que comenzaría con una represalia limitada y escalaría hasta convertirse en una guerra total. El estado de ocupación ha estado reabriendo refugios públicos. Sus colonos se han estado abasteciendo de alimentos y dinero en efectivo. Se ha puesto a los militares en alerta, se han convocado reservas de defensa aérea y se han cancelado las vacaciones de las unidades de combate. Sus líderes actuales quieren una guerra y se están preparando para ella.
Pero es una guerra que no puede ganar. A pesar del pleno respaldo de Estados Unidos, no logró vencer a los combatientes de la resistencia de la minúscula y vulnerable Franja de Gaza después de seis meses de bombardeos despiadados. ¿Podrá resistir una guerra contra el Eje de Resistencia liderado por Irán?
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